La Habana, 11 ene (EFE).- La empresa estatal Unión Eléctrica (UNE) de Cuba advirtió este miércoles de que regresarán los apagones «programados» por mantenimientos en centrales termoeléctricas del país, aunque estos tendrán una duración de menos horas diarias en comparación con el año pasado.
Esos mantenimientos «comprometen actualmente unos 650 megavatios (MW), un déficit de carga que puede provocar interrupciones al servicio durante los primeros meses del año», según el director técnico de la UNE, Lázaro Guerra, citado por la Agencia Cubana de Noticias.
De tener apagones, serán en el horario de máxima demanda (tarde-noche), cada cuatro días y no por más de 3 horas, según indicó Guerra, quien añadió que estarán organizados en cuatro bloques por provincias.
Luego del mantenimiento, «estas unidades se deben incorporar al sistema eléctrico nacional con una capacidad superior, y ganar en estabilidad en su operación, disminuyendo probabilidad de salida de servicio por averías», añadió.
Guerra adelantó que casi todas las unidades «culminarán este proceso de mantenimiento intensivo en los primeros meses del año».
Cuba cerró el año pasado -y comenzó este- sin cortes programados en el suministro eléctrico, aunque el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, avanzó que prevén interrupciones entre enero y abril.
Los cortes del suministro, un factor clave de descontento social en el país, se redujeron sensiblemente en diciembre tras la crisis energética de meses, agravada por el paso del huracán Ian a finales de septiembre.
Los apagones casi desaparecieron durante las últimas dos semanas de 2022, pero en los primeros días de enero han vuelto a registrarse casos aislados, aunque muy lejos de los frecuentes cortes de hasta 12 horas diarias de los meses previos. La tasa de afectación rozó entonces el 40 %.
Las autoridades cubanas atribuyen la crisis energética en el país a las roturas y fallos en las -obsoletas y con déficit de inversión- plantas termoeléctricas, la escasez de combustible y los mantenimientos programados.
La mayoría de las ocho centrales terrestres de Cuba opera con más de 40 años de explotación, cuando la edad media es de 30 años.
