El CEO de JP Morgan, Dimon, advierte que los aranceles podrían frenar el crecimiento de EEUU y alimentar la inflación
Mercado global en medio de aranceles: El CEO de JP Morgan Chase, Jamie Dimon, advirtió que la creciente tensión comercial causada por los aranceles impuestos por Estados Unidos podría frenar el crecimiento económico, impulsar la inflación y generar consecuencias negativas duraderas.
En su carta anual a los accionistas, publicada tras una semana de pérdidas masivas en los mercados globales, Dimon expresó preocupación sobre cómo las políticas arancelarias podrían debilitar las alianzas económicas de largo plazo de EE.UU. y dañar la confianza en la inversión y el comercio internacional.
Dimon señaló que, si bien aún no es seguro que los aranceles causen una recesión, sí es probable que desaceleren el crecimiento económico. JPMorgan elevó la probabilidad de una recesión global del 40% al 60%, reflejando el impacto que los aranceles pueden tener sobre la inflación persistente, el déficit fiscal elevado y la volatilidad en los mercados.
El ejecutivo también advirtió que los efectos negativos de los aranceles podrían acumularse con el tiempo y volverse difíciles de revertir. Además, subrayó que esta incertidumbre también genera dudas sobre la futura trayectoria de las tasas de interés, ya que un entorno de menor crecimiento y mayor aversión al riesgo podría incluso generar un escenario de estanflación similar al de los años 70.
Opciones limitadas empujan a China a una guerra de desgaste comercial con Trump
China se prepara para una prolongada guerra económica con Estados Unidos tras la nueva ronda de aranceles impuestos por el gobierno de Donald Trump, que afectan no solo a productos chinos, sino también a países que ensamblan o comercian con bienes procedentes de China.
En respuesta al impacto del mercado global en medio de los aranceles Pekín ha adoptado contramedidas como aranceles espejo y controles a la exportación de tierras raras, materiales clave para la industria tecnológica y de defensa estadounidense.
La situación pone a China en una posición difícil. Aunque podría buscar nuevos mercados en Asia o Europa, estos son mucho más pequeños y también sufren el impacto de los aranceles globales.
Una devaluación del yuan ayudaría a compensar el impacto económico, pero podría provocar fuga de capitales y tensiones diplomáticas. Pekín evalúa medidas como subsidios, reembolsos fiscales a la exportación o estímulos internos, aunque estas estrategias corren el riesgo de agravar la sobrecapacidad industrial y las presiones deflacionarias.
Desde hace tiempo, los economistas han pedido que China estimule más su demanda interna, pero esto implicaría reformas estructurales profundas que podrían perjudicar al sector manufacturero en el corto plazo.
A nivel táctico, China ha comenzado a aplicar “golpes de precisión”, como la inclusión de tierras raras en la lista de control de exportaciones y la posibilidad de sancionar empresas estadounidenses. También ha trabado el proceso de venta de TikTok en EEUU mediante regulaciones que exigen licencia para exportar su algoritmo.
Los aranceles de Trump entran en vigor mientras Europa se prepara para contraatacar
El 9 de abril entraron en vigor los nuevos aranceles impulsados por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afectando a decenas de países y marcando un nuevo pico en la escalada de la guerra comercial global, donde el mercado global siente el impacto en medio de aranceles
Las medidas incluyen aranceles “recíprocos” que alcanzan hasta un 104% sobre productos chinos, mientras que países aliados como los miembros de la Unión Europea también se vieron involucrados.
Esta política ha sacudido el orden comercial internacional, generando fuertes caídas en los mercados bursátiles, temores de recesión y una creciente incertidumbre económica.
Desde el anuncio, el índice S&P 500 ha registrado su peor caída desde su creación en la década de 1950, acercándose a un mercado bajista. Incluso los bonos del Tesoro estadounidense, considerados activos seguros, fueron afectados, y el dólar mostró debilidad frente a otras monedas importantes.
