El presidente de la Feprinco, Enrique Duarte, en su mensaje de cierre de año manifestó que nuestro país sigue adoleciendo, por décadas, de los mismos problemas políticos, económicos, financieros y sociales. Indicó que los vicios están arraigados y aún hasta la fecha no han percibido la voluntad política para combatir los males endémicos que postergan la posibilidad de diseñar y ejecutar políticas de crecimiento sostenido.
“Más que nunca, el Paraguay del presente, en ojos de grandes inversionistas, necesita de previsibilidad, seguridad jurídica, gobernanza y transparencia”, expresó el dirigente gremial.
Señaló que la gobernabilidad está constantemente amenazada, por una cultura política que gasta su tiempo en estériles conspiraciones y ambiciones grupales, que solo persiguen intereses específicos; en una “la lucha por y para el poder”, según denunció.
Explicó que esta fragilidad de la gobernabilidad se materializa en la baja calidad institucional que lucen nuestras instituciones y nuestra democracia. Calificó de inaceptable que, transcurridas décadas de vigencia democrática, el Poder Judicial no sea capaz de garantizar seguridad jurídica y que el parlamento no haya demostrado su compromiso con el equilibrio presupuestario.
Igualmente, añadió que no se han podido erradicar las prácticas del favoritismo, el nepotismo y la distribución feudal del poder. “Desde la sociedad civil, percibimos la falta de una visión que nos indique a dónde queremos llegar como país. La corrupción se ha convertido en un problema estructural del Estado”, dijo.
Sostuvo que hay que reconocer que la corrupción ha permeado y taladrado a sectores importantes de la sociedad y del empresariado. Además, que la venalidad pública beneficia el fraude, la sobrefacturación, las coimas y la economía sumergida. Esta última, conformada desde la informalidad y la impunidad, es la procreadora del contrabando y de gavillas asesinas, según Feprinco.
“¡Más temprano que tarde, hay que comenzar el combate contra la impunidad!
Si queremos evitar llegar al destino donde pareciera que nos dirigimos; es decir, ¡que el Estado paraguayo termine siendo un estado fallido!”, alegó.
En este sentido, dijo que debemos actuar ya con la fuerza de la ley contra quienes atentan contra la legalidad, la propiedad privada y la ciudadanía indefensa, ya que según Duarte, en nuestro país, la inestabilidad política no expresa ni representa conflictos sociales, sino todo lo contrario, la lucha por el poder testimonia el encarnizado combate de facciones que se disputan por hacer prevalecer sus intereses.
En otro punto, informó que han enviado una misiva al presidente de la República, Mario Abdo Benítez, para instalar una mesa que trate el tema del Instituto de Previsión Social (IPS) y que siguen esperando la conformación de la misma. “Todos los días escuchamos los reclamos, que las deudas del sector público se abultan, y las autoridades no tienen la respuesta, ni la sensibilidad para ofrecer una solución”, añadió.
También dijo que quienes buscan soluciones fáciles, argumentan sobre la necesidad de aumentar los impuestos y cuestionó esta medida con interrogantes sobre el para qué de más tributos sino para agrandar el déficit presupuestario, ya que aseguró que solo se busca endeudarnos más sin cambiar la cultura y la gestión pública.
“Si vamos a contraer más deuda, que sea para servir al país, y no más para lubricar a los privilegios burocráticos. El Estado continúa reflejando formas tradicionales de administración y ni por asomo se vislumbra la intención de modernizar y profesionalizar al sector público”, puntualizó.
Con respecto al proyecto de Ley de turismo de Frontera, dijo que viola la unidad tributaria, además de contradecir acuerdos internacionales. “La intención de nuestros hermanos argentinos, de gravar nuestra mediterránea logística, con el cobro indebido de peajes en la modalidad fluvial, genera desde ya nuestro enérgico rechazo”, afirmó.
Finalmente, comentó que nuestra educación está en crisis y que el bono demográfico se nos escurre de las manos como arena seca. “A las puertas de la economía del conocimiento, no estamos educando para tener buenos profesionales, consumidores y ciudadanos”, reclamó.
