Repensar el modelo de formación dual con que cuenta Paraguay para avanzar hacia uno que permita una alta cualificación laboral, propuso la ministra de Trabajo, Mónica Recalde, durante la presentación del informe “Actualidad y perspectiva de la Formación Dual en Paraguay”.
El documento, elaborado en el marco de la Recomendación 208 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre los aprendizajes de calidad de formación dual en Paraguay, fue socializado este miércoles por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (MTESS) y el Sistema Nacional de Formación y Capacitación Laboral (SINAFOCAL), en un evento llevado a cabo en el Hotel Guaraní de Asunción, con presencia de los expertos de la OIT, del Ministerio de Educación, empresarios y representantes de los trabajadores.
“La formación dual no es una pasantía, sino que tiene componentes para que la persona se profesionalice al más alto nivel para así responder a los requerimientos de mano de obra de alta cualificación por parte del mercado laboral”, expresó la titular del MTESS.
Refiriéndose al informe, mencionó la necesidad de un marco regulatorio sólido para la formación dual, del cual hoy el país carece. También resaltó la pertinencia de discutir entre el Estado, los trabajadores y los empleadores las debidas responsabilidades para la aplicación de este modelo. Igualmente, se refirió a la pertinencia del modelo para el mercado de trabajo y cómo puede contribuir en mejorar nuestra mano de obra.
Por sobre todo, señaló la necesidad de la inclusión de los jóvenes al mercado de trabajo, para complementar adecuadamente las inversiones en el sector productivo del país.
La formación profesional dual se define como un sistema de formación mediante aprendizaje. Es un aprendizaje eficaz porque vincula la instrucción en el aula con la formación en el lugar de trabajo y porque, se utilizan tanto los conocimientos de los empleadores como de los trabajadores.
El objetivo del informe es contribuir a la mejora de la empleabilidad y a operar en la disminución de la brecha entre la calidad y variedad de la oferta profesional y dar respuesta pertinente a la demanda del mercado de trabajo.
Cabe resaltar que una de las recomendaciones 208 de la OIT habla de “aprendizaje” como una forma de educación y de formación que se rige por un contrato de aprendizaje, que permite a adquirir las competencias requeridas para ejercer una ocupación mediante una formación estructurada con una remuneración u otra compensación financiera en el trabajo y fuera del trabajo, y que conduce a la obtención de la cualificación reconocida.