Óscar Lovera, quien hace pocos meses asumía la gerencia general de la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD), esta semana fue anunciado para estar al frente del Viceministerio de Administración Financiera en el gobierno que asumirá el próximo 15 de agosto.
El economista con amplia trayectoria en el sector público, quien ya pasó por el Ministerio de Hacienda y el Banco Nacional de Fomento (BNF), conversó con MarketData sobre la coyuntura en la que asumirá este nuevo cargo.
Reconoció que el desafío fundamental y más urgente será lograr un Presupuesto General de la Nación (PGN) equilibrado, en un contexto de salida de un momento de álgidas disputas políticas.
También habló de la deuda pendiente que deja el gobierno saliente con los proveedores, especialmente con empresas farmacéuticas y constructoras, que rondaría los USD 500 millones. Recalcó que este monto todavía no es oficial y, solamente cuando se tenga mayor certeza, se podrán trabajar las líneas de acción para realizar los pagos, ya sea con emisión de bonos o mediante crédito de multilaterales.
Además, habló de la coyuntura financiera internacional, así como de la falta de certeza que hay todavía en nuestro país sobre el plan de convergencia hacia la regla de la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF), la cual puso en duda ya que dependerá en gran medida de cuál sea finalmente el resultado de este año, para poder determinar si en el próximo se podrá o no tener un desbalance en las finanzas públicas que esté dentro del 1,5% del Producto Interno Bruto (PIB).
– El próximo ministro de Hacienda, Carlos Fernández Valdovinos, lo anunció como viceministro de Administración Financiera en el gobierno de Santiago Peña. ¿Cómo toma este nuevo desafío y cuáles van a ser las líneas de acción?
Realmente es un gran desafío, es un gobierno que inicia, donde queremos ver cuáles son las condiciones en las que tomamos esta función de gobierno y lo que estamos trabajando un poco con el gobierno saliente es en identificar cuáles son las deudas que están quedando y, a partir de ahí, una vez que tengamos cuantificado, tener una estrategia de cancelación para dar previsibilidad a todos los actores que están involucrados en este proceso. Eso es en el cortísimo plazo lo que estamos viendo como una necesidad y una prioridad, empezar a establecer los mecanismos y las herramientas para poder cumplir con los compromisos que ha asumido el gobierno, al momento de tomar.
– Las deudas con constructoras y farmacéuticas serán importantes ahí…
Eso es lo que se viene manejando, son los sectores de mayor volumen de los que tenemos información y sobre los cuales estamos aguardando una cuantificación real para poder ver qué podemos hacer sobre esas deudas.
– Esto necesariamente va a repercutir en un déficit fiscal mayor y eso ya va a entrar dentro de la administración del nuevo gobierno. ¿Cómo tomas esta situación y cómo se puede trabajar ahí?
Esto responde a una dinámica que se viene dando desde hace tres años. La pandemia aceleró todos los procesos, hizo que se entre en una dinámica diferente y eso nos toca en esta situación al asumir, donde realmente lo que a nosotros nos toca es administrar. Esto no es una deuda que pueda quedar flotando sin poder cuantificar y nosotros vamos a administrar esto porque a nadie le conviene que esta deuda quede sin ser saldada. En realidad, el gobierno que está saliendo es el que va a hacer el reconocimiento de la deuda, y a nosotros nos va a tocar administrar la gestión del pago y efectivamente eso se va a tener que reflejar en un mayor déficit al final del ejercicio de lo que estaba previsto, pero que responde a una realidad. Esto es un proceso de transparencia de la real situación del Tesoro.
– Entonces, ¿ven con buenos ojos que la administración saliente esté haciendo este trabajo?
Claro, es importante que ellos reconozcan que esto forma parte de su gestión, en el sentido de que hay deudas que no están pudiendo ser cumplidas hasta el momento que ellos salen y a partir de ahí a nosotros nos va a tocar administrar la deuda, una vez cuantificada por ellos.
– Una vez cuantificada esa deuda, ¿cómo estás viendo el contexto ahí? ¿Apuntamos a una emisión de bonos, a un crédito o cómo lo ves?
La definición la vamos a tener dependiendo de los montos que vamos a tener que manejar. Yo anticipadamente no puedo decir porque no sé de qué montos estamos hablando, puede ser también varias herramientas a la vez, dependiendo de dónde está esa deuda, de cómo está reconocida o cuál es el sector al cual afecta. Dependiendo de eso, ya en esta nueva administración vamos a estar definiendo cuál va a ser la mejor estrategia.
– Me imagino que si el monto va a ser más grande de lo que se maneja ahora, extraoficialmente unos USD 500 millones, sería una combinación de varias herramientas.
Primero tenemos que tener identificado el valor de la deuda, a los efectos de determinar cuál sería la mejor estrategia.
– ¿Sería importante pagarlo este año?
Es una cuestión ya de los mismos proveedores y del sistema financiero también, que esto se pueda cancelar y honrar en el corto plazo.
– Un tema importante va a ser el plan de convergencia hacia la regla de responsabilidad fiscal, tu trabajo va a ser importante ahí. ¿Cómo estás viendo la situación?
De hecho estamos analizando eso. Dependiendo de qué nivel de deuda estamos manejando este año y de cuánto sería el déficit al cierre de este año, nosotros vamos a estar trabajando en una nueva convergencia a los efectos de poder cumplir con el déficit del 1,5%. Si hablamos de un déficit de un volumen significativo, claro que va a hacer que la convergencia tenga un plazo un poco más largo de lo que inicialmente se pueda determinar.
– O sea, ¿va a depender del déficit de este año para que el año que viene podamos proyectar un déficit, o no, dentro del 1,5% del PIB?
Estamos sujetos a eso, realmente no podemos anticipar aún un monto. Pero forma parte de la estrategia.
– Otro punto que va a ser importante dentro de tu administración va a ser el entorno internacional. ¿Cómo lo ves y cómo pensás que puede afectar eso hacia adelante a las finanzas públicas del país?
Hoy por hoy solo puedo dar mi opinión enmarcada en mi experiencia pasada, porque yo voy a estar como viceministro de Administración Financiera y el contexto económico nacional e internacional lo va a analizar el Ministerio de Economía. Pero sí te puedo decir que sí va a tener un efecto principalmente en lo que hace a expectativas futuras de las tasas internacionales, y eso repercute en las tasas a nivel local, como también genera un impacto sobre las deudas que actualmente tiene el Estado, donde un escandio de tasas más elevadas hace que el Estado tenga que asumir mayores compromisos en temas de pagos de intereses.
– Desde el punto de vista de los ingresos, ahora se va a separar la administración tributaria, eso también se enmarca en el trabajo de lo que es la administración financiera del Fisco. ¿Cómo estás viendo esa situación?
Nosotros entendemos que si, por un lado, para tener una mayor coordinación en el proceso de gestión de la recaudación, tener solo bajo una misma administración lo que es la generación de ingresos de la recaudación interna y de la que proviene del comercio exterior y, por otro lado, lo que va a ser el Ministerio de Economía, va a dejar de concentrarse en el trabajo de recaudación de los impuestos, pero va a seguir reglando las pautas tributarias y vamos a concentrarnos más en las políticas económicas de corto y mediano plazo, para cumplir con las expectativas que tiene la ciudadanía.
– ¿Hay otro punto que tendrías como prioridad?
El primer desafío es el PGN para el 2024, es el primer desafío que tenemos para presentarlo al gobierno antes del 1 de septiembre. La idea que estamos trabajando con la administración actual es tener un presupuesto equilibrado, pero una vez que seamos responsables, vamos al panorama más claro.