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10 de mayo de 2024

Cartera de tarjetas de crédito aumenta un 14% y se extiende a un total de USD 480 millones al cierre de abril

Al cierre del cuarto mes del año, alrededor de 946.800 plásticos se encuentran activos dentro del mercado, con un saldo en cartera que alcanza los G. 3,4 billones y ha crecido en G. 413.207 millones con respecto al mismo periodo del año pasado..

Según referentes del sector, este incremento se debe a que las tarjetas se convirtieron en importantes herramientas de financiación para muchas personas durante el periodo de la post pandemia, principalmente para las compras en supermercados y combustibles.

De acuerdo al boletín más reciente de la Superintendencia de Banco del Banco Central del Paraguay (BCP) al cierre del mes de abril, el saldo de las tarjetas de crédito (TC) sumaron un total de G. 3,4 billones (USD 480 millones al cambio actual), superior al monto registrado en el mismo periodo del 2022, que fue de G. 3 billones (USD 423 millones), es decir que este segmento tuvo un crecimiento del 14% en este periodo.

Con relación a la cantidad de plásticos dentro del mercado, al cierre del primer cuatrimestre del año esta alcanzó un total de 946.800 unidades, lo que significó un incremento del 11%, alrededor de 90.000 tarjetas, con relación a abril del año anterior, cuando fue de 853.404 unidades. 

Ignacio Canónico, gerente de Productos y Servicios del Banco Itaú, comentó a MarketData que la cartera de tarjetas de crédito de la entidad ha tenido un crecimiento interanual del 15%, acompañando el comportamiento que este producto de consumo tuvo dentro del sistema.

Según Canónico, este crecimiento dentro del sector se debería principalmente a que la tarjeta de crédito ha sido una importante herramienta de financiación incluso en rubros de primera necesidad como supermercado, combustible, entre otros segmentos.

“A nivel general este comportamiento obedece a la recuperación principalmente del sector terciario que permitió volver a generar dinamismo en lo que respecta al consumo”, resaltó el representante de Itaú.

En cuanto a la morosidad, el BCP señala que los usuarios de tarjetas de crédito con una línea de crédito menor a G. 3 millones presentan una tasa de morosidad de 9%; mientras que en el grupo de montos mayores a G. 10 millones, el índice de atrasos es de solamente del 3,2%. 

Por su parte, la línea  de G. 5 millones a G. 10 millones posee 5,7% de morosidad y del G. 3 millones a G. 5 millones esta se encuentra en el 6,8%.

En este punto es importante recordar que la tasa de morosidad del sistema bancario en general a abril se ubica en 3,30%.

Sobre este punto, el vocero de Itaú indicó que este incremento era de esperarse, y que se trata de un efecto de la post pandemia, ya que varios sectores han experimentado una pérdida del poder adquisitivo, “debido a una combinación de sobreendeudamiento y efecto de precio final, por el índice de inflación, por lo que esta situación generó incrementos en la morosidad, para lo cual la reestructuración de los créditos resulta fundamental”, resaltó.

Además, comentó que una eventual reducción de las tasas podría  generar un mayor crecimiento y a su vez podría acompañar una reducción paulatina en los niveles de morosidad. 

“No obstante, se debe tener en cuenta también que en algunos sectores el desempeño comercial es más complicado y retraído. Queda por ver cómo impactaría un desaceleramiento de la inflación que se viene dando en los últimos meses”, expresó Canónico. 

Panorama del segmento para los próximos meses

Respecto a las perspectivas de crecimiento para las tarjetas de crédito en los próximos meses, Canónico indicó que estas seguirán creciendo, ya que estas se constituyeron coma una herramienta de financiamiento importante en el mercado local, incluso para la primera necesidad, lo cual genera un efecto de mayor transaccionalidad pero con tickets medios más bajos.

Respecto a los utilidades que esta brinda al cliente, el gerente de Productos y Servicios del Banco Itaú explicó que las TC ofrecen desde beneficios intangibles como tener la posibilidad de controlar los gastos que uno va realizando, mayor seguridad al no llevar dinero en efectivo así, como beneficios tangibles pudiendo acceder a ofertas especiales donde el cliente tiene la posibilidad de ahorrar en la compra de bienes  y servicios a través de las promociones con los comercios aliados.