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11 de mayo de 2024

El 2022 fue el peor año para la industria aceitera y desde el sector solicitan mayor apoyo al próximo Gobierno

Con una caída del más del 50% en su producción, el complejo sojero registró su peor año agrícola, lo que ocasionó que algunas fábricas cerraran a mitad de año debido a la falta de granos. Es por ello que desde la Cappro instan al próximo Gobierno a contar con políticas públicas que abarquen las diversas necesidades del sector y fomenten la industrialización dentro del territorio nacional.

De acuerdo con el boletín al décimo mes del año, de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro), durante el mes de octubre se exportaron 100.454 toneladas de productos del complejo soja, con lo que el acumulado del 2022 llegó a 3,75 millones de toneladas, una caída del 53% en relación con el mismo periodo del año pasado. 

Con estos resultados, este año se consolida como uno de los peores para la agricultura paraguaya, ya que se registró el menor volumen exportado desde los 3,61 millones de toneladas que se daban en el 2012, año de la anterior gran sequía que afectó a la producción agrícola. 

Según datos del gremio, en promedio anual, Paraguay desaprovecha más de 1 millón de toneladas de su capacidad para procesar oleaginosas; mientras que este año el valor será mayor a 2 millones de toneladas debido a la sequía que afectó al campo y disminuyó considerablemente la cosecha.

No obstante, a pesar del mal año para el sector, la Cappro destaca que la variación de los volúmenes exportados y la generación de divisas muestran que los productos industrializados a base de soja mantuvieron una mayor estabilidad y generaron más ingresos de lo que se podría estimar por el volumen vendido.

Perspectivas para el 2023

En cuanto a las perspectivas para el siguiente año, la gerente general del gremio, Sandra Noguera, manifestó que si se cumplen los pronósticos iniciales para el campo, la producción de soja podría volver a niveles más cercanos al potencial, que es de alrededor de 10 millones de toneladas.

Aun así, Noguera indicó que esto no asegura una recuperación total para la industria aceitera, ya que las condiciones de competitividad no se han modificado con relación a los últimos años, en los que ya se veía una tendencia negativa a pesar de las buenas cosechas.

De acuerdo con la vocera, para consolidar la agroindustria y lograr el desarrollo integral de la cadena de valor, es preciso que las industrias aceiteras nacionales cuenten con mejores oportunidades y puedan competir con las fábricas de otros países por la materia prima necesaria para aprovechar su potencial de producción.

Es por esto que la Cappro reiteró la importancia de desarrollar políticas que abarquen las diversas necesidades del sector y fomenten la industrialización en el país. 

El gremio propone un esquema de equiparación tributaria para la industria aceitera con relación al resto de las industrias que exportan, un ajuste normativo para posibilitar la importación de materia prima bajo el régimen de admisión temporaria, con fines de industrialización, y una lucha frontal y sostenida contra el contrabando, a la vez que solicita que se continúe trabajando para asegurar la producción sustentable con el fin de cumplir con las exigencias de los consumidores.

«Pedimos que el próximo Gobierno nos otorgue espacios de diálogo para aportar a la construcción de políticas públicas que apunten a promover el desarrollo de toda la cadena de valor de las oleaginosas. Desde la Cappro estamos seguros de que la industrialización de la materia prima agrícola nacional dentro del país es el camino para el desarrollo social y sostenible del Paraguay», puntualizó.