El nuevo ministro del Interior, Enrique Riera, reconoció que se encuentra ante uno de los desafíos más importantes de su trayectoria en la función pública.
Sin embargo, indicó que la confianza que brinda el presidente de la República, Santiago Peña, fue una de las motivaciones para asumir esta cartera de Estado.
En ocasión de una reunión que mantuvo con miembros de la Cámara de Anunciantes del Paraguay (CAP), el senador con permiso para integrar el actual Gabinete del Poder Ejecutivo conversó con MarketData.
Entre las principales tareas para el corto plazo, se refirió a la ampliación de los efectivos policiales especializados o “linces”, a fin de combatir la delincuencia en las calles del país, así como la implementación de tecnología.
– ¿Cómo van a trabajar en el tema presupuestario, atendiendo a las principales urgencias que tiene la seguridad en nuestro país y con un fisco que se encuentra comprometido?
Bueno, hay algunas cosas que están presupuestadas. El tema de los linces está presupuestado, algunos apoyos de las binacionales también, y después tenemos mucha fe en el apoyo del sector privado, porque mucha gente nos está llamando a decirnos qué necesitamos, debido a que conocen la voluntad política y confían en el presidente. El tema presupuestario vamos a ver con ampliaciones y con prioridades, porque creo que el Presidente entiende que no podemos enfrentar el multi crimen, como le llaman ahora al crimen organizado, si no tenemos el mismo poder de fuego, la misma logística y la misma capacidad. Inclusive te diría que trabajando con los países vecinos: está previsto una cooperación grande con Brasil, con Colombia e inclusive con la misma Argentina en materia de radares, ya que ellos tienen una capacidad operativa muy grande con su país.
– ¿Cómo puede explicarse el concepto de que invertir en seguridad es rentable para el país, que pronunció ante miembros de la CAP?
Los cálculos más livianos indican que si vos invertís un dólar en seguridad, hay cuatro en inversiones públicas y privadas, porque si no hay seguridad, no hay inversión y si no hay inversión, no hay desarrollo. La seguridad, en palabra más amplia, es la seguridad jurídica, porque te da previsibilidad sobre qué va a pasar. Uno no puede criar a su familia, poner un negocio, ni siquiera estudiar una carrera si no sabés lo que va a pasar. Estos países que son fallidos en materia de seguridad, como Somalia o Haití, por darte ejemplos dramáticos, nadie puede construir nada ni hacer nada porque no se sabe lo que va a pasar. En una sociedad previsible, en donde hay seguridad, te podés ir al teatro, tus hijos se pueden ir a estudiar y al día siguiente, tu señora a trabajar. Entonces, el país se desarrolla. La seguridad tiene que ser preventiva, tiene que ser institucionalizada, tiene que haber capital humano, tiene que haber tecnología, y lo más importante de todo es la voluntad política.
– ¿Cuál es el plan que tiene el Ministerio del Interior para mitigar el avance del contrabando ?
El tema del contrabando es un fenómeno de mercado transfronterizo. Hay que trabajar muy de cerca con el sector privado, porque ellos son los que saben mucho y eso, con una labor de inteligencia bastante simple, diríamos. Cuando vos te das cuenta que la diferencia de combustible entre Paraguay y Argentina es grande, sabés que se da el contrabando, en el caso de los pollos o en el caso del aceite, son rubros que vos podés proteger con los que compran. Me refiero yo no solo a la gente, al ciudadano común, sino al lugar donde se venden; por ejemplo, cuando te vas a un local y ves una estantería llena de vino argentino y tenés que pedir la boleta, a quién le compraste, y ahí ya vas a resolver el problema.
La plata que deja de percibir el Estado por permitir el contrabando es inmensa. Y por eso es que yo creo que un tipo eficiente como (Óscar) Orué (director de la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios), al mirarlo aunque sea con un interés fiscal, va a poder lograr controlar gran parte del contrabando. También hay que decirle a la gente que cae, que compra un vino (contrabandeado) de la Argentina, que está matando un empleo en Paraguay y no hay opción, le está haciendo una competencia ilegal a los que importan legalmente.