Trump ha insistido en que estos aranceles son necesarios para corregir los desequilibrios comerciales que afectan a Estados Unidos, aunque ha ofrecido mensajes contradictorios: por un lado, afirma que son permanentes, y por otro, presume que están presionando a otros líderes para negociar.
En un evento reciente, ridiculizó a mandatarios extranjeros al decir que están rogando hacer acuerdos. Sin embargo, la reacción internacional ha sido contundente.
La Unión Europea aprobó contramedidas que incluyen aranceles del 25% sobre productos estadounidenses como motocicletas, ropa, frutas, madera y artículos de cuidado personal.
China también respondió con fuerza, duplicando sus aranceles y preparando nuevas medidas para estabilizar su economía y su mercado de capitales. A su vez, bancos centrales como los de India y Nueva Zelanda recortaron tasas de interés para amortiguar el impacto económico de las medidas estadounidenses, mientras otros países consideran hacer lo mismo.
La UE pausa las contramedidas tras la prórroga arancelaria de Trump
La Unión Europea anunció una pausa de 90 días en la aplicación de sus contramedidas comerciales contra Estados Unidos, luego de que el presidente Donald Trump decidiera reducir temporalmente los aranceles que había impuesto recientemente a decenas de países.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, explicó que la suspensión busca “dar una oportunidad a la negociación”, aunque advirtió que los aranceles podrían reactivarse si no se alcanzan acuerdos satisfactorios.
El bloque europeo había planeado imponer aranceles adicionales sobre 21.000 millones de euros en productos estadounidenses, incluyendo maíz, trigo, motocicletas, aves, frutas y ropa, como respuesta a los aranceles del 25% sobre acero y aluminio y a la tarifa general del 10% impuesta por EEUU.
Aunque estos planes han quedado en suspenso, la Comisión Europea continúa trabajando en medidas adicionales por si las negociaciones fracasan. La decisión de Trump de suspender parcialmente los nuevos aranceles llegó menos de 24 horas después de que entraran en vigor, y en medio de una fuerte volatilidad financiera global comparable a los primeros días de la pandemia.
Los mercados bursátiles de EEUU y Europa repuntaron tras el anuncio, y también lo hicieron los rendimientos de los bonos del gobierno, reduciendo las expectativas de recortes de tasas por parte del Banco Central Europeo.
Sin embargo, la tregua no es total. El arancel general del 10% sobre casi todas las importaciones a EEUU sigue vigente, y los aranceles existentes sobre acero, aluminio y automóviles no se han modificado. Además, Canadá y México siguen sujetos a tarifas del 25% relacionadas con el fentanilo, a menos que cumplan con las reglas de origen del T-MEC.
Mercado global en medio de aranceles: El poderoso dólar estadounidense siente la presión mientras los aranceles de Trump desatan turbulencias comerciales
En solo una semana, el dólar estadounidense ha pasado de ser un refugio seguro a convertirse en blanco de castigo por parte de los inversionistas, debido a la creciente incertidumbre causada por la política arancelaria del presidente Donald Trump.
La imposición de tarifas a aliados y rivales por igual ha erosionado décadas de confianza en el dólar como moneda de reserva mundial, y ha generado turbulencias sin precedentes en los mercados financieros.
El impacto más notable se dio en el mercado de bonos del Tesoro, donde los costos de endeudamiento experimentaron su mayor alza semanal desde 1982, impulsados por la salida masiva de capitales extranjeros.
Simultáneamente, el dólar se desplomó a un mínimo de diez años frente al franco suizo y alcanzó su nivel más bajo frente al euro en más de tres años, reflejando un deterioro de su estatus como activo refugio.
Expertos como Martin Whetton de Westpac destacan que esta situación representa una pérdida de credibilidad del dólar como pilar de seguridad y liquidez global. A medida que EEUU deja de ser percibido como un prestamista confiable, los inversionistas exigen mayores tasas para financiar su deuda.
De hecho, los rendimientos que debe ofrecer EEUU para atraer capital ya superan a los de países históricamente más riesgosos como Italia, España o Grecia.