En los primeros doce meses desde la capitalización y reestructuración del Fondo de Garantía del Paraguay (Fogapy), administrado por la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD), se han registrado en total unas 23.232 garantías a préstamos. Esto implica una cartera de créditos concedidos por valor de G. 3,8 billones, unos USD 575 millones al cambio actual.
El capital total del Fogapy es de unos USD 130 millones en total, con una capacidad de apalancamiento de 5 veces, es decir que la banca estatal puede asignar garantías por un total de USD 650 millones.
Sin embargo, por una cuestión de seguridad y estabilidad, desde la institución se ha preferido no llegar hasta ese límite máximo, para poder hacer frente a las ejecuciones que se necesiten desplegar en caso de faltas de pagos por parte de los usuarios finales de estos préstamos.
En este contexto, María Fernanda Carrom, presidenta de la AFD, explicó a MarketData que el ritmo de demanda para créditos garantizados vía Fogapy continúa en el sistema financiero local.
En caso de que la cantidad de solicitudes se mantenga al ritmo actual, se necesitarán unos USD 25 millones extra para poder sostener las concesiones hasta diciembre, según afirmó la directiva.
Recordó que, de hecho, existe un proyecto de ley en el Congreso – que todavía no ha sido discutido – que prevé otorgar al Fogapy unos USD 30 millones extra para poder seguir con sus funciones mientras no lleguen los pagos de préstamos concedidos el año pasado.
“Hoy tenemos G. 480.000 millones al cupo de garantías no utilizadas. No tenemos más recursos asignados, sí existe un proyecto de Hacienda de capitalizar más el Fogapy y estimamos que al menos necesitaríamos USD 25 millones más para poder sostener este ritmo de colocación de Fogapy hasta diciembre”, puntualizó.
Efecto económico
Carrom opinó que las concesiones de créditos garantizados fueron de gran ayuda para el sector de las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes).
Según datos del Banco Central del Paraguay (BCP), la cartera de créditos de Pymes creció un 10% en el último año y el Fogapy intervino en al menos 5 puntos porcentuales sobre ese crecimiento.
“La caída o desaceleración de los créditos en ese sector de Pymes hubiera sido mayor sin el Fogapy, es una herramienta que era desconocida así que de hecho tuvo su curva de aprendizaje”, sostuvo la ejecutiva.
Agregó que el 81% de los créditos concedidos con cobertura Fogapy estuvo destinado a micro y pequeñas empresas, es decir, las más débiles de la cadena.
Por otra parte, cabe mencionar que los plazos de gracia de los primeros créditos otorgados vía Fogapy ya comenzaron a vencer y esto se da en un punto en que la economía todavía no se ha vuelto a activar completamente.
Carrom apuntó que de hecho ya se han ejecutado las primeras garantías, pero aclaró que hasta el momento han sido muy pocas, no más de 20.
Recordó que esto no se trata de un seguro ni de un subsidio, por lo que más allá de que el Fogapy haga el pago correspondiente al banco o financiera por deudas de clientes, las empresas deberán seguir buscando cobrar estos préstamos.
