Por Fabrizio Santacruz
La sociedad en general, suele esperar un nivel elevado de eficiencia y efectividad en cuanto al desempeño del Estado. Esta expectativa lleva a debatir los factores fundamentales que inciden en el funcionamiento de la maquinaria estatal.
Entre estos aspectos, el tamaño del Estado surge como una variable con relevancia. Sin embargo ¿cómo podemos medirlo de manera que establezca un parámetro significativo?
Es esencial comprender que a lo largo de la historia, la percepción del tamaño del Estado ha evolucionado en respuesta a diversos contextos políticos, económicos y sociales. Desde tiempos antiguos hasta la era moderna, filósofos, líderes y eruditos han debatido sobre el papel y la extensión del gobierno en la sociedad, moldeando así el concepto de tamaño del Estado.
Según la Real Academia Española (RAE), el Estado se define como «la forma de organización política con poder soberano e independiente que gobierna a la población de un territorio».
En términos económicos, el tamaño del Estado se refiere a la amplitud de las funciones y responsabilidades que asume el gobierno en una sociedad, abarcando tanto su alcance político como su intervención en la vida de los ciudadanos.
Las medidas convencionales para evaluar el tamaño del Estado suelen incluir el porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) destinado al gasto público, la carga fiscal, la deuda pública y el porcentaje de empleo en el sector público.
Un elevado gasto público conlleva generalmente a una presión fiscal significativa o un aumento sustancial en la deuda pública. Sin embargo, estos indicadores no siempre reflejan un nivel óptimo de desarrollo humano, ya que pueden estar asociados con ineficiencias derivadas de la burocracia, la existencia de empleo ficticio y prácticas corruptas.
Considerando el porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) dedicado al gasto público y la proporción de trabajadores empleados en el sector público en la población activa de 9 países de Sudamérica en un determinado año (2022) y comparando los mismos, podremos sacar ciertas conclusiones con relación al tamaño del Estado.
Porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) destinado al gasto público
Muestra de países sudamericanos | Gasto público (en millones de euros) | PIB (en millones de euros) | % |
PERÚ | 54.438,60 | 232.089 | 23,456 |
PARAGUAY | 9.353,60 | 39.589 | 23,627 |
CHILE | 76.395,90 | 285.355 | 26,772 |
ARGENTINA | 185.088 | 631.133,38 | 29,326 |
URUGUAY | 20.098,70 | 67.538 | 29,759 |
COLOMBIA | 111.057,90 | 326.055 | 34,061 |
BOLIVIA | 14.9270 | 42.049 | 35,499 |
ECUADOR | 42.947,10 | 109.167 | 39,341 |
BRASIL | 845.022,60 | 1.821.862 | 46,382 |
Fuente: Elaboración propia con datos de Datosmacro.com
Porcentaje de trabajadores empleados en el sector público en la población activa
Muestra de países sudamericanos | Funcionarios públicos (en millones) | Población activa (en millones) | % |
BRASIL | SD | SD | – |
ARGENTINA | 3,9 | 21,51 | 18,130 |
URUGUAY | 0,296925 | 1,75 | 16,961 |
PARAGUAY | 0,266412 | 1,75063 | 15,218 |
CHILE | 0,445823 | 9,62997 | 4,630 |
BOLIVIA | 0,4244 | 5,91 | 7,178 |
PERÚ | 1,531 | 18,26845 | 8,381 |
ECUADOR | 0,485042 | 8,81344 | 5,503 |
COLOMBIA | 1,275 | 25,77091 | 4,947 |
Fuente: Elaboración propia con datos del Banco mundial, Cippec,Oficina Nacional de Servicio Civil, Dende, Dipres, INE, Características del Servicio Civil Peruano, Ministerio del Trabajo y Promoción del Empleo (Ecuador), Ministerio del Trabajo (Colombia).
Al analizar la medición del Estado en los países proporcionados y contrastar los datos, se puede observar una variación significativa en el porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) destinado al gasto público y en el porcentaje de la población activa que trabaja como funcionario del Estado.
Por ejemplo, Brasil destina un 46.382% de su PIB al gasto público, mientras que Chile asigna solo un 26.772%. Esta disparidad puede reflejar distintas prioridades gubernamentales y niveles de desarrollo económico.
Asimismo, al considerar el porcentaje de la población activa que trabaja como funcionario del Estado, se evidencian diferencias notables entre los países. Argentina y Uruguay presentan un porcentaje considerablemente alto de funcionarios públicos en relación con su fuerza laboral, mientras que Chile y Colombia muestran cifras significativamente más bajas.
Estas disparidades pueden explicarse por factores como la tradición política, las políticas de contratación gubernamental y las necesidades específicas de cada país en términos de servicios públicos.
Además, se puede observar una relación entre el porcentaje del PIB destinado al gasto público y el porcentaje de la población activa empleada en el sector público. En países con un mayor gasto público, como Ecuador y Bolivia, la proporción de funcionarios públicos tiende a ser más alta en comparación con países con un menor gasto público, como Chile y Colombia.
Esto sugiere que el tamaño del Estado, medido en términos de gasto público y empleo público, está influenciado por decisiones políticas y económicas específicas de cada país, así como por su nivel de desarrollo y las preferencias de su sociedad en cuanto al papel del gobierno en la economía y la sociedad.
En resumen, la medición del Estado varía significativamente entre países y refleja una compleja interacción entre factores políticos, económicos y sociales.
Al observar los datos proporcionados, podemos hacer un análisis sobre si Paraguay puede considerarse un Estado grande o pequeño en comparación con otros países de la región.
En términos del porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) destinado al gasto público, Paraguay se sitúa en torno al 23.627%, una cifra similar a la de Perú. Comparado con otros países como Brasil, Ecuador y Bolivia, cuyos porcentajes superan el 35%, Paraguay podría considerarse relativamente más pequeño en este aspecto.
Por otro lado, al analizar el porcentaje de la población activa que trabaja como funcionario del Estado, Paraguay presenta un valor del 15.218%. Si bien no es el más alto, está por encima de países como Chile y Colombia, pero por debajo de Argentina y Uruguay.
Basándonos en estos datos, podríamos concluir que Paraguay se encuentra en una posición intermedia en términos de tamaño del Estado en comparación con otros países de la región. Si bien no tiene un gasto público tan elevado como otros, su proporción de funcionarios públicos en relación con la población activa es significativa.
Esto sugiere que, si bien Paraguay no puede considerarse un Estado grande en términos absolutos, tampoco puede clasificarse como pequeño en comparación con sus vecinos.
En última instancia, la evaluación del tamaño del Estado debe tener en cuenta una variedad de factores, incluidas las políticas económicas y sociales específicas de cada país, así como las preferencias de su sociedad en cuanto al papel y alcance del gobierno.