La economía paraguaya se apresta a experimentar un crecimiento de 3,5% en el presente año, lo que constituirá un rebote desde la caída de -0,9% que generó la pandemia en el 2020, según proyecciones de la consultora CPA Ferrere.
Con este resultado, la firma considera que el país volverá al ritmo pre-pandemia; es decir, con un crecimiento cercano al promedio de 3,8% registrado entre el 2015 y el 2018. Sin embargo, no se logra alcanzar aún el dinamismo promedio de 4,6% en que se expandió nuestro producto interno bruto (PIB) del 2003 al 2014
Con el rebote económico del 2021, quedarán atrás los últimos dos años consecutivos de contracción, que en el 2019 estuvo en -0,4% como consecuencia de las condiciones climáticas adversas, los menores precios de commodities, el deterioro económico de los países vecinos y el cambio de Gobierno.
CPA Ferrere ubica al contexto internacional favorable para el sector agroexportador como el principal impulsor de la economía en el 2021, aunque reconoce que la inestabilidad regional y la incertidumbre de la pandemia todavía son potenciales riesgos.
La estimación de esta consultora para la variación del PIB en el corriente año es menos alentadora que la contemplada por el Banco Central del Paraguay (BCP), de 4%, pero se encuentra en línea con la proyección de caída de -1% que la banca matriz maneja respecto al 2020.
Este último pronóstico mejoró considerablemente en el segundo semestre del 2020 – con la evolución positiva que exhibió la economía –, ya que en julio se esperaba que el PIB sufriera una reducción de -3,5% como consecuencia de la emergencia sanitaria.
Lenta recuperación de sectores más sensibles
CPA Ferrere observa que los rubros más sensibles a los efectos de la pandemia atraviesan por una recuperación lenta, debido a la menor demanda. Esto se da en el contexto de gradual reapertura de la actividad económica y social, tras la estricta cuarenta impuesta de marzo a junio.
Entre estos segmentos, la consultora recuerda que las ventas en supermercados, de prendas de vestir, equipamiento para el hogar, vehículos, combustibles y productos químico-farmacéuticos volvieron a reportar resultados negativos en noviembre pasado, mientras que en el comercio de frontera detectó una merma de -39,2%.
Sostiene que en los primeros nueve meses del 2020 la economía cayó 1% interanual (comparado con los nueve primeros meses del 2019), con un impacto de la pandemia en los servicios que fue amortiguado por el dinamismo del agro y la construcción.
Advierte que el golpe al empleo tendrá efectos duraderos, ya que consistió en un incremento del desempleo femenino, reducción de asalariados y empleadores, mayor número de cuentapropistas y una nueva categoría denominada “inactivos circunstanciales”.
“Dos eventos exógenos (el clima en 2019 y la pandemia en 2020) han determinado un freno al crecimiento. Actividad económica con recuperación lenta y asimétrica, mercado laboral deteriorado y mayor desequilibrio fiscal son algunas de las consecuencias que dejó la pandemia en el 2020”, explica CPA Ferrere, en la presentación de sus proyecciones.