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18 de mayo de 2024

La minera brasileña Vale reelige a su cúpula directiva por tres años

Sao Paulo, 16 mar (EFE).- La minera brasileña Vale, una de las mayores productoras y exportadoras de hierro del mundo, informó este martes que renovó los mandatos de su presidente, Eduardo Bartolomeo, y del resto de los miembros de la directiva ejecutiva, por un periodo de tres años.

El Consejo de Administración de Vale aprobó la reelección de la cúpula ejecutiva de la compañía, que ya había recibido el visto bueno del Comité de Personas, Remuneración y Gobernanza, según un comunicado de la empresa.

El órgano también elevó al cargo de directores ejecutivos a los responsables jurídico, Alexandre Silva, y «de personas», Marina Barrenne de Artagão; y eligió a María Luiza de Oliveira como directora ejecutiva de sostenibilidad.

«El cambio en la estructura organizacional apunta a una mayor alineación con la estrategia de la empresa, igualando el nivel de responsabilidad y rendición de cuentas como un todo, reforzando el compromiso de Vale con la evolución de su gobernanza corporativa», indicó la firma en la nota.

Vale subrayó que, conforme a la modificación de su Estatuto Social, aprobada en la Asamblea General Extraordinaria del pasado 12 de marzo, los mandatos de la directiva ejecutiva serán de tres años, con el objetivo de «conferir mayor estabilidad a la administración» de la empresa.

Por otro lado, la minera convocó la semana pasada una Asamblea General Ordinaria para el 30 de abril, a fin de elegir a los nuevos miembros del Consejo de Administración para el periodo 2021-2023.

Entre los 12 postulados, cinco son nuevos integrantes y hay un total de ocho miembros independientes.

En 2020, Vale tuvo un beneficio neto de 4.881 millones de dólares en 2020, frente a los 1.683 millones de dólares de pérdidas que registró en 2019, tras la tragedia en la localidad de Brumadinho, en el estado brasileño de Minas Gerais.

El resultado se vio positivamente impactado por las ganancias en el segmento de mineral de hierro, que ayudaron a atenuar los gastos de reparación por la catástrofe en Brumadinho, que dejó 259 muertes y 11 desaparecidos.

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