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22 de noviembre de 2024

FMI considera posible poner fin a la pandemia, pero con una actuación mundial más coordinada

El organismo internacional presenta una propuesta en la que señala que se puede poner fin a la pandemia del COVID-19 y que para ello se requiere de USD 50.000 millones. El FMI estima que si se lleva adelante la iniciativa, para finales del 2021 el 40% de la población mundial podría estar vacunada, y la mayor parte se podría financiar mediante subsidios y donaciones.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó recientemente un artículo denominado “Una propuesta para poner fin a la pandemia del COVID-19”, en base a un estudio realizado por parte de su personal técnico en que aseguran que la crisis generada por el virus es un problema que tiene solución, pero que requiere de una actuación mundial más coordinada.

Los técnicos del citado organismo señalan que es necesario que se actúe ya, para poner fin a la pérdida de vidas y a la presión causada por la pandemia. Además, reiteran la advertencia que había realizado el FMI respecto a la divergencia de las recuperaciones económicas, que se está materializando de manera peligrosa.

En esta línea, consideran que las disparidades se acentuarán más entre los países ricos -con acceso generalizado a vacunas, herramientas de diagnóstico y terapias- y los países más pobres, que aún están luchando por inocular a los trabajadores sanitarios esenciales.

Los especialistas afirman que está claro que la crisis económica no llegará verdaderamente a su fin si no se resuelve la crisis sanitaria; por lo tanto, la política respecto a la pandemia es una política económica.

En el estudio reciente, el personal técnico del FMI analiza las múltiples dimensiones de la lucha contra la pandemia y proponen metas realistas para lograr controlar sustancialmente la problemática en todas las regiones.

Entre los autores del artículo figuran la propia directora gerente del FMI, Kristalina Gerogieva; Gita Gopinath, Consejera Económica y directora del Departamento de Estudios; y Ruchir Agarwal, economista.

Propuesta

La propuesta se centra en vacunar por lo menos al 40% de la población de todos los países para fines de 2021, y por lo menos al 60% para el primer semestre de 2022; además, sugiere que simultáneamente se realice un seguimiento de los riesgos de deterioro de la situación y establecer mecanismos de protección.

Así también, plantea que se asegure la detección y el rastreo generalizados, mantener existencias adecuadas de herramientas terapéuticas y hacer cumplir las medidas sanitarias en los lugares donde la cobertura de vacunación es baja.

No obstante, aclaran que la estrategia no requiere meros compromisos sino financiamiento inmediato, donaciones inmediatas de vacunas y una inversión con riesgo para que el mundo pueda protegerse de los escenarios de deterioro de la situación.

El FMI ubica a Paraguay entre los países con peor situación en cuanto a la vacunación de su población contra el COVID-19. Recuerda que al cierre de abril del 2021 menos del 10% de las personas han recibido al menos una dosis en nuestro país, perfil que en la región compartimos con Bolivia, Perú, Ecuador Colombia y Venezuela. Los mejor posicionados son Chile y Uruguay. Fuente: FMI

Financiamiento

En este sentido, los autores del análisis mencionan que el costo total de la propuesta es de alrededor de USD 50.000 millones, e incluiría donaciones, recursos de gobiernos nacionales y financiamiento concesionario.

Agregan que hay razones contundentes para que por lo menos USD 35.000 millones se financien mediante donaciones. 

“La buena noticia es que los gobiernos del G-20 ya han reconocido que es importante cubrir el déficit de financiamiento mediante donaciones, identificado por el Acelerador del acceso a las herramientas contra la COVID-19 (ACT, por sus siglas en inglés), déficit que asciende a USD 22.000 millones. Es decir, se estima que se necesitan USD 13.000 millones en donaciones adicionales”, mencionan.

Así también, refieren que el resto del plan global de financiamiento -alrededor de USD 15.000 millones- puede provenir de mecanismos de financiamiento contra la COVID-19 creados por bancos multilaterales de desarrollo.

Los técnicos del FMI sostienen que, si bien salvar vidas y medios de vida es algo que no debería necesitar justificación, un final anticipado de la pandemia también podría inyectar el equivalente a USD 9 billones en la economía mundial para 2025, gracias a la reanudación acelerada de la actividad económica.

“Las economías avanzadas, que son probablemente las que más gastarán en este esfuerzo, obtendrían la rentabilidad más alta de la inversión pública en la historia moderna, captando 40% de los USD 9 billones acumulados en forma de un aumento del PIB mundial y aproximadamente USD 1 billón en recaudación impositiva adicional”, aseguran.

Recomendaciones para actuar

Por otra parte, entre los principales pasos propuestos incluyen: alcanzar las metas de vacunación, proporcionar de inmediato donaciones adicionales al mecanismo COVAX por una cantidad mínima de USD 4.000 millones -que ayudará a finalizar los pedidos- y activar la capacidad de vacunación no utilizada.

Así también, garantizar la libre circulación transfronteriza de las materias primas y las vacunas terminadas, “Esas restricciones están poniendo en peligro el acceso de miles de millones de personas en el mundo en desarrollo a la inmunización”, acotan.

Además, instan a dotar de inmediato el excedente de vacunas. En esta línea, mencionan que, según sus proyecciones, alrededor de 1.000 millones de dosis podrían donarse este año, aun si los países dan preferencia a su propia población.

En este punto, añaden que las donaciones, incluso para los costos de envío, deberían realizarse a través de COVAX para que las vacunas se distribuyan de manera equitativa y siguiendo los principios de la salud pública.

“Proyectamos que las medidas indicadas anteriormente podrían bastar para alcanzar la meta de vacunación de 40% para fines de 2021 y de 60% para el primer semestre de 2022, si no surgen riesgos de deterioro de la situación”, indican

Protegerse de los riesgos de deterioro de la situación

Por otra parte, señalan que es conveniente realizar inversiones con riesgo para diversificar e incrementar la capacidad de producción de vacunas en 1.000 millones de dosis a comienzos de 2022, para hacer frente a los riesgos de deterioro de la situación en 91 países de bajo y mediano ingreso; por ejemplo, como consecuencia de variantes nuevas que podrían requerir dosis de refuerzo, lo que requeriría unos USD 8.000 millones.

También apelan a expandir la vigilancia genómica y la supervisión sistémica de la cadena de suministro con planes de contingencia concretos para hacer frente a posibles mutaciones o shocks en la cadena de suministro. Estos planes deberían elaborarse con la participación de organismos multilaterales, creadores y fabricantes de vacunas y los principales gobiernos nacionales, y podría requerir unos USD 3.000 millones.

Manejar el período intermedio de suministro limitado de vacunas

Así también, una acción planteada por el FMI consiste en garantizar pruebas generalizadas de detección, suficientes herramientas terapéuticas, medidas de salud pública y prepararse para campañas de vacunación, por USD 30.000 millones.

De manera complementaria, recomienda evaluar e implementar con urgencia (en los casos en que estén aprobadas) estrategias para estirar las dosis a fin de expandir el suministro efectivo, mediante una inversión de USD 2.000 millones.

“El mundo no tiene que sufrir el dolor de otra escalada histórica de casos de COVID-19. Actuando con firmeza ya, y con un financiamiento que es muy pequeño en relación con los gigantescos beneficios, podremos dejar atrás definitivamente esta crisis sanitaria”, finalizan los técnicos del FMI.

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