La primera revisión del PCI concluyó de manera positiva, según lo que había afirmado el jefe de la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI), Mauricio Villlafuerte, quien sostuvo que el desempeño macroeconómico del Paraguay demuestra solidez, con una expectativa de crecimiento en torno al 4,5% alineado a una convergencia de déficit fiscal del 2,3%, a fines de este año.
“El desempeño macroeconómico en el 2023 es fuerte, debido a que la economía se está recuperando de la sequía del año pasado y la implementación de las políticas permanece en la trayectoria esperada. El crecimiento se proyecta en 4,5% para el 2023, y se espera que el déficit fiscal de este año baje a 2,3% del PIB”, expresó Mauricio Villafuerte.
Agregó que esto es importante, debido a que Paraguay necesita reconstruir los colchones fiscales y preservar la resiliencia ante choques futuros después de los últimos años de aumentos sustanciales de la deuda pública por el impacto de la pandemia del COVID-19 y las medidas para contribuir a la recuperación económica.
“Alentamos a las autoridades a mantener su mirada enfocada en reducir el déficit en 2024 para cumplir con la Ley de Responsabilidad Fiscal, que establece un límite para el déficit fiscal de 1,5 % del PIB”, indicó.
“El gobierno paraguayo se compromete a avanzar en los objetivos de reforma del PCI establecidos para 2023. Estos incluyen la elaboración de una ley de transición para la Caja Fiscal y una nueva versión de la ley para la supervisión del sistema de pensiones, que sentarán las bases para una reforma más integral del sistema de pensiones», señaló el jefe de la misión.
Inflación y Política monetaria
Con respecto a la inflación, Mauricio Villafuerte destacó que se encuentra en dirección a la baja y que se espera que alcance a ubicarse cerca de la meta del BCP a finales de este año. En este contexto, sostuvo que el BCP podría empezar a reducir su tasa de referencia durante este año.
“La posición cauta y moderadamente restrictiva de las autoridades es apropiada por ahora y podría ser relajada una vez que la inflación se acerque a la meta de inflación más adelante este año”, precisaron desde el FMI, en el comunicado de fin de misión emitido el miércoles pasado.
Recordemos que el Banco Central del Paraguay (BCP) había dejado de ajustar su tasa de política monetaria (TPM) en septiembre del año pasado y hasta hoy en día se mantiene en 8,5%; esto, luego de que se incrementara ininterrumpidamente desde agosto del 2021, a partir del nivel de 0,75% hasta el que había descendido durante la pandemia.
En entrevista con MarketData, el director del BCP, Humberto Colmán, había afirmando que podrían reducir la TPM a partir del segundo semestre, si las condiciones se encuentran dadas.
Recientemente, un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ubicó a Paraguay entre las economías mejor posicionadas en cuanto al combate a la inflación, con una de las tasas de política monetaria más bajas de la región y una expectativa de 12 meses anunciada en la meta del BCP.
Sobre este punto, el economista Gustavo Rivas, en entrevista con MarketData, explicó que el panorama aún es incierto para la inflación y que por ello aún no es recomendable empezar a reducir la TPM, al menos por ahora, puesto que persisten factores de riesgo.
“Yo no creo que (el BCP) tenga tanto espacio y maniobrabilidad para bajar la tasa actualmente. Si bien el incendio grande de la inflación se apagó, todavía existen pequeños focos que pueden provocar de vuelta inflación, pero creo que desde julio aproximadamente el escenario podría mejorar”, precisó.
Política monetaria y efectos en la banca
A pesar de un aumento marginal en la relación cartera vencida y total de préstamos, los indicadores de solvencia del sector financiero superan holgadamente los requisitos de capital mínimo legal y la rentabilidad de los bancos se recuperaron a niveles previos a la pandemia.
Los datos del Banco Central del Paraguay (BCP) dan cuenta de que los depósitos en moneda extranjera se siguen contrayendo a pesar de los ajustes constantes que hace la Reserva Federal de Estados Unidos (FED).
En febrero, los depósitos cayeron -2,01% interanual y mantienen una tendencia a la baja desde el año pasado. De acuerdo a los datos de la Superintendencia de Bancos, la cartera de ahorros del sistema bancario suma unos USD 8.477 millones.
El economista Gustavo Rivas explicó que este fenómeno se denomina “Fly to Quality”, que describe la salida de capitales a otros mercados más competitivos, en este caso, el de Estados Unidos, que ofrece mayores tasas de interés para los depósitos, así como en otro tipo de inversiones.
Esto se debe a que, con el aumento de la tasa de referencia de la FED, los intereses en el exterior son más atractivos para los inversionistas extranjeros. “Estamos viendo esa salida de capitales y es muy importante, pero es normal debido a los aumentos que se están dando afuera”, señaló el analista.
Por otro lado, agregó que la turbulencia de los mercados financieros extranjeros no tendría incidencia directa en el plano local; en el caso de que la FED ante esta situación decida seguir aumentando su tasa de referencia, podría seguir viéndose un encarecimiento del crédito.
Mientras que con relación al dólar, Rivas indicó que el BCP ha empleado una postura activa para mitigar y cortar picos de volatilidad, a través de su política cambiaria.
En este contexto, precisó que los G. 7.200 serían un umbral que podría mantenerse durante este año y que los agentes económicos podrían ajustarse a este tipo de cambio.