Esta semana, las autoridades actuales del Ministerio de Hacienda reconocieron que, una vez reconocida la deuda con proveedores del Estado arrastrada desde la pandemia y que ronda los USD 500 millones extraoficialmente, el déficit fiscal superará la proyección de 2,3% del producto interno bruto (PIB) contemplada en el Presupuesto General de la Nación (PGN) 2023.
El próximo viceministro de Administración Financiera, Óscar Lovera, consideró que la convergencia hacia los límites de la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF) podría retrasarse incluso el próximo año. Esto, como consecuencia de que todavía no se tiene la certeza de cuáles son oficialmente los montos de deudas con proveedores que deberán ser afrontados.
Cabe recordar que, al cierre del primer semestre, el déficit fiscal cerró en casi USD 600 millones, lo que representa 1,37% del PIB. A su vez, el déficit anualizado es de 3,4% del PIB, según informó el Ministerio de Hacienda. Aquí todavía no están contabilizadas las mencionadas deudas con proveedores del Estado, que incluyen principalmente a empresas constructoras y farmacéuticas, y que representarán aproximadamente un punto más del PIB.
“Si hablamos de un déficit de un volumen significativo, claro que va a hacer que la convergencia tenga un plazo un poco más largo de lo que inicialmente se pueda determinar. Estamos sujetos a eso, realmente no podemos anticipar aún un monto, pero forma parte de la estrategia”.
Óscar Lovera, viceministro de Administración Financiera designado por el presidente electo, Santiago Peña.
En este contexto, recordó que en realidad el gobierno que está saliendo es el que va a hacer el reconocimiento de la deuda, pero que al entrante le tocará administrar la gestión del pago. Al respecto, señaló que “efectivamente eso se va a tener que reflejar en un mayor déficit al final del ejercicio de lo que estaba previsto”, pero que responde a una realidad.
“De hecho estamos analizando eso, dependiendo de qué nivel de deuda estamos manejando este año, y de cuánto sería el déficit al cierre de este año, nosotros vamos a estar trabajando en una nueva convergencia a los efectos de poder cumplir con el déficit del 1,5%”, puntualizó.
También apuntó que desde el equipo de transición se ve con buenos ojos este trabajo de reconocimiento del Gobierno saliente, ya que “esto es un proceso de transparencia de la real situación del Tesoro”.
En este sentido, expresó que es importante que ellos (el gobierno saliente) reconozcan que esto forma parte de su gestión, en el sentido de que hay deudas que no están pudiendo ser cumplidas hasta el momento. “A partir de ahí, a nosotros nos va a tocar administrar la deuda, una vez cuantificada por ellos”, agregó el viceministro designado.
Al ser consultado sobre si será posible hacer los pagos de esta deuda en el presente año fiscal, afirmó que “es una cuestión ya de los mismos proveedores y del sistema financiero también, que esto se pueda cancelar y honrar en el corto plazo”.
Recordemos que la última ocasión en que hubo un déficit fiscal inferior al tope de 1,5% del PIB que establece la LRF fue en el 2018, cuando se ubicó en 1,3%. En el 2019, debido a la sequía que impactó en la producción agrícola de ese año, se acudió a la cláusula de escape que se prevé para las dificultades económicas y el déficit subió a 2,8% del PIB
Con el estallido de la pandemia, el indicador trepó a 6,2% en el 2020 y se redujo a 3,6% en el 2021. Para este año, se prevé que cierre en torno al 3% del PIB y el plan del gobierno de Mario Abdo Benítez era volver al tope de 1,5% en el 2024