El Estado quiere bajar las tasas arancelarias para evitar el contrabando por la diferencia de precios. Prefieren recaudar poco, pero legal, antes que permitir el contrabando. Yo creo que esas también son políticas públicas muy buenas.
– ¿Cuál es el enfoque de trabajo para combatir el lavado de dinero y el crimen organizado?
Yo creo que hay que fortalecer la Seprelad (Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero o Bienes). En todos estos viajes que hicimos (vimos que a) donde más le duele al crimen organizado es en el tema de la ruta del dinero. Porque todo esto no se hace por patriotismo, se hace por plata. Entonces, cuando uno se mete en droga, se mete por plata; se mete en contrabando, se mete por plata.
Todo el mundo quiere que esto sea un negocio rentable y yo creo que la Seprelad no tiene todavía la infraestructura que necesita y recibe miles de reportes por día de los bancos, pero ¿cuáles procesa? ¿Por qué no tenemos un sistema por monto o por zona, por área, por inteligencia financiera? ¿Por qué hay veces que vos querés depositar 1.000 dólares y te arman un escándalo, mientras que otros depositan 10 millones de dólares y nadie le pide un papel?
Yo creo que ahí hay que fortalecer y transparentar el trabajo de la Seprelad para poder identificar la ruta del dinero y creo que Liliana Alcaraz es una mujer muy valiente, muy comprometida, y creo que trabajar en equipo es la solución. Cuando haya (decomisos) de SENABICO, por ejemplo, ahí tenés una hilera larga por si cae alguien. El comportamiento en el tema del lavado de dinero se da cuando normalmente pone las cosas a nombre de su tío, su sobrino, su hermano, su compañero de colegio.
Yo vi cómo se hacen los estudios de inteligencia financiera y creo que eso es lo que no está funcionando como debería, porque reciben miles de reportes. Tengo gente y amigos trabajando en bancos y nos dicen que reportan por lo menos 20 o 30 por día, y calculá cuántos bancos hay y cuántas sucursales hay. La pregunta es: ¿qué hacen con esa información? ¿Se investiga, se averigua? ¿Alguien te llama por teléfono para averiguar de donde sacaste la plata para depositar? Entonces, hay que trabajar fuertemente en eso.
– ¿Qué opina sobre los proyectos de fusión y eliminación de ciertas instituciones públicas, como la Secretaría Anticorrupción, y cómo cree que deberían manejarse esos aspectos?
Igual que la (Unidad) Anticontrabando, creo que fue mal utilizada y este (el de Mario Abdo Benítez) probablemente sea uno de los gobiernos en que mayores casos de corrupción se han detectado y, sin embargo, no vieron nada. Casi te diría que cada obra pública que se hizo tenía sospecha de corrupción, sobreprecios, adendas que no funcionaban en todos los ministerios, salvo honrosas excepciones. Entonces, yo te diría que cuando un órgano no funciona, tendría que suprimirlo.
Pero tenés que asumir este órgano de seguridad, más la Fiscalía y el Poder Judicial, esa va a ser la solución para combatir. Porque lo que nos hace daño no es solamente la corrupción, sino la impunidad, que los corruptos se pasean, te saludan, se sientan en tu mesa, comen asado, se van a tu cumpleaños y no pueden explicar lo que tienen.
– En cuanto a la implementación de la tecnología para el control y la detección de datos de las personas, ¿cuál será el plan de trabajo?
Está en una mediana etapa, por una cuestión de Presupuesto. Por eso creo que es buena idea la de sumar a las empresas privadas e integrar todos sus sistemas, y después pasar a una segunda fase y empezar a ver cuáles son los puntos más oscuros, iluminar las plazas, son muchas cosas. A veces la gente cree que seguridad es solamente la policía: no, una plaza iluminada es seguridad, un asentamiento urbanizado es seguridad también.
