La cartera de refinanciados, reestructurados y renovados (RRR) del sistema bancario suma un valor de G. 16,9 billones hasta el penúltimo mes del 2022, lo que equivale a unos USD 2.347 millones, representando un 13,5 % del total de los préstamos del sistema, según informó el Banco Central del Paraguay (BCP).
Este rubro registró una variación de 17% con relación a noviembre del año pasado, ritmo superior al crecimiento que experimentaron los créditos totales, de 14,1%. Este nivel de incremento de los préstamos que se acogieron a algún tipo de auxilio financiero podría deberse a efectos de las medidas transitorias y de coyuntura económica, según el economista Hugo Royg.
En el 2021, la cartera RRR se encontraba en G.14,4 billones (USD 1971 millones). Por su parte, la utilización de las medidas transitorias se ubicó en G. 1,8 billones y la de las medidas COVID-19 todavía se encuentran en G. 7 billones.
En cuanto a la composición de la cartera RRR, se observa que los renovados suman unos G. 13,2 billones; los refinanciados están con G. 710.241 y los reestructurados, en G. 2,9 billones, lo que suman G. 16,9 billones.
El saldo al mes de noviembre representa un valor de 0,5 puntos menos que lo observado en el mes de octubre, lo que podría significar una mejor dinámica en la economía, según especialistas.
Royg mencionó que desde que el primer semestre del 2021, donde se volvió a ver incrementos de la cartera de créditos, tras un incentivo por reactivar la economía tras la pandemia, también se vio paulatinamente un incremento de la cartera RRR, principalmente de aquellos sectores con menos recursos para hacer frente a sus compromisos de pagos.
El analista mencionó que el año 2022 se caracterizó por presentar serias dificultades económicas ligadas a un menor crecimiento y una inflación elevada, las cuales contribuyeron a limitar las capacidades de pagos de las empresas y personas.
Por otro lado, explicó que el contexto de subas de tasas de referencia fueron otro factor de complicación para el sistema bancario y puntualmente las RRR, ya que por más que se financian los créditos, las tasas se actualizan de acuerdo con lo que fija el BCP.
“Los efectos de la coyuntura de inflación y la suba de tasas afectaron a los sectores más vulnerables y con menos espalda”, expresó Royg.
En este contexto, también mencionó que tanto la inflación como las subas de tasas de interés contribuyeron en un aumento de la morosidad en el sistema, puesto que empresas pequeñas y personas no pudieron cumplir con sus obligaciones de pago y pasaron a la cartera morosa. Recordemos que en octubre se alcanzó una tasa de morosidad de 3,30% en el sistema bancario, el nivel más elevado en más de dos años, y en noviembre retrocedió a 3,08%.
El BCP, al término del primer semestre, volvió a poner en vigencia las medidas transitorias para que los sectores como el agro y las mipymes pudieran refinanciar deudas vencidas y salir de la morosidad. Es importante señalar que dicha medida venció el 31 de diciembre de 2022 y, hasta el momento, el BCP no se pronunció al respecto.
Royg considera que dicha medida contribuyó en que muchos sectores puedan volver a regularizar sus deudas en el sistema financiero, lo cual podría estar reflejando en un mayor volumen de la cartera RRR.
“Las medidas transitorias siempre ayudan y son importantes, lógicamente pudo ayudar a muchos sectores que fueron los más golpeados en este año”, explicó.
Morosidad
En lo que respecta a la morosidad, datos del BCP muestran que los créditos de consumo son los que presentan mayor tasa en general, ya que asciende a 5,93% hasta noviembre; seguido de los préstamos para comercios, con 5,59%
Por su parte, los rubros con menor tasa de morosidad son los de cría de animales, con 1,60%; agribusiness, con 1,29%; mientras que los servicios están con 2,15%.
Hugo Royg sostuvo que en el mes de diciembre, por lo general, tanto la cartera RRR como la morosidad tienden a reducirse debido a los ingresos extras que tienen las personas, con el aguinaldo y el mayor dinamismo típico de esta etapa del año.
