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23 de noviembre de 2024

Día del Trabajador: Un mercado laboral de 3,5 millones, con derechos aún pendientes de reivindicación

Según el INE, unas 3.525.381 personas forman parte del mercado laboral paraguayo al cierre del 2022 y cerca de 1,8 millones de trabajadores se encuentran en la informalidad, representando el 64% del total.

Si bien la revolución del proletariado ocurrió hace 134 años, persisten los reclamos por un salario mínimo acorde al costo de vida, el respeto de los derechos laborales y la realización de políticas públicas que favorezcan al trabajador.

La clase trabajadora hace más de un siglo viene luchando por sus derechos laborales básicos, exigiendo un salario mínimo acorde a su trabajo, buscando la dignificación de su labor y el respeto de sus derechos básicos como persona.

El proletariado es la rueda gigante que mueve a todo un sistema, como así también es el sostén de toda la cadena de producción de un país; como lo dijo Eduardo Galeno, en su obra titulada El libro de los abrazos, “el obrero hizo al mundo”.

Este 1 de mayo se celebra el Día Internacional del Trabajador, una fecha en la que se recuerda una huelga en Chicago -Estados Unidos- realizada en 1886 y en la que fueron injustamente condenados y colgados trabajadores que llevaban una revolución en busca del respeto de sus derechos laborales.

Es así que la Asociación Internacional de Trabajadores, luego de la gran represión que hubo en Chicago y en homenaje a los mártires, levantaron la bandera de lucha e inmortalizaron esta fecha como el “Día del Trabajador”.

La primera vez que se celebró en Paraguay el Dia de los Trabajadores fue en el año 1906, impulsado por la primera central obrera organizada en el país. Esta central obrera estuvo integrada por varias agremiaciones muy reconocidas de la época: Hojalateros Unidos, Obreros Cocheros, Sastres, Albañiles y Anexos, Carpinteros y Anexos, Federación de las Artes Gráficas, y Carpinteros de Rivera.

En Paraguay, de acuerdo con el informe de la Encuesta Permanente de Hogares Continua (EPHC) correspondiente al cuarto trimestre del 2022,  alrededor de 3.525.381 personas -un 66,2% de la población de 15 y más años de edad- se encuentran trabajando de forma activa.

Por su parte, la población desocupada asciende a 212.265 personas hasta el último trimestre del año pasado, de las cuales 102.076 son hombres (un 48% del total) y 110.189 mujeres (cerca del 52%).

Si bien pareciera que el país se encuentra en buenas condiciones en lo que se relaciona con el ámbito laboral, son diversas aristas las que ponen en tela de juicio esta situación.

En este sentido, Bernardo Rojas, vocero de la Central Unitaria de Trabajadores Auténticos (CUT A), indicó que la clase trabajadora desde hace varios años viene teniendo una crisis en el país, que se visibilizó aun más con la llegada de la pandemia y, posteriormente, con la más reciente caída de la actividad económica.

“En primer lugar, para los trabajadores, nunca fue buena la situación económica, ni el año pasado, ni el año antepasado, ni ahora. Estamos en una situación de crisis económica. Por ejemplo, creció el desempleo, creció la pobreza, hay congelamiento salarial y no alcanza el salario que gana el trabajador”, señaló.

En este punto, es importante mencionar que un estudio realizado por Bloomberg reveló que Paraguay cuenta con el cuarto salario básico más alto de la región,  llegando el año pasado a G. 2.550.307, lo que significó un ajuste del 11,4% (unos G. 260.000) respecto al monto que regía en el 2021, que era de G. 2.286.324.

Igualmente, en el informe se destaca que Uruguay, Chile y Ecuador son los países que cuentan con los salarios más altos de Latinoamérica, mientras que Colombia, Argentina y Venezuela se encuentran al final de la lista.

Si bien se trata de un número importante, la informalidad y el alto costo de la canasta básica, que se vio severamente afectada en el 2022, hacen que este sueldo no tenga rendimiento, por lo que si bien puede ser un monto que se ubica entre los más altos, el trabajador no lo siente, según Rojas.

“No llegamos a fin de mes con este salario mínimo que tenemos. Nosotros pedimos un salario mínimo de G. 3.500.000 y tenemos en este momento el salario mínimo de G. 2.550.000”, resaltó.

Un salario mínimo insuficiente

Por ley, todos los años se realiza un ajuste al salario mínimo con base en la tasa inflacionaria del país y en el 2022 se realizó una de las subas más altas, debido al alto valor de la canasta básica. Sin embargo, para este año algunos economistas habían coincidido en que no se sabe si este aumento se dará, ya que la inflación está bajando, como también se espera un buen año para toda la cadena productiva.

