La media nacional del galón de gasolina en los Estados Unidos ha caído por debajo de los USD 4 por primera vez desde principios de marzo, un umbral psicológico importante para los estadounidenses con problemas de liquidez, aunque la inflación sigue siendo alta.
El promedio de EEUU cayó 2 centavos a 3,99 dólares, según informó la Asociación Automovilística de Estados Unidos, retrocediendo un 20% desde el pico de más de USD 5 registrado en junio.
El aumento de los precios de la gasolina que se dio a principios de este año está vinculado con la invasión rusa de Ucrania y la incertidumbre que causa en los mercados.
La inflación es el problema económico más acuciante del país, que ha provocado meses de conversaciones sobre la recesión, a pesar de que el crecimiento del empleo se ha disparado; los empresarios estadounidenses añadieron 528.000 puestos de trabajo en julio y el gasto de los consumidores se ha mantenido firme.
El descenso de los precios de las gasolineras supone un menor lastre para la economía en general, como demuestran los datos federales publicados el miércoles, que muestran que la inflación se redujo en julio.
Aunque los precios generales siguen siendo elevados, con una subida del 8,5% interanual, se han alejado del pico pandémico del 9,1% registrado en junio, cuando el promedio del combustible en EEUU alcanzó los USD 5,02. El índice de la gasolina cayó un 7,7% en julio.
Solicitudes de subsidio de desempleo en EEUU aumentan por segunda semana consecutiva
El número de estadounidenses que presentaron nuevas solicitudes de subsidio de desempleo aumentó por segunda semana consecutiva, indicando un mayor debilitamiento en el mercado laboral y en medio de unas condiciones que siguen siendo difíciles, ya que la Reserva Federal intenta frenar la demanda para ayudar a controlar la inflación.
Las solicitudes iniciales de subsidios de desempleo estatales aumentaron en 14.000, hasta una cifra desestacionalizada de 262.000, en la semana terminada el 6 de agosto, según informó el jueves el Departamento de Trabajo. Esta cifra sigue estando por debajo del rango de 270.000-300.000 que, según los economistas, indicaría una desaceleración importante del mercado laboral.
La economía estadounidense se contrajo inesperadamente en el segundo trimestre, con el gasto de los consumidores creciendo a su ritmo más lento en dos años y el gasto de las empresas disminuyendo. El segundo descenso trimestral consecutivo del producto interior bruto reflejó en gran medida un ritmo más moderado de acumulación de existencias por parte de las empresas, ya que el aumento del empleo en general se ha mantenido fuerte.
OPEP prevé un menor crecimiento de la demanda de petróleo en 2022, a diferencia de la AIE
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) recortó su previsión de crecimiento de la demanda mundial de petróleo para 2022 por tercera vez desde abril, alegando el impacto económico de la invasión rusa de Ucrania, la elevada inflación y los esfuerzos por contener la pandemia del coronavirus.
La opinión de la OPEP contrasta con la de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), asesora de los países industriales, que el jueves elevó sus perspectivas de crecimiento de la demanda para el 2022.
La OPEP, en un informe mensual, dijo que espera que la demanda de petróleo en 2022 aumente en 3,1 millones de barriles por día (bpd), es decir, un 3,2%, lo que supone un descenso de 260.000 bpd respecto a la previsión anterior.
La AIE, por su parte, elevó su previsión en 380.000 bpd hasta los 2,1 millones de bpd.
La OPEP también recortó su previsión de crecimiento económico mundial para 2022, al 3,1% desde el 3,5%, y recortó la del próximo año al 3,1%, afirmando que sigue existiendo la perspectiva de una mayor debilidad.
Por otro lado, los precios del petróleo se mantuvieron al alza tras la publicación del informe de la OPEP, encontrando apoyo en la opinión de la AIE sobre la demanda y cotizando por encima de los USD 98 el barril.
Costos de producción de EEUU cayeron en julio
Los precios al productor de Estados Unidos cayeron inesperadamente en julio, en medio de un descenso del coste de los productores energéticos, mientras la inflación subyacente del productor parece estar en una tendencia a la baja y las solicitudes de subsidio de desempleo aumentaron por segunda semana consecutiva.
El índice de precios al productor (IPP) para la demanda final bajó un 0,5% el mes pasado, la primera lectura mensual negativa desde abril de 2020, según informó el jueves el Departamento de Trabajo.
El IPP subió en 1% en junio y en los 12 meses hasta julio, aumentó un 9,8% tras avanzar un 11,3% en junio.
Los precios de los bienes bajaron en 1,8%, tras un aumento del 2,3% en junio. Una caída del 16,7% en los precios de la gasolina explica el 80% de ese descenso. Los precios del gasóleo, el gas licuado de petróleo y el gas natural para uso doméstico también cayeron con fuerza.
IPC subyacente de Japón aumentará 2,4% en julio, cerca de su nivel más alto de los últimos años
El índice de precios al consumo (IPC) básico de Japón para julio probablemente suba un 2,4% respecto al año anterior, acelerando el ritmo más rápido en casi ocho años y superando el objetivo de inflación del 2% del banco central por cuarto mes, según mostró el sondeo de Reuters.
Los economistas estiman que el IPC básico nacional, que excluye los costes de los alimentos frescos volátiles pero incluye la energía, fue un 2,4% más alto el mes pasado que el año anterior. Ese sería el aumento más rápido desde diciembre de 2014 y seguiría a la ganancia anual del 2,2% observada en junio.
Excluyendo los periodos en los que el indicador estuvo sesgado por los efectos de un mayor impuesto sobre las ventas, la subida del IPC subyacente esperada para julio sería la más rápida desde agosto de 2008
