El pesimismo vuelve a apoderarse del ánimo de los consumidores paraguayos.
En momentos en que se agravan las condiciones tanto sanitarias como de interacción social, inevitablemente se pone en stand-by al proceso de recuperación económica y se empiezan a deteriorar también las expectativas para los próximos meses.
El Índice de Confianza al Consumidor (IPC), medido por el Banco Central del Paraguay (BCP), volvió a ubicarse por debajo de la línea neutral de 50, al reportar 46 puntos en marzo.
Este indicador había logrado en febrero ascender a la zona de optimismo por primera vez desde el estallido de la pandemia, con 51,3 puntos; pero el incremento del ritmo de contagio, internaciones y fallecimientos, con las consecuentes medidas más estrictas dictadas para frenar al virus, echaron por tierra los atisbos de mejoría que empezaban a surgir en el mercado.
“El mes de marzo se caracterizó por las medidas sanitarias que se volvieron a implementar tras un largo periodo. Entendemos las razones del establecimiento de estas medidas, pero no podemos dejar de mencionar el hecho de que esto implica también una incertidumbre respecto a lo que esperan los consumidores hacia adelante”, sostuvo Miguel Mora, economista jefe del BCP, en conferencia de prensa brindada este miércoles.
El Índice de Situación Económica (ISE), que analiza el devenir desde un año atrás, se mantiene en el nivel de pesimismo al que ingresó ya en febrero del 2019 y en marzo pasado arrojó 28,2 puntos.
El Índice de Expectativas Económicas (IEE), relacionado con lo que esperan los consumidores para dentro de un año, todavía denota cierto optimismo – con 63,9 puntos en marzo – pero en retroceso respecto al último trimestre del 2020
Mora reconoció que estos resultados del ICC coinciden con el bajo dinamismo que está exhibiendo la actividad económica, incluso con una reducción en el primer bimestre del año en comparación con mismo periodo del 2020
“Nosotros mantenemos todavía la proyección (de crecimiento económico de 4% para el 2021), pero evidentemente los agentes van leyendo los indicadores que tienen a disposición. El mayor peso está en el tema sanitario: los niveles de contagio, el miedo y las medidas restrictivas que principalmente afectan a aquellos sectores que se caracterizan por aglomerar gente”, explicó.
Expectativas en declive
Las personas encuestadas para el reporte del ICC consideran en un 53,8% que su situación económica mejorará dentro de un año; pero al cierre del 2020 y en marzo del año pasado, esta proporción se encontraba muy cerca del 60%
En el caso del hogar, la expectativa de mejora también está retrocediendo, a 55% en marzo, desde el nivel de más de 60% que se reportaba un año atrás.
Las perspectivas para el país son las que sufren el desaliento más pronunciado, ya que ahora solo el 31% de los consultados espera que la situación mejore, mientras que hace unos meses lo hacían en niveles de entre 45% y 50%
En cuanto a la decisión de compra de artículos duraderos y semi-duraderos (como electrodomésticos, casas, autos y motocicletas), las respuestas afirmativas continúan hasta marzo con una escasa presencia – entre 5,3% y 6,8% – y en baja respecto al mes anterior.
Mientras tanto, solo un 13,3% considera que su situación económica personal está mejor que hace un año, el 44% ve un empeoramiento y el 42,8% observa que las cosas siguen igual.
Al analizar el hogar, la incidencia de las respuestas no es muy diferente: 14% para mejor, 35,5% para peor y 50,5% para igual.
La percepción del país nuevamente es más dramática, pues el 81,5% ve que las condiciones están peor que hace un año, frente a 15,8% que las considera igual y apenas un 2,8% que nota alguna mejoría.
