La recuperación de la actividad económica y la mejora registrada en los ingresos tributarios de los últimos meses – luego del desplome sufrido en abril a causa de la COVID-19 – motivan al Ministerio de Hacienda a iniciar un proceso de revisión de la proyección sobre el déficit fiscal para el 2020.
Tras la llegada de la pandemia en Paraguay (a principios de marzo), técnicos de la cartera económica formularon una estimación que apunta a un desequilibrio entre ingresos y gastos equivalente a 7,1% del Producto Interno Bruto (PIB) para este año.
Viviana Casco, directora de Política Macro-Fiscal, anunció esta mañana durante la presentación del informe de Situación Financiera, que el déficit fiscal podría finalmente terminar en torno al 6,5% del PIB en el 2020, si se dan algunas condiciones. Aclaró que este resultado dependerá del ritmo que se tenga en los ingresos tributarios y en la ejecución de las inversiones y gastos, en lo que resta del año.
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“Estamos viendo que el resultado fiscal global se está estabilizando, en el sentido de que no está aumentando considerablemente en comparación a los números que vimos antes de junio (en inicio de la pandemia). Esto responde a la recuperación que estamos teniendo en los ingresos, principalmente en la recaudación de la SET”, destacó Casco.
Sobre el mismo punto, Carmen Marín, viceministra de Economía, resaltó que el proceso de recuperación en la actividad económica y en la recaudación por el Impuesto al Valor Agregado (IVA) – que marca el ritmo del consumo –, de los últimos meses, se está dando de una manera más rápida de la que se esperaba.
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Resultado acumulado. El informe presentado esta mañana por el Ministerio de Hacienda indica que de enero a setiembre del 2020 se acumuló un déficit fiscal de G. 9 billones (USD 1.291 millones en el cambio actual), equivalente a 3,8% del PIB.
El resultado se da luego de que los ingresos totales hasta setiembre ascendieron a G. 23,2 billones; mientras que los gastos totales treparon a G. 27,2 billones (USD 3.895 millones), sumado a las inversiones ejecutadas por G. 5 billones (USD 727,5 millones), detalla el documento.
¿Cómo se calcula el resultado fiscal?
El resultado fiscal – que puede ser superavitario (positivo) o deficitario (negativo) – se obtiene del cálculo entre los ingresos totales, menos los gastos totales (donde también se incluye el monto ejecutado en inversiones).
Desde el 2013 para adelante, el resultado fiscal viene siendo negativo y alineado al tope de 1,5% del PIB, establecido por la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF) para años buenos.
El año pasado, el Gobierno tuvo que usar la válvula de escape permitida por la LRF, pidiendo al Congreso Nacional poder cerrar el 2019 con un déficit de hasta 3% del PIB, para tener posibilidad de incrementar las inversiones en obras públicas y dinamizar la economía.
Finalmente, el desequilibrio en el 2019 llegó a 2,9% del Producto, a causa del mal año agrícola por cuestiones climáticas, que estancó a la economía del país.