La Habana, 2 feb (EFE).- Los precios en el mercado formal de Cuba se han doblado en los últimos dos años, desde que entró en vigor la Tarea Ordenamiento, según datos de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) elaborados por EFE.
Las alzas en los precios en este período han sido aún más marcadas en los alimentos, donde casi se han triplicado, algo ligado a la severa escasez que padece el país y su fuerte dependencia de las importaciones en un entorno con un dólar fuerte y un peso cubano (CUP) a la baja.
Según el informe mensual de la ONEI, el Índice de Precios al Consumo (IPC) interanual en el mercado formal se situó en diciembre en el 39,07 % en 2022. Este indicador en el mismo mes del ejercicio anterior se encontraba en el 77,33 %.
Esto significa que en promedio, los precios se doblaron (x2,07) entre el 1 de enero de 2021 y el 31 de diciembre de 2022, coincidiendo con una de las crisis más graves que ha atravesado el país en décadas.
La crisis resulta evidente en el desabastecimiento de productos básicos (como alimentos, medicinas y combustible), la dolarización parcial de la economía, una profunda depreciación del peso, prolongados y frecuentes apagones y un fuerte incremento de los precios.
Esta situación se debe a la conjunción de la pandemia y el endurecimiento de las sanciones estadounidenses contra Cuba con errores en la política económica interna, especialmente en el diseño de la Tarea Ordenamiento, algo reconocido por el propio Gobierno.
Este paquete de reformas económicas y monetarias quiso acabar con la doble divisa en el país, pero acabó generando otra serie de desequilibrios aún bien perceptibles en el día a día, con la inflación y la dolarización encubierta de la economía a la cabeza.
ALIMENTOS
Entre las subidas generalizadas, destaca el comportamiento de los alimentos, algo que repercute especialmente entre la población cubana con menores ingresos. Los incluidos en la cartilla de abastecimiento no cubren en absoluto las necesidades.
La categoría Alimentos y bebidas no alcohólicas registró un repunto en el conjunto de 2022 del 62,95 %, cuando el incremento de esta rúbrica el año anterior había sido del 113,95 %. Esto supone que los precios oficiales casi se triplicaron (x 2,85) entre 2021 y 2022.
Otras partidas con fuertes subidas de precios en 2022 fueron Restaurantes y hoteles (55,64 %) y Bebidas alcohólicas y Tabaco (25,36 %).
Todas las categorías experimentaron subidas de precios el año pasado, en su mayoría con tasas de dos dígitos. Las menos inflacionarias, como es tradicional, fueron Salud (2,15 %) y Comunicaciones (0,34 %), regidas ambas por monopolios estatales.
Sólo en diciembre de 2022, el IPC aumentó en diciembre un 3,74 % con respecto al mes anterior, precisó la ONEI. En ese mes, Los precios de Alimentos y bebidas no alcohólicas experimentaron una subida del 5,66 %, seguidos por el 4,22 % de Restaurantes y Hoteles.
MERCADO INFORMAL
La ONEI no recoge la evolución de los precios en el mayoritario y mejor surtido mercado informal de la isla, más propenso a la inflación debido a la fuerte escasez que padece la isla y la falta total de regulación.
Cuba importa el 80 % de lo que consume, según Naciones Unidas. Resulta por tanto relevante la depreciación del peso cubano (CUP) en 2022, que pasó en el mercado informal de 72 CUP por dólar a cerca de 165, aunque llegó a tocar los 200 a mediados de año.
Diversas fuentes privadas han publicado estimaciones que sitúan la inflación en este mercado en los tres dígitos en 2022, aunque con grandes divergencias entre ellas. Las cifras eran igual de elevadas en 2021.
La grave crisis económica es el principal factor detrás de la fuerte migración que está viviendo Cuba, que ha visto partir en 2022 a más del 3 % de su población, según distintos cálculos.
Más de 313.000 cubanos (de los 11,1 millones de habitantes de la isla) llegaron el año pasado solo a Estados Unidos de forma irregular por su frontera sur. Varios miles más han marchado a España y México, entre otros.
Las dificultades económicas también alientan las protestas, como las manifestaciones del 11 de julio de 2021, las mayores en décadas, y las que se produjeron en el verano de 2022 por todo el país, muchas veces ligadas a apagones.