En las últimas dos décadas, Paraguay ha vivido etapas de importantes cambios en su economía ya sea superando las severas crisis financieras de los noventa y principios del nuevo milenio, los ajustes fiscales y de deuda a mediados de la década pasada, y se ha visto favorecida por escenarios externos positivos, que sumados a la estabilidad macroeconómica, propiciaron años de crecimiento notable del Producto Interno Bruto (PIB) y del PIB per cápita.
Cabe recordar, que en los últimos años la economía del Paraguay creció a una tasa promedio de 4,5%, cifra alentadora pero que al mismo tiempo genera confusión debido a que el país sigue estancado en la misma incertidumbre económica desde hace años, sin mostrar signos de un avance.
En este sentido, en el primer Congreso Paraguayo de Política Económica, el economista y miembro del Directorio del Banco Central del Paraguay (BCP), Humberto Colmán, sostuvo que el crecimiento económico es un fenómeno de largo plazo que surge de innovaciones apoyadas en la división del trabajo.
Además, mencionó que el país experimenta una desaceleración de su potencial de crecimiento que ya viene desde mucho antes de la llegada de la pandemia del Covid-19.
“En el último periodo, que abarca desde el 2015 hasta la actualidad, se ve que hay una desaceleración en el crecimiento promedio que pasa al 2,3%, a este ritmo se necesitaría unos 30 años para duplicar el ingreso per cápita. Esto nos da la pauta de que el crecimiento potencial estaría disminuyendo en los últimos años”, explicó Colmán.
Indicó que existen diferentes factores que hacen que esto suceda, como el caso del rendimiento de la productividad de la agricultura, otro gran factor tendría que ver con el proceso acelerado de transición sectorial en la producción, saltando del sector primario al terciario, sin el desarrollo suficiente, como así también puede ser que el país esté pasando por la trampa del ingreso medio, que ocurre en algunas naciones que se desarrollan de manera acelerada.
Convergencia e inversión
Asimismo, sostuvo que naturalmente a medida que un país va avanzando en proceso de desarrollo, puede haber un menor crecimiento y eso tiene que ver como una idea de convergencia, es decir que se está convergiendo a un nivel de desarrollo de crecimiento de otras regiones, de otros países más avanzado.
“Podemos ver que en las últimas décadas hay un estancamiento, no hay un proceso de convergencia realmente que pueda ser relevante, esto puede ser debido a todos los resultados que va dejando la pandemia”, expresó el especialista.
Por otra parte, Colmán, destacó que con relación a la inversión, Paraguay registró un crecimiento exponencial en las últimas décadas, estimando que si todo sigue tal cual se puede mantener un ritmo de crecimiento de 3,6% potencialmente, lo que implica una mejora en la productividad.
“Si se habla de un mejora de la capital, o de la inversión, un factor fundamental sin lugar ha sido el salto en la inversión pública, que ha permitido mantener un ciclo de crecimiento y que permitió a Paraguay desacoplarse un poco de la región en cuanto al crecimiento”, explicó el economista.
Igualmente, Colmán señaló que se ha hecho una gran esfuerzo por mantener el crecimiento del país, pero que todavía hay mucho por hacer en términos promedios para seguir manteniendo un buen ritmo y avanzar hacia el futuro.
Ventajas competitivas
A su turno, el miembro del Consejo Directivo de Desarrollo en Democracia (Dende) y exministro de Hacienda, César Barreto, coincidió en que el potencial de crecimiento de nuestro país es más bajo y que desde Dende estiman se ubica en alrededor del 3,5%.
Explicó que existen variables estructurales muy fuertes que impactan en el potencial de crecimiento y puso de ejemplo que la tasa de ahorro representan tan solo el 18% del PIB.
Recordó que en los últimos 20 años Paraguay aprovechó las ventajas competitivas con relación al sector agropecuario y la coyuntura de precios de commodities altos.
Al mismo tiempo, agregó que la previsibilidad lograda a nivel macro permitió que el sector privado se desarrollará.
“El país aprovechó las ventajas competitivas claras que tiene relacionadas al sector agropecuario y con una coyuntura de precios altos de los commodities a nivel internacional, hecho que se logró en el macro con una buena política fiscal y monetaria”, explicó Barreto.
Al mismo tiempo, el especialista económico, manifestó que si bien los precios de commodities siguen altos en la actualidad, difícilmente uno puede prever que la próxima década esta se mantenga en esta situación, ya que se tendrá años de precios altos y precios bajos.
Por otra parte, Barreto sostuvo que el principal fallo que tuvo el país en los últimos años es en cuanto a la mala administración de los recursos públicos, como es el caso de las remuneraciones de los salarios públicos.
“De aquí a la próxima década lo vital es mejorar el gasto público, mejorar los servicios públicos, para nuestro país, arreglar la educación, la salud, cosas básicas de los servicios públicos, es todavía programa de transferencia masiva”, indicó el analista.