Por medio de su informe de análisis BICRA (Banking Industry Country Risk Assessment), la calificadora internacional de riesgos Standard & Poors publicó su estimación sobre la economía local y aproximaciones a la industria bancaria. En este contexto, esperan que la economía paraguaya crezca hasta un 3,5% este año y alrededor del 4% en el 2022, luego de dos años de contracción.
Por otra parte, se vaticina que el crecimiento del crédito continuará acompañando el proceso de recuperación económica, aunque de manera moderada. En este sentido, apuntan que la calidad de los activos se verá debilitada en cuanto a la calidad de los pagos, aunque este problema seguirá siendo contenido por la extensión de las medidas de flexibilización otorgadas por el Banco Central para la refinanciación.
Cabe recordar que, en principio, estas medidas de flexibilización irán hasta fin de año, pero desde la banca matriz apuntaron que no se cierran a la posibilidad de volver a extenderlas hasta el año que viene. Esto dependerá de las conclusiones que pueda obtener la institución luego de su monitoreo hacia finales del periodo.
Según el informe publicado por S&P, estas medidas adoptadas por el Banco Central sirvieron para mitigar el impacto del virus en la economía. Se apunta que las tasas de interés más bajas, facilidades crediticias y el esquema de garantía (por medio del Fogapy) mantuvieron el flujo del crédito hacia la economía principalmente en moneda local.
Sin embargo, se destaca que a pesar de esto, la dolarización sigue siendo alta en el país. lo que genera una exposición a los sectores cíclicos y, por ende, la banca todavía tiene un alto nivel de préstamos en moneda extranjera: concretamente un 40% del total en 2020, luego de un 45% en el 2019, en un marco de alta exposición de rubros como el agrícola y el ganadero, que ocupan el 34% del crédito total.
“Pese a la incertidumbre por la pandemia, los depósitos aumentaron 20% en 2020, lo que evidencia la confianza de los depositantes. Los depósitos a la vista y a corto plazo aumentaron casi 30%, pues las personas prefirieron mantener mayor liquidez. La dolarización se mantuvo cerca de 50%. El incremento de los depósitos y el moderado crecimiento del crédito aumentaron la liquidez de los bancos”, se agrega.
En lo que respecta a la rentabilidad del sistema bancario, S&P espera que continúe cercana a los niveles del 2020, como efecto de una presión por márgenes aún bajos pese al control de gastos de los bancos. Las pérdidas crediticias se mantendrán contenidas este año debido a los aplazamientos de las previsiones, pero deberían aumentar a partir del próximo año, agrega la firma.