En este punto, el vocero de la CUT A indicó que solicitarán desde la central obrera un reajuste de G. 800.000, con el objetivo de que se equipare el salario base con el costo de vida. Asimismo, comentó que en la actualidad los trabajadores tienen una pérdida del poder adquisitivo del 33%, que se incrementó con el COVID-19.

Política salarial

Así también, Rojas manifestó que el Gobierno debe contar con una política salarial definida, con un salario mínimo piso y a partir de este monto ir negociando los sueldos. Además, señaló que se debe controlar los precios del mercado, para que el dinero no pierda su poder adquisitivo.

“Nosotros planteamos que para que el salario no pierda tanto el poder adquisitivo, se tiene que controlar los precios de los productos de la canasta básica. Se tiene que elaborar una nueva canasta básica, porque la que utiliza el Banco Central del Paraguay (BCP) es obsoleta, ya no sirve, no se ajusta a la realidad”, sostuvo el sindicalista.

Igualmente, explicó que en segundo lugar se debe crear un instituto de estudio permanente del salario y el costo de vida, para que así el BCP pueda definir este sistema de cuánto debe ser el ajuste porcentual del salario mínimo.

Asimismo, Rojas hizo hincapié en que se debe cuidar el poder adquisitivo, ya que se trata de una cadena en general y si esta se pierde, no habrá compras fuertes, caerán las ventas, la producción bajará y disminuirá la flota de trabajadores.

“El poder adquisitivo tiene que ser fuerte, tenemos que fortalecer eso y eso tiene que ser el punto central”, expresó. 

Informalidad laboral

Sin duda alguna, uno de los problemas que ataja el pleno desarrollo del crecimiento económico del país es la alta tasa de informalidad que se tiene en Paraguay. De acuerdo con estadísticas del INE, divulgadas en su informe del último trimestre del 2022, unas 1.857.317 personas se encuentran trabajando en el sector informal.

De esta manera, la tasa de informalidad alcanza a un 64,2% del total de los trabajadores y se sumaron 41.282 personas a esta condición laboral desde el 2021.

Con respecto a esta situación, el sindicalista señaló que existen diversos informes de organismo internacionales que muestran que 8 de cada 10 paraguayos se encuentran trabajando en el sector informal, por lo que indicó “que la economía en el Paraguay no se sustenta en una economía basada en el desarrollo económico y productivo”.

Además, resaltó que en el país no existe una política real para desarrollar y potenciar la agricultura familiar, las industrias, las micro y medianas empresas, ya que solo se piensa en el sector ganadero y en los bancos, que si bien son fuente de trabajo de muchas personas, se debe explorar y ayudar a los otros rubros.

“La situación del trabajador es difícil en nuestro país. La gente sigue yendo al exterior en busca de mejores condiciones de vida, mejores horizontes, mejores trabajos, y no ha mejorado absolutamente nada. La situación económica y productiva que nosotros planteamos tampoco se hace”, dijo Rojas.

Igualmente, recordó a la gente que migra del campo a la ciudad en busca de un mejor trabajo y, por falta de oportunidades, tiene que instalarse a la orilla del río, desempeñándose en la informalidad y con un poder adquisitivo que se va deteriorando cada vez más, por lo que se produce una cadena de insatisfacción en el paraguayo.

La reivindicación de los derechos laborales

Hace 134 años se produjo una de las primeras grandes revoluciones del sector obrero, quienes se manifestaron en reclamo de un horario laboral digno. Posteriormente, la lucha por los derechos básicos fue extendiéndose y alcanzó a la exigencia de un salario digno y la sindicalización.

Si bien han pasado muchos años desde estas demandas, es importante resaltar que hasta la fecha siguen siendo los mismos puntos los que son pedidos por la clase trabajadora. En este sentido, el vocero de la CUT A expresó que es preocupante la violación de los derechos laborales, como también la persecución a libertad sindical, en donde el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) denunció que no actúa.

“Por ejemplo, en el sector maquila no se permite la sindicalización; no se permite, así, categóricamente. El trabajador que intenta sindicalizarse es despedido sin trámite alguno y el Ministerio no interviene”, expresó.

Es por ello que Rojas indicó que se debe trabajar en profundidad en estos puntos, ya que “en donde no haya posibilidades de crear sindicatos, hay represión”. Igualmente, resaltó que la libertad sindical y el respeto del contrato colectivo en Paraguay “son letras muertas”.

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