Los agentes económicos consultados mensualmente por el Banco Central del Paraguay (BCP) en la Encuesta de Expectativas de Variables Económicas (EVE), realizaron una importante baja en su estimación de crecimiento económico en mayo, con respecto a la encuesta anterior. De esta manera, los mismos alinearon su proyección a la oficial de la banca matriz.
Concretamente, de la original proyección del 2% para el PIB local, los agentes económicos bajaron hasta el 0,2%, con un recorte de 1,8 puntos porcentuales. Esta estimación a la baja, se da en un contexto de elevada inflación y en el que las subas de tasa de interés de la banca matriz para evitar efectos de segunda ronda amenazan la recuperación de la economía local para este año.
En consecuencia, los mismos agentes económicos vaticinan que la tasa de política monetaria de la banca matriz cerrará el año en 7,25%, superior al 6,75% esperado inicialmente. Además, esperan que para el 2023 se cierre con una tasa de referencia de política monetaria del 6,25%, igualmente superior al 6% proyectado en la encuesta anterior.
Marco Tulio Benítez, jefe de la división de programación macroeconómica del BCP, reconoció que el principal motivo de los resultados adversos en la encuesta de mayo es la inflación galopante. No obstante, refirió que la misma tiene orígenes externos, y recordó que la banca matriz está intentando accionar sus mecanismos de política monetaria para poder evitar efectos de segunda ronda.
“Hay que tener en cuenta que la inflación que se ha visto en los últimos meses ha tenido que ver con shocks de ofertas, todos relacionados con factores exógenos, como la sequía que se agravó con la incertidumbre de la guerra entre Rusia y Ucrania que repercutió en la suba de precio de combustibles y alimentos, y eso tiene su efecto en las expectativas de los agentes económicos”, refirió.
En lo que respecta al tipo de cambio, los agentes económicos mantuvieron estables sus expectativas e incluso corrigieron levemente a la baja su estimación para el cierre del dólar para el mes, a G. 6.850 en un contexto en que la banca matriz ha realizado importantes intervenciones al mercado cambiario para evitar un disparo de la moneda extranjera que pudiera generar una nueva presión para la inflación.
