El Fondo Monetario Internacional (FMI) recortó sus perspectivas de crecimiento mundial para este año y el próximo, advirtiendo que la economía mundial podría estar encaminada a una recesión.
La expansión económica mundial se ralentizará probablemente hasta el 3,2% este año, menor al 3,6% previsto por el Fondo en abril y el 4,4% visto en enero, dijo el FMI en una actualización de sus Perspectivas Económicas Mundiales publicada el martes.
Se espera que la serie de subidas de tasas de interés que los bancos centrales han utilizado para contener la inflación se sienta en 2023 y que el crecimiento de la producción mundial se ralentice hasta el 2,9%, agregó el organismo.
«El panorama se ha ensombrecido considerablemente desde abril. El mundo podría estar pronto al borde de una recesión global, sólo dos años después de la última», dijo Pierre-Olivier Gourinchas, economista jefe del FMI, en un blog que acompañaba la publicación de la actualización.
Los precios de consumo han subido más rápido de lo previsto y el Fondo prevé que la inflación se acelere aún más este año, ya que el costo de alimentos y energía se une a los existentes factores que están desequilibrando la oferta y demanda a nivel mundial.
Las revisiones a la baja de las perspectivas de crecimiento fueron amplias, pero la proyección de la expansión de Estados Unidos fue la más afectada, ya que el FMI la recortó en 1,4 puntos porcentuales con respecto a la estimación de abril, hasta el 2,3%, debido a un menor crecimiento a principios de año, a la reducción del poder adquisitivo de los hogares y a una política monetaria más restrictiva.
Se concretó así el tercer recorte a las perspectivas del PIB mundial, mientras se disparan la inflación y los tipos de interés.
Venta de viviendas nuevas en EEUU cayó a su nivel más bajo en 2 años
Las ventas de viviendas unifamiliares nuevas en los Estados Unidos cayeron a su nivel más bajo en más de dos años, en junio, principalmente debido a las altas tasas hipotecarias y los elevados precios que causaron una disminución en la demanda de viviendas nuevas.
Las ventas de viviendas nuevas cayeron un 8,1% hasta una tasa anual desestacionalizada de 590.000 unidades el mes pasado, el nivel más bajo desde abril de 2020, según informó el martes el Departamento de Comercio. Las ventas disminuyeron un 17,4% en términos interanuales, en mayo, alcanzando un máximo de 993.000 unidades en enero de 2021, que fue el nivel más alto desde finales de 2006.
El tipo de contrato de una hipoteca de tasa fija a 30 años está en una media del 5,54%, según datos de la agencia de financiación hipotecaria Freddie Mac. La tasa ha subido más de 200 puntos básicos desde enero, ya que la inflación se disparó y la Reserva Federal endureció agresivamente su política monetaria.
El mercado inmobiliario es uno de los sectores más sensibles a los tipos de interés.
Los datos de la semana pasada mostraron que las ventas de viviendas de segunda mano cayeron por quinto mes consecutivo en junio. Las viviendas iniciadas y los permisos de construcción también disminuyeron el mes pasado, pero es poco probable que se produzca un colapso debido a la grave escasez de viviendas.
FED sube sus tasas de interés en 75 puntos básicos para combatir la creciente inflación
Los funcionarios de la Reserva Federal (FED) subieron los tipos de interés en 75 puntos básicos por segundo mes consecutivo, llevando a cabo el ajuste más agresivo en más de una generación para frenar la creciente inflación, pero arriesgando un fuerte golpe a la economía.
Los responsables de la política monetaria, que se enfrentan a las mayores presiones sobre los precios en 40 años, elevaron el miércoles el rango objetivo del tipo de interés de los fondos federales hasta el 2,25% y el 2,5%. Con ello, el aumento acumulado de junio-julio se eleva a 150 puntos básicos, la mayor subida desde que se inició la lucha contra los precios.
Deuda de EEUU aumentará hasta 185% del PIB para 2052, según la CBO
La carga de la deuda federal de Estados Unidos alcanzará el 185% de la producción económica en 2052, según proyectó el miércoles la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO). Se trata de una mejora respecto a la estimación a largo plazo del año pasado, pero una proyección marcada por el aumento exponencial de los costes de los intereses y el débil crecimiento de la población.
En 2021, la CBO había proyectado que la deuda federal en 2051 sería del 202% de la producción del PIB estadounidense, y la mejora de este año se debe a una fuerte recuperación de la pandemia del COVID-19.
Las estimaciones suponen que las leyes fiscales y de gasto actuales se mantengan durante los próximos 30 años. La CBO estimó que los gastos netos por intereses de Estados Unidos como porcentaje del PIB aumentarán hasta el 7,2% en 2052, frente al 1,6% de este año.
Esto se debe tanto al creciente tamaño de la deuda como al aumento de las tasas de interés en los próximos 30 años, dijo la agencia de arbitraje fiscal no partidista. La tasa de interés medio de la deuda federal pasará del 1,8% en 2022 al 3,1% en 2032 y al 4,2% en 2052.
La CBO también ha publicado un nuevo informe demográfico, en el que proyecta que el crecimiento de la población estadounidense pasará de 335 millones de personas en 2022 a 369 millones en 2052, lo que supone una tasa de crecimiento anual del 0,3%, apenas un tercio de la tasa registrada entre 1980 y 2021
El G7 quiere topear los precios del petróleo ruso antes del 5 de diciembre
Los países pertenecientes al G7 pretenden poner en marcha un mecanismo de limitación de los precios de las exportaciones de petróleo ruso antes del 5 de diciembre de este año, fecha en la cual entrarán en vigor las sanciones de la Unión Europea (UE) que prohíben las importaciones marítimas de crudo ruso, según declaró un funcionario de la G7.
El G7 (integrado por Estados Unidos, Canadá, Japón, Alemania, Francia, Italia y Gran Bretaña) dijo el mes pasado que estudiaría la posibilidad de fijar un tope de precios al crudo ruso para frenar los ingresos petroleros que Moscú utiliza para financiar su invasión a Ucrania.
El G7 quiere que los miembros del cártel de compradores fijen el precio del crudo ruso a un nivel superior a los costes de producción rusos, para incentivar al Kremlin a seguir bombeando, pero muy por debajo de los altos precios actuales del mercado.
De este modo, Rusia se vería en la difícil tesitura de tener que elegir entre aceptar unos ingresos más bajos, pero continuados, o no tener casi ingresos una vez que el embargo de crudo de la UE entre en vigor en diciembre.
