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19 de abril de 2024

Mejorar la seguridad social y promover el empleo, entre los desafíos de Paraguay y la región

El ministro de Hacienda, Oscar Llamosas, resaltó la importancia de la seguridad social durante un seminario. Dijo que se busca fortalecer el sistema de protección social y garantizar pagos presentes y futuros.

La región sufre baja generación de empleo, inflación y una crisis educativa. Desde Cepal sostienen que se requieren acciones urgentes para reducir la pobreza, promover la igualdad de género y generar empleos de calidad.

Durante el seminario «Sistema de Jubilaciones y Pensiones del Sector Público de Paraguay», el ministro de Hacienda, Oscar Llamosas, enfatizó la relevancia de la seguridad social como un tema trascendental que impacta en el bienestar económico y social del país.

Sobre este tema, el titular de la cartera de Estado resaltó que la seguridad social es un tema que va más allá de las generaciones y las coyunturas políticas, siendo un pilar fundamental para el futuro del país. 

Asimismo, destacó la importancia de crear espacios de análisis y discusión, como este seminario, para abordar la situación financiera de las principales cajas jubilatorias de Paraguay y buscar soluciones innovadoras que fortalezcan el sistema de protección social.

«Desde el Ministerio de Hacienda estamos trabajando en proyectos para mejorar la calidad del empleo y ampliar el acceso a la seguridad social. En el caso particular de la Caja Fiscal, proponemos la creación de una Comisión Nacional que pueda abordar una reforma integral del sistema, garantizando así los pagos presentes y futuros del sistema», declaró el ministro Llamosas.

Además, el ministro expresó la intención de revisar los segmentos críticos de informalidad laboral con el objetivo de elaborar propuestas que promuevan la formalización y el acceso a la seguridad social para los trabajadores en dicha situación.

La crisis socioeconómica de América Latina

Por otra parte, un informe reciente publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) revela que la región aún no ha logrado avanzar significativamente hacia su recuperación social después de los impactos devastadores causados por la pandemia de COVID-19. 

Además, resaltó que Latinoamérica se ha mantenido expuesta a crisis sucesivas que han llevado a una desaceleración económica y a una lenta generación de empleo, especialmente en términos de empleo de calidad.

En este sentido, de acuerdo con las proyecciones de la Cepal, se espera que el Producto Interno Bruto (PIB) regional crezca sólo un 1,4% en el año 2023. Este bajo crecimiento limitaría las posibilidades de reducir la pobreza, que en el año 2022 había afectado a aproximadamente el 32,1% de la población latinoamericana.

Uno de los principales desafíos que enfrenta la región es la alta inflación, particularmente en los precios de los alimentos, que afecta de manera desproporcionada a los grupos de menores ingresos. Esta situación ha contribuido al aumento de la pobreza extrema en la región, alcanzando un preocupante 13,1%. En el caso de la población menor de 18 años, la cifra de pobreza extrema asciende al 18,5%.

Además, el informe de la Cepal destaca las consecuencias negativas de la pandemia en el ámbito educativo. La suspensión prolongada de la educación presencial y la pérdida de aprendizaje han generado desafíos significativos para mitigar su impacto en los ingresos y el desarrollo futuro de los niños y jóvenes de la región.

El informe «Panorama Social de América Latina y el Caribe, 2022» consta de cuatro capítulos que proporcionan un análisis exhaustivo de la situación social y económica en la región. En el primer capítulo, se examinan los antecedentes macroeconómicos relevantes, como la evolución del PIB per cápita, el empleo, la distribución del ingreso de los hogares y el índice de precios al consumidor. Además, se aborda la evolución de la desigualdad de ingresos y la pobreza durante las últimas dos décadas (2002-2021). 

Los datos revelan que no se han producido mejoras significativas en comparación con la situación previa a la pandemia. Asimismo, se destaca el impacto negativo del aumento de la tasa de inflación en los hogares de menores recursos, especialmente debido a la mayor participación de los alimentos en su canasta de consumo.

El segundo capítulo del informe se centra en la crisis educativa como una de las principales consecuencias de la pandemia y las crisis sucesivas que la han acompañado. A pesar de los avances previos en el acceso a la educación, la interrupción prolongada de los servicios educativos presenciales ha profundizado las desigualdades educativas existentes. 

Esto se ha reflejado en brechas de acceso a alternativas de calidad para la continuidad de los estudios y en la disponibilidad de recursos para el aprendizaje no presencial. Aunque se han implementado medidas de educación a distancia, persisten desafíos importantes para asegurar que todos los estudiantes tengan igualdad de oportunidades y acceso a una educación de calidad.

El tercer capítulo se enfoca en las desigualdades de género en el acceso a la educación y las brechas en el mercado laboral. A pesar de los avances logrados en las últimas décadas en la educación de las mujeres, persisten desigualdades en el acceso a la educación técnico-profesional y en la participación laboral. 

Se resalta la importancia de promover la igualdad de género en la educación y el empleo, así como de desarrollar sectores económicos intensivos en conocimiento para generar empleos de calidad y reducir las brechas de género en el mercado laboral.

El cuarto capítulo del informe examina la institucionalidad social y la evolución del gasto social en la región. Se destaca la importancia de contar con instituciones sólidas y transparentes que garanticen la eficacia en la implementación de políticas sociales de calidad. Además, se hace énfasis en la necesidad de asignar recursos adecuados y eficientes para abordar las necesidades sociales de la población, especialmente de los grupos más vulnerables.

En conclusión, América Latina continúa enfrentando desafíos significativos en su panorama social y económico, agravados por la pandemia y las crisis sucesivas. La región requiere acciones y políticas concertadas para impulsar la recuperación económica, reducir la desigualdad, garantizar un acceso equitativo a la educación y promover la generación de empleos de calidad. 

La superación de estos desafíos requerirá el compromiso y la colaboración de los gobiernos, la sociedad civil y los actores internacionales para lograr un desarrollo más inclusivo y sostenible en la región.

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