ANÁLISIS
A la hora de buscar un empleo, la mayoría de los paraguayos desempleados siguen utilizando la modalidad denominada «personalista», es decir, consulta a algún futuro empleador, o a sus amigos o parientes, sobre una vacancia laboral.
Según un informe elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en el año 2020, el 81,5% de los desempleados utilizaron esta opción a la hora de buscar un trabajo; este nivel es similar a otros periodos analizados, lo que quiere decir que la pandemia no incidió en que haya un cambio en este sentido.
El estudio denominado “La búsqueda de empleo en Paraguay” detalla que en el segundo trimestre del año pasado -el más afectado por las medidas de distanciamiento por el COVID-19-, las personas consultadas preferentemente fueron amigas o parientes.
No obstante, en el cuarto trimestre, la persona consultada vuelve a ser un potencial empleador, tal como ocurrió en períodos de pre-pandemia y que también había sido estudiado por el PNUD.
El reporte agrega que, el año pasado, las mujeres utilizaron los medios personalistas recurriendo a amigos y parientes; en cambio los hombres acudieron a futuros empleadores.
Método “moderno”
En contrapartida, sólo el 16,4% de los desocupados en busca de un trabajo utilizó algún método “moderno”, entre los que se encuentran los servicios de intermediación laboral.
Específicamente, este 16,4% recurrió a alguna agencia privada de empleo, consultó en una oficina de empleo del Ministerio del Trabajo, o se fijó o contestó un anuncio en algún lugar público o en medios de comunicación.
En este punto, el PNUD menciona que si bien esta modalidad muestra cambios en las dos últimas décadas, estos han sido menores. Según se muestra en el estudio, el 9,1% de los desempleados utilizaban este medio entre el 2001 al 2005; el 14,4%, entre 2006 y 2010; y el 16,3%, del 2011 al 2015.
No obstante, se puede observar que el peso de opciones “modernas” es mayor en el área urbana que en el área rural. Este resultado se da probablemente no sólo por las características personales de las personas desocupadas, sino también por la mayor oferta de servicios de intermediación en las ciudades, tanto públicos como privados, en comparación con los del área rural, dice el informe.
Mayor educación induce a un menor uso de la opción personalista
El estudio del PNUD también detalla que el 2020, en la juventud (18 a 29 años) se observan diferencias en el modo de búsqueda de empleo por sexo y área de residencia, ya que en este grupo de edad el peso de la opción Personalista (78,9%) se reduce muy ligeramente con respecto al promedio general (81,5%) y aumenta la opción Moderna (19,5%).
Esta actitud, a criterio del PNUD, probablemente esté relacionada con sus mayores credenciales educativas, manejo de tecnología y su concentración en las áreas urbanas donde existen servicios de intermediación y otros medios de acceso a información sobre la oferta de empleo.
En esta línea, agrega que dados estos resultados, hay una necesidad de direccionar los esfuerzos hacia el fortalecimiento de las modalidades modernas.
Asimismo, enfatiza que en el marco de la recuperación económica, será particularmente importante prestar servicios de intermediación laboral a los casos más difíciles, como las personas que ya estaban desempleadas y por lo tanto se convertirían en desempleadas a largo plazo, o a quienes tienen riesgo de no encontrar nuevamente empleo (personas mayores de 50 años).
Reducción del tiempo de desempleo y mejor calidad de educación
En la presentación del informe participaron varios referentes y autoridades. La economista e investigadora Verónica Serafini, quién realizó la presentación, indicó: “¿Por qué necesitamos mejorar y reducir los costos de la búsqueda de empleo? Porque queremos que las personas construyan una trayectoria laboral con la menor cantidad de discontinuidad posible; si dejan de trabajar, que rápidamente puedan conseguir empleo, acercar la oferta con la demanda de empleo y mejorar los resultados de la seguridad social”.
Por su parte, Estefanía Laterza, directora nacional de la Red de Inversiones y Exportaciones (Rediex), dijo que «si bien nos damos cuenta de que tenemos un desempleo bajo, mucha gente tiene acceso a un empleo en condiciones de informalidad. Quiere decir que ese empleo, si bien es capaz de generar un ingreso, no es uno que se vincula a un sistema de protección social», agregó.
Carla Bacigalupo, ministra de Trabajo, manifestó que el principal problema que tienen Paraguay y otros países de la región es la falta de mano de obra calificada, y que la solución pasa sin duda por la educación.
“No es que en Paraguay no haya fuente de trabajo, lo que ocurre en realidad es que los jóvenes que egresan del bachillerato no tienen los conocimientos básicos transversales hoy requeridos en el mercado de trabajo”, indicó.
Dijo que atendiendo la falta de una mejor educación y la práctica laboral que necesitan los buscadores de empleo, se ha creado la Estrategia Nacional de Formación Profesional, para conectar el mercado de trabajo con el sistema educativo, a fin de que realmente la educación sea un factor fundamental hacia el desarrollo personal y profesional.