Mediante un comunicado, la Cámara Paraguaya de la Industria de la Construcción (Capaco) y la Cámara Vial Paraguaya (Cavialpa) expresaron su preocupación por las consecuencias que podría traer consigo la millonaria deuda que mantiene el Estado con el sector, por lo que solicitan medidas transitorias al Banco Central del Paraguay (BCP) para evitar calificaciones negativas por parte de los bancos.
Además, las empresas constructoras solicitan que las entidades financieras dejen de considerar a las pérdidas comprobables que deriven de lo anteriormente señalado como «debilidades financieras transitorias», ni como «dudas razonables sobre reembolso de créditos».
Asimismo, enfatizan que el crédito es el principal sistema de apalancamiento financiero con que cuentan las empresas del sector, por lo que consideran injusto que la calificación de estas empresas frente a los bancos se viera afectada por un incumplimiento originado en el Estado. Esto, teniendo en cuenta que este año la deuda con las constructoras alcanzó los USD 400 millones, causando un impacto negativo en el empleo de la mano de obra.
Debido al bajo desempeño por el que atraviesa el rubro, este año, señalan que también se ve afectada severamente toda una cadena de suministro compuesta por industrias y empresas de servicios, que a su vez emplean a otras miles de personas.
Además, sostienen que la demora en el cumplimiento de las obligaciones de pago por parte del Estado tuvo un efecto que se extendió a los proveedores en general, “viéndose demorados los pagos debidos por las empresas constructoras, y sometiendo a un estrés financiero a toda la cadena de provisión”, añaden.
De acuerdo con los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el sector de la construcción empleó a 263.265 personas de forma directa en el tercer trimestre de este año, con una reducción de 11.988 trabajadores en comparación con el segundo trimestre del 2022.
Ejecución de medidas
Las proyecciones del Banco Central realizadas en el mes de octubre contemplan una caída de 0,1% de las construcciones para el cierre del año, luego de haber pronosticado un crecimiento del 3,5% en julio pasado.
Igualmente, este rubro experimentó una contracción interanual de 6,9% en su producto interno bruto (PIB), en el segundo trimestre del año, y en el Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAEP) se observó que la disminución está explicada por el menor ritmo de ejecución de las obras tanto públicas como privadas.
Es por ello que las empresas constructoras, asociadas tanto a Cavialpa como a Capaco, consideran necesaria la implementación de medidas transitorias similares a las que se aplicaron a las Micro y Pequeñas Empresas (Mipymes) y para el sector agropecuario.
“Con esto se podrá evitar una recategorización negativa de las empresas a las que adeuda el Estado y, con ello, evitar que se consolide un nuevo embate al sector de la construcción, que más empleo genera entre todos los sectores económicos”, reza parte del comunicado publicado.
El sector de la construcción asumió deudas por G. 3,9 billones (alrededor de USD 543,7 millones, al cambio actual) hasta octubre de este año, con un incremento de 7,2% respecto a los créditos con que contaban un año atrás, según registros de la Superintendencia de Bancos.
De esta manera, esta actividad participa con el 3,1% del total de préstamos bancarios, en el sistema local. Su índice de morosidad se encuentra en 2,12%; por encima del 1,43% que exhibía en octubre del año pasado.
Cabe mencionar que las medidas transitorias otorgadas por la banca matriz para los sectores agropecuario y pymes regirán hasta el 31 de diciembre de este año. Estas permiten que la formalización de las renovaciones, refinanciaciones o reestructuraciones del capital, incluyendo los intereses devengados y otros cargos, interrumpa el cómputo del plazo de la mora.
