En sus más recientes proyecciones para la región, el Fondo Monetario Internacional (FMI) destaca la recuperación económica de los países y una trayectoria descendente de la inflación, con excepción de Argentina y Venezuela.
Sin embargo, la materia pendiente continúa siendo el ámbito fiscal, es decir, tener un nivel de deuda saludable en relación con el Producto Interno Bruto (PIB) y, a la vez, aumentar en gastos sociales para mejorar la calidad de vida de la población.
Anna Ivanova, subdirectora de división del FMI, participó de la presentación de este informe, que se realizó en la instalaciones del Instituto del BCP, y explicó que es importante que los países de Latinoamérica encuentren un equilibrio en este sentido.
Detalló que la manera más adecuada sería, en primer lugar, que más personas contribuyan al fisco mediante sus impuestos y que, por su lado, la administración central sea más eficiente con sus gastos.
“Un lugar donde descubrimos que a la región le puede ir mejor es el impuesto a la renta personal, cuya recaudación es muy baja en comparación no solo con las economías avanzadas, sino con los países con el mismo nivel de desarrollo y con los países latinoamericanos de alrededor. Y vimos que no se trata sólo de tasas, sino de todo el diseño del sistema, los umbrales son muy altos. Entonces, al final se diagnostica a la gente, las deducciones y muchas cosas que se pueden mejorar y de hecho, hacerlo más equitativo reducirá la desigualdad”, manifestó.
En la misma línea, indicó que es fundamental que los que se encuentran dentro de la formalidad cumpliendo con los pagos al fisco no se vean afectados con una mayor carga tributaria, sino que el objetivo debe ser incluir a nuevos contribuyentes y, de esta manera, obtener mayores ingresos.
“No se trata solo de las tasas, sino del diseño completo del sistema tributario, hacer que el sistema sea más equitativo, eso es uno de los cambios que proponemos, al tiempo que aumentamos las recaudaciones. Así que hay una necesidad, creo, de examinar las capacidades generadoras de ingresos”, puntualizó la directora del FMI.
En otras palabras, resaltó la necesidad de mejorar la eficiencia del gasto público y de que el fisco pueda incluir a mayores contribuyentes, reduciendo la brecha de la informalidad.
Por su lado, Daniel Wales, economista del FMI, indicó que la política fiscal debería centrarse en reconstruir el espacio para mantener la sostenibilidad fiscal y aumentar la resiliencia frente a shocks futuros, protegiendo al mismo tiempo las necesidades clave de gasto social.
Asimismo, mencionó que el retiro oportuno del estímulo pandémico junto con el rápido repunte de la actividad y la sorpresa inflacionaria ayudó a contener el impacto de la crisis sanitaria del COVID-19 en las finanzas públicas de América Latina. Sin embargo, la deuda pública sigue siendo elevada, incluso en comparación con otras economías de mercados emergentes y en desarrollo, debido al rápido aumento observado en los años anteriores a la pandemia.
En el siguiente gráfico se muestra que el nivel de deuda de los países de la región y la proyección hacia el 2028 es solamente gradual. Si bien en el informe no se encuentra Paraguay, según los datos del Ministerio de Economía y Finanzas, nuestro país posee un endeudamiento del 36% en función a sus ingresos.
Además, el FMI prevé que la deuda pública de América Latina se mantenga por encima de la de sus pares y notablemente en comparación con países pares con grado de inversión, para 2028.
El informe detalla que la mayoría de los países de la región tienen planes para fortalecer las finanzas públicas y reducir aún más la deuda en el mediano plazo, como lo refleja alguna mejora adicional en los saldos primarios, según el escenario base.
Vale mencionar que el FMI estima para nuestro país un crecimiento económico de 3,8% y una inflación de 4% para el 2024. Esto último coincide con lo que contempla el Banco Central del Paraguay (BCP) en su horizonte de política monetaria.
