En los últimos meses, el precio de los combustibles en el país se ha mantenido elevado, pese a que el crudo a nivel internacional se encuentra en descenso. En este escenario, diversos emblemas venían testeando una baja en sus pizarras a través de promociones que ofrecían entre G. 500 y G. 1.000 menos en algunos productos.
Recién este miércoles, la petrolera estatal Petropar anunció de forma oficial que reduce el precio de sus carburantes de todos los tipos.
El primero incorpora un recorte es el Diésel Mbareté, que por primera vez se situará por debajo de los G. 10.000 luego de casi un año, ya que tuvo una baja de G. 740 y se fija ahora en G. 9.850, tras haber alcanzado un máximo de G. 10.590.
Seguidamente el Diésel Porã tendrá un recorte de G. 700, pasando de G. 8.900 a G. 8.200.
Por su parte, las naftas también reducirán sus costos. Específicamente, la Nafta Kape bajará G. 400, situándose en el precio de G. 7.100, luego de llegar a los G. 7.500. Por su parte, la Nafta Aratirí tendrá un costo de G. 8.850, ya que tuvo una baja de G. 340.
Por último, las naftas Oikoite desciende G. 860, a G. 7.400. A su vez, Ñande Gas también reduce sus costos, quedando en G. 3.850. Sin embargo, el único producto que no tuvo variaciones fue la Nafta Ecoflex 85, que se mantiene en G. 8.065.
Desde la petrolera estatal anunciaron que estos nuevos costos regirán a partir del 20 de mayo.
Se podría esperar que esta baja sea una de las primeras, teniendo en cuenta que el costo del crudo por barril se encuentra por debajo de los USD 80 hasta la fecha.
Abaratamiento de la canasta básica
Dentro de este contexto, el Banco Mundial (BM), en su informe Commodity Markets Outlook (Perspectivas de los mercados de productos básicos), prevé que este año el ritmo de descenso de los precios de los productos básicos a nivel mundial será el más acelerado desde el inicio de la pandemia de COVID-19, lo que empaña las perspectivas de crecimiento de casi dos tercios de las economías en desarrollo que dependen de las exportaciones de ese tipo de productos.
En general, se prevé que, en 2023, los precios de los productos básicos disminuirán un 21% respecto del año pasado. Según las proyecciones, los precios de la energía caerán un 26% y el precio del petróleo crudo alcanzará un promedio de USD 84 el barril, un 16% menos que el promedio de 2022.
Se prevé que los precios del gas natural de Europa y Estados Unidos se reducirán a la mitad entre 2022 y 2023, mientras que los del carbón disminuirán un 42% en 2023. Asimismo, según las proyecciones, los precios de los fertilizantes caerán un 37%, lo que representa la mayor baja anual desde 1974. Sin embargo, todavía se mantienen cercanos a su último máximo observado durante la crisis de los alimentos de 2008-09.
No obstante, se estima que la caída de los precios no brindará demasiado alivio a los casi 350 millones de personas de todo el mundo que sufren inseguridad alimentaria. Si bien se prevé que los precios de los alimentos caerán un 8% en 2023, serán los segundos más altos desde 1975. Además, desde febrero de este año, la inflación anual de los precios de los alimentos se ubica en un 20% en todo el mundo, el porcentaje más alto de las últimas dos décadas.
A pesar de las notables caídas que se prevén este año, los precios de todos los grupos de productos básicos importantes continuarán muy por encima de sus niveles promedio del período 2015-19. Los precios del gas natural de Europa rondarán casi el triple del promedio obtenido en dicho período. Por su parte, los precios de la energía y del carbón también se mantendrán por encima del promedio anterior a la pandemia.