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17 de abril de 2025

Paraguay tendrá un moderado rebote económico en el 2021, según la ONU

El organismo internacional vaticina un crecimiento de 3,5% del PIB de nuestro país, para el 2021, tras la caída de -1,6% que estima sufrimos en el 2020. Prevé que el dinamismo continúe a un ritmo de 3,2% en el 2022

Paraguay se encamina a dejar atrás los recientes dos años consecutivos de dificultades económicas, para anotar un crecimiento de 3,5% de su producto interno bruto (PIB) en el 2021 y de 3,2%, en el 2022. Estas proyecciones fueron compartidas por las Naciones Unidas (ONU) en su informe “Situación y perspectivas de la economía mundial en el 2021”.  

El organismo internacional prevé así para nuestro país un moderado rebote económico tras los efectos de la pandemia de COVID-19, con un crecimiento que no llegará siquiera al potencial de 4% en que se estima puede expandirse Paraguay en condiciones regulares.

La estimación de crecimiento para América del Sur en el 2021 es de 3,8% y se espera que Perú, Bolivia, Colombia, Chile y Argentina lideren la expansión: el primero, con un índice de 9% y los siguientes, a ritmos en torno al 5%.

Sin embargo, estos países también tuvieron una caída del PIB más pronunciada que Paraguay en el 2020, en niveles que llegaron hasta a -12,9% y -10,5% en los casos de Perú y Argentina.

La ONU calcula que Paraguay terminó el año pasado con una contracción económica de -1,6%, tras el estancamiento (o variación de 0%) experimentado en el 2019, y con un impacto de la pandemia mucho menor que la caída de -7,9% que sufrió la región de Sudamérica.

Brasil y Ecuador serán los únicos países que tendrán un crecimiento menor que Paraguay en el 2021, a ritmos de 3,2% y 1%, tras los retrocesos de -5,3% y -9% que registraron en el 2020, agrega la ONU.

En el 2022, la expansión del PIB que se espera para nuestro país es levemente superior al promedio anunciado para la región, de 2,7%, y será superado solo por Colombia y Perú (3,4% y 4%).

Perspectiva de recuperación “frágil e irregular”

En medio de la incertidumbre que persiste alrededor del alcance que todavía tendrá la emergencia sanitaria, las Naciones Unidas advierte que tanto América Latina como el Caribe tendrán que hacer frente a una recuperación “frágil e irregular”, debido a las secuelas a largo plazo causadas por la crisis de la COVID-19

El reporte reconoce que el impacto socioeconómico será tangible durante muchos años, “a menos que se lleven a cabo inversiones estratégicas en los ámbitos de la economía, la sociedad y la resiliencia climática para garantizar una recuperación sostenible y resistente de la economía mundial”, sostiene el organismo, en un comunicado.

Recuerda que, en 2020, la economía mundial se hundió un -4,3%, cerca de 2,5 veces más que durante la crisis económica mundial de 2009. Además, espera una “humilde” recuperación para el 2021, del 4,7%, que considera “apenas compensará las pérdidas del año 2020”.

Efecto de las medidas

El organismo ubica a Paraguay, junto con Haití y Uruguay, entre los países de América Latina y el Caribe que han sido capaces de contener la propagación del virus y de limitar el daño económico; mientras que menciona a Argentina, Perú, Panamá y todas las economías del Caribe que dependen del turismo, entre las que se han visto fuertemente afectadas, con recesiones del PIB de hasta dos cifras.

“Un repunte más rápido de lo previsto de los precios de las materias primas, impulsado por la fuerte actividad industrial de China, y los ingresos por remesas, han servido de ayuda a muchas economías de América del Sur y Central”, agrega en su análisis.

Finalmente, recalca que sin acciones políticas decisivas, la crisis podría haber tenido un impacto negativo y prolongado en los mercados de trabajo de la región y en las inversiones en capital físico y humano, lo que a su vez podría haber impedido aun más la innovación y el crecimiento de la productividad, frenando el nivel de vida.

“Contra esta situación, se aumentan las demandas para un nuevo modelo de desarrollo, centrado en una transformación radical de los patrones de producción y consumo”, concluye el reporte de la ONU.