La semana arrancó con la noticia de que la inflación alemana alcanzó un nuevo máximo en más de una década.
La inflación anual de los precios al consumo en Alemania aumentó en agosto a un nuevo nivel máximo de los últimos 13 años. Esto subraya las crecientes presiones sobre los precios, mientras la mayor economía europea se recupera de la pandemia y las empresas luchan contra la escasez de suministros.
Los precios al consumo, normalizados para hacerlos comparables con los datos de inflación de otros países de la Unión Europea, aumentaron un 3,4% frente al 3,1% registrado en julio, según las cifras preliminares de la Oficina Federal de Estadística.
La tasa de inflación nacional (IPC) aumentó hasta el 3,9%, alcanzando la cifra más elevada desde diciembre de 1993, cuando la economía se disparó tras la reunificación alemana.
«Esto se debe a la subida de los precios de la energía y los alimentos, mientras que la inflación subyacente probablemente incluso cayó ligeramente del 2,9% al 2,8%», dijo Ralph Solveen, analista de Commerzbank.
La actividad industrial se desacelera en China
Según las encuestas de Reuters, el crecimiento de la actividad de las fábricas chinas probablemente se haya enfriado aún más en agosto, ya que las restricciones a causa de las nuevas olas de contagios y los altos precios de las materias primas siguieron presionando a los fabricantes y la economía perdió impulso.
Se espera que el índice oficial de gestores de compras (PMI) del sector manufacturero descienda a 50,2 en agosto, frente a los 50,4 de julio, lo cual supondría el quinto mes de ralentización del crecimiento.
Los PMI del sector manufacturero y de servicios probablemente se moderarán en agosto, debido a los brotes de la variante Delta y las consiguientes medidas de bloqueo.
El sector manufacturero estadounidense repuntó en agosto
La actividad manufacturera estadounidense repuntó inesperadamente en agosto, gracias al fuerte crecimiento de los pedidos. El Instituto de Gestión de Suministros (ISM) dijo el miércoles que su índice de actividad fabril nacional subió a 59,9 el mes pasado, desde una lectura de 59,5 en julio.
Una lectura superior a 50 indica una expansión en el sector manufacturero, el cual representa el 11,9% de la economía estadounidense. Los economistas encuestados por Reuters habían previsto que el índice cayera a 58,6.
El subíndice de nuevos pedidos de la encuesta ISM repuntó hasta una lectura de 66,7 el mes pasado, tras dos descensos mensuales consecutivos. La demanda está siendo impulsada por las empresas que están desesperadas por reponer las existencias después de que estas se redujeran drásticamente en el primer semestre del año.
La acumulación de inventario -que se espera sea el principal motor del crecimiento del producto interior bruto durante el resto de este año y hasta 2022- se ha visto frustrada por las limitaciones de la oferta.
La escasez de insumos ha disparado los precios tanto para los fabricantes como para los consumidores. La medida del ISM sobre el rendimiento de las entregas de los proveedores a las organizaciones manufactureras se redujo aún más en agosto, lo que indica cierta mejora en el ritmo de las entregas.
Déficit comercial de EEUU se redujo en julio, tras caída de importaciones
El déficit comercial de los Estados Unidos se redujo más de lo previsto en julio, ya que las importaciones disminuyeron probablemente a causa de la escasez y el cambio de foco del gasto fijo de productos a servicios. El departamento de Comercio anunció que la brecha comercial cayó en 4,3% hasta los USD 70.100 millones.
Las importaciones cayeron en 0,2%, hasta USD 282.900 millones. Las importaciones de bienes se redujeron en 1,2% hasta los USD 236.300 millones, probablemente a causa de la disminución en la oferta. Por otro lado, las exportaciones aumentaron en 1,3% hasta los USD 212.800 millones, en julio.
Si se mantiene la reducción en el déficit comercial, el comercio contribuirá al crecimiento del producto interior bruto (PIB) en el tercer trimestre, después de haber sido un factor negativo para el PIB durante cuatro trimestres consecutivos.
Sin embargo, con las empresas apuradas para reconstruir sus inventarios, que se agotaron en la primera mitad del año, el descenso de las importaciones de bienes en julio podría ser solamente temporal.
Crecimiento del empleo en EEUU se ralentizó más de lo previsto en agosto
El crecimiento del empleo en los Estados Unidos se ralentizó más de lo previsto en agosto, en medio de una caída en la demanda de servicios y una persistente escasez de trabajadores, mientras que los nuevos contagios del COVID-19 se disparan. Sin embargo, el ritmo fue suficiente para mantener la expansión económica.
La tasa de desempleo disminuyó al 5,2% desde el 5,4% en julio. Sin embargo, el dato inicial de empleo de agosto ha estado por debajo de las expectativas y ha sido más lento que la media de tres meses del crecimiento hasta julio de los últimos años.
El presidente de la Reserva Federal (FED), Jerome Powell, afirmó la semana pasada que la recuperación económica está en curso, pero no dio señal alguna sobre cuándo el banco central estadounidense planea reducir sus compras de activos, más allá de decir que podría ser «este año».
