Por: Sergio Legal Cañisá, economista y analista de políticas públicas
ECONOMÍA DE PARAGUAY (2014-2019)
Durante el período mencionado, se observó un salario medio real superior a la productividad laboral. Este fenómeno ocurrió en un contexto marcado por el final del superciclo de los commodities en el mundo, en el año 2014; seguido por un ajuste y estabilización de los precios internacionales entre 2015 y 2019 con precios elevados, pero sin alcanzar los picos observados durante el superciclo.
Durante este tiempo, en el país, se verificó una inflación controlada, con un promedio del 3,6%, la cual generó un marco de estabilidad económica en un período de bonanza.
ECONOMÍA DE PARAGUAY (2020-2023)
En contraposición, el período posterior mostró una realidad diferente: el salario medio real se ha ubicado por debajo de la productividad laboral. Este cambio ocurrió en un contexto afectado por la pandemia del COVID-19, la baja de los precios internacionales de las materias primas y la recuperación del crecimiento económico durante la postpandemia.
Durante este periodo, la inflación fue ligeramente más alta que en el periodo anterior, pero de todas formas estable (5,2% en promedio) mostrándose así la alta capacidad de resiliencia de la economía paraguaya.
CAMBIOS EN LA RELACIÓN ENTRE SALARIOS Y PRODUCTIVIDAD
En el periodo, 2014 al 2019, la correlación entre el salario medio real y la productividad laboral fue de 0,81 y para el periodo 2020 a 2023 fue de 0,88 visualizándose una intensificación de la relación para este último periodo.
El incremento de la correlación estaría mostrando, que otras áreas de la economía, estarían ganando una mayor relevancia de lo habitual, y se estaría reduciendo la dependencia de actividades de baja productividad laboral migrando hacia actividades de mayor productividad.
Es decir, la pandemia y las condiciones económicas sucesivas, habrían generado el espacio para que los trabajadores sean más productivos, por lo tanto, los mismos estarían produciendo más de lo que se refleja en sus ingresos laborales reales y la economía paraguaya se estaría recomponiendo hacia actividades de mayor productividad laboral.
Pero, ¿cómo la productividad laboral podría aumentar en una situación de pandemia y post-pandemia? Uno podría suponer, en condiciones inciertas, que la crisis sanitaria y sus consecuencias reduciría la productividad laboral, sin embargo, estaría ocurriendo lo contrario; por lo tanto, la importancia de: ¿qué factor de producción estaría subvalorando este razonamiento?
TRANSFORMACIÓN TECNOLÓGICA
La tecnología se refiere al uso herramientas y conocimientos los cuales permiten una utilización más óptima de los recursos, es decir, la tecnología puede transformar las combinaciones de trabajo y capital, y en consecuencia hacerlas más eficientes.
En este contexto, el elemento clave para esta transformación sería el incremento acelerado del acceso a internet cuya evolución se puede analizar antes y después de la pandemia.
En Paraguay, desde 2019 (antes de la pandemia) y en comparación con el 2023 (después de la pandemia), las suscripciones de banda ancha se más que duplicaron (crecieron 113%) (Banco Mundial, 2024).
El mayor acceso a esta tecnología ha impactado, de manera significativa, en diversos ámbitos de la vida humana como lo son el laboral, el académico, el comercial y el social; permitiendo, la democratización de las nuevas tecnologías vinculadas.
Entre varias podemos citar el almacenamiento en la nube, la compra venta de productos y servicios online, las transferencias bancarias, la inteligencia artificial, la educación a distancia, la telemedicina y el trabajo remoto lo cual habría redefinido, literalmente, la forma en que vivimos.
EL CICLO ETERNO DE LA INNOVACIÓN
En consecuencia, las tecnologías, inicialmente esenciales durante la pandemia, han impulsado y estarían impulsado un notable incremento en la productividad laboral, transformando no solo los métodos de trabajo, sino también las expectativas económicas de nuestra sociedad.
Sin embargo, este aumento de productividad laboral impulsado por la tecnología no es un fenómeno nuevo. A lo largo de la historia económica, innovaciones como la máquina de vapor, la electrificación, la producción en masa, las computadoras y el propio internet, en sus etapas iniciales, han generado incrementos similares en la productividad laboral.
Ahora, es la inteligencia artificial la que lidera esta revolución y seguramente en el futuro será otra tecnología. Así, se puede ver que la historia económica tiende a repetirse, y se está presenciando, una vez más, el eterno ciclo de innovación y transformación.
Pero, junto con este ciclo también surge una pregunta, la cual tampoco es nueva, pero es ineludible y trascendental: ¿Quién se beneficia económicamente del incremento de la productividad laboral, el trabajador o el empleador?
Para un país como Paraguay, donde el crecimiento económico tiene un efecto limitado en la reducción de la desigualdad de ingresos, la respuesta parece ser ya evidente… No se debe esperar a que la historia se repita, una vez más; aprovechemos esta oportunidad.