Opciones limitadas empujan a China a una «guerra de desgaste» comercial con Trump
China se prepara para una prolongada guerra económica con Estados Unidos tras la nueva ronda de aranceles impuestos por el gobierno de Donald Trump, que afectan no solo a productos chinos, sino también a países que ensamblan o comercian con bienes procedentes de China, generando tensión global por los aranceles.
En respuesta, Pekín ha adoptado contramedidas como aranceles espejo y controles a la exportación de tierras raras, materiales clave para la industria tecnológica y de defensa estadounidense.
La situación pone a China en una posición difícil. Aunque podría buscar nuevos mercados en Asia o Europa, estos son mucho más pequeños y también sufren el impacto de los aranceles globales.
Una devaluación del yuan ayudaría a compensar el impacto económico, pero podría provocar fuga de capitales y tensiones diplomáticas.
Pekín evalúa medidas como subsidios, reembolsos fiscales a la exportación o estímulos internos, aunque estas estrategias corren el riesgo de agravar la sobrecapacidad industrial y las presiones deflacionarias en medio de la tensión global por los aranceles. .
Desde hace tiempo, los economistas han pedido que China estimule más su demanda interna, pero esto implicaría reformas estructurales profundas que podrían perjudicar al sector manufacturero en el corto plazo.
A nivel táctico, China ha comenzado a aplicar “golpes de precisión”, como la inclusión de tierras raras en la lista de control de exportaciones y la posibilidad de sancionar empresas estadounidenses.
También ha trabado el proceso de venta de TikTok en EE.UU. mediante regulaciones que exigen licencia para exportar su algoritmo.
Los golpeados mercados mundiales se recuperan, pero el ánimo sigue siendo frágil
Tras tres días consecutivos de fuertes caídas que borraron billones de dólares del valor de las acciones a nivel global, los mercados mundiales experimentaron una leve recuperación el martes en medio de la tensión global por los aranceles.
Sin embargo, el sentimiento sigue siendo frágil debido a la incertidumbre sobre si Estados Unidos suavizará su postura arancelaria o iniciará negociaciones comerciales, especialmente con países como Japón, donde se vislumbran señales de diálogo.
Las acciones en Asia y Europa subieron: el Nikkei japonés ganó un 6% y las principales bolsas europeas (Londres, París y Frankfurt) avanzaron más del 1% cada una. En EE.UU., los futuros apuntaban a una apertura positiva tras haber tocado mínimos de más de un año.
El rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años se estabilizó luego de su mayor alza diaria en un año, y el dólar continuó débil frente a monedas refugio como el yen y el franco suizo.
A pesar de este alivio temporal, la volatilidad se mantiene alta. El índice VIX (conocido como el «índice del miedo») sigue en niveles elevados, y mercados como Taiwán, Tailandia e Indonesia sufrieron fuertes pérdidas al retomar actividad tras feriados.
En China, los fondos soberanos intervinieron para sostener el mercado, y el yuan tocó mínimos de dos meses antes de recuperarse ligeramente.
El panorama sigue tenso: Trump amenazó con imponer aranceles adicionales del 50% si China no retira sus represalias, mientras que Beijing respondió que no cederá ante amenazas.
La Unión Europea, por su parte, ofreció un acuerdo de arancel cero a EE.UU. para evitar una guerra comercial, pero también activó medidas de represalia con aranceles del 25% sobre algunos productos estadounidenses.
Algunos consumidores estadounidenses acumulan productos antes de los nuevos aranceles de Trump
Ante la entrada en vigor de una nueva ronda de aranceles impulsada por la administración Trump, muchos consumidores estadounidenses han comenzado a acumular productos básicos, anticipando un aumento de precios en los próximos meses.
Desde alimentos no perecederos hasta productos de higiene personal, los compradores están llenando sus carritos con artículos de uso cotidiano, temiendo una repetición de la escasez vista durante la pandemia.
Según la Tax Foundation, los nuevos aranceles podrían costar a los estadounidenses $3,1 billones en los próximos 10 años, lo que equivaldría a un aumento de impuestos de aproximadamente $2.100 por hogar solo en 2025. Aunque muchos consumidores adoptan una actitud de espera, otros, como Thomas Jennings y Angelo Barrio, han comenzado a almacenar en grandes cantidades artículos como aceites, conservas, pasta dental y arroz, anticipando una inflación más severa.
El impacto se está extendiendo también al sector automotriz. En concesionarios como Valley Subaru en Colorado, las ventas se han acelerado en parte porque los consumidores quieren adelantar sus compras antes de que se sientan plenamente los efectos del arancel del 25% sobre autos completamente importados.
Los compradores están cada vez más informados y preocupados por el efecto directo de los aranceles en los precios finales.
Fuente de las Noticias Internacionales: Reuters