Buenos Aires
Este domingo, en Argentina se celebran nuevas elecciones presidenciales en medio de una gran incertidumbre a nivel económico. La inflación interanual fue del 138% en septiembre y el tipo de cambio paralelo ha tenido idas y vueltas en las que llegó a superar incluso la cotización de mil pesos por dólar.
En este contexto, Guido Zack, economista y director de Fundar, en esta entrevista comparte sus apreciaciones sobre lo que es el menú electoral en la última parte de la campaña. No es un secreto que la propuesta de dolarización del libertario Javier Milei ha tomado una gran popularidad y que, con la misma como eje de su discurso, fue el candidato más votado en las elecciones primarias.
La falta de dólares a disposición del Banco Central, la inconsistencia en el relato de Javier Milei sobre cómo los podría conseguir y el costo social que tendría el tipo de cambio al que se pudieran sacar de circulación los pesos argentinos son elementos que hacen inviable el plan del libertario, según Zack.
Considera que el déficit fiscal del Estado argentino, sumado al riesgo país y el endeudamiento excesivo que no le permite ya acceder al crédito, son temas que no se borran con la dolarización, aún cuando se pudiera implementar.
Además, el economista comparó la propuesta con los casos de Ecuador y El Salvador, que se han dolarizado en las últimas décadas, y resaltó que tampoco han podido resolver los problemas de fondo a nivel macroeconómico, si bien han logrado disminuir sus niveles de inflación.
Sin embargo, aclaró que la Argentina necesita un cambio urgente en su política económica. Al respecto, refirió que se necesita más bien iniciar un plan de convergencia hacia la unificación cambiaria, eliminando las restricciones de compras de dólares en un plan gradual para poder iniciar una acumulación de reservas del Banco Central.
Asimismo, dijo estar de acuerdo en que el déficit fiscal debe ser más razonable, y se debe financiar con recursos genuinos, de modo a poder acceder nuevamente al mercado de créditos.
Sobre el candidato oficialista Sergio Massa, afirmó que, a pesar de ser ministro de Economía actualmente, no ha puesto sobre la mesa ideas claras con respecto a lo que podría ser el manejo económico de un eventual gobierno suyo.
Por otra parte, afirmó que el plan propuesto por el equipo económico de Patricia Bullrich, liderado por Carlos Melconian, tiene elementos que considera positivos y son los que podrían generar cambios paulatinamente positivos en la economía de Argentina.
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– ¿Qué estás viendo en esta última etapa de la campaña política en Argentina? ¿Cuál es tu panorama?
Tengo que aclarar que los análisis que hago yo son económicos, y no políticos. Básicamente, lo que puedo responder es en materia económica. Lo que yo veo en la recta final de esta campaña política es mucha volatilidad económica, algo que suele suceder en Argentina, pero que a medida que la economía argentina y las herramientas de política económica del sector público se fueron deteriorando, y con la incertidumbre de las elecciones, evidentemente se acentuó la volatilidad económica de la que el país se caracteriza hace mucho tiempo.
– Por ejemplo, ¿te parece que el disparo del dólar blue es consecuencia de este último tramo de la campaña?
Hay factores más estructurales y hay factores más coyunturales. Dentro de los factores estructurales, justamente, están los que comentaba de la fragilidad cada vez mayor de la economía argentina, con un Banco Central que tiene reservas netas negativas, con una cantidad de pasivos del Banco Central cada vez es mayor, ya sea no remunerados como base monetaria o los remunerados que son las leliqs de muy corto plazo, y entonces amenaza constantemente la estabilidad cambiaria.
A esto se le suma el periodo electoral, que además tiene un candidato que es Milei, que propone medidas que son totalmente impracticables, y que fue el que más votos sacó en las PASO, y que por lo tanto el mercado se pone muy nervioso porque no tiene ni idea de qué es lo que haría Milei en caso de ganar las elecciones y ser gobierno.
Lo que propone Milei es totalmente impracticable en materia económica. Después, en materia social y en otro ámbitos, son medidas totalmente disparatadas, como la venta de órganos, de niños, su reivindicación a la dictadura militar argentina, la libre portación de armas, son todas propuestas sumamente disparatadas; y, en particular, en materia económica, son medidas que además de ser indeseables, son impracticables, no se puede dolarizar una economía que no tiene dólares, y que tampoco tiene acceso a los mercados financieros.
En ese contexto, que Milei haya salido a hablar la semana pasada, fomentando que los argentinos no ahorren más en moneda local y que se pasen al dólar, realmente generó un cóctel explosivo, en buena parte por la debilidad de la economía argentina y en buena parte por la irresponsabilidad de este candidato.
– Profundizando el tema de la dolarización, en términos económicos, ¿por qué es imposible dolarizar la Argentina?
Básicamente, la dolarización implica, por un lado, reemplazar todos los contratos que hoy están hechos en pesos argentinos y configurarlos a contratos en dólares, eso por un lado. Por otro lado, es el reemplazo de todos los pesos y monedas que circulan en la calle y pasarlos a dólares, y también los pasivos de corto plazo del sector público, tanto del Banco Central como del Tesoro. Si sumamos los pasivos, la base monetaria más las leqiqs (letras de liquidez del Banco Central), dividido las reservas netas de la Argentina, hoy da un número que se acerca a infinito. Literalmente infinito, porque las reservas netas de Argentina son negativas.
La forma de mirar eso de una forma más clara es: ¿cuántos miles de millones de dólares necesitaría tener el Estado argentino para dolarizar la economía? Cuanto más alto el tipo de cambio, esa cantidad de dólares es menor, pero aun así, a estos niveles del tipo de cambio de mil pesos por dólar, que es una cotización de pánico que no refleja la estructura económica argentina; aun a esos valores, se necesita un monto tan elevado de dólares que absolutamente nadie está dispuesto a prestarle a la Argentina hoy.
La pregunta básica es: ¿cómo se pretende dolarizar una economía, si el sector público no sólo no dispone de los dólares, sino tampoco de la capacidad de endeudamiento en dólares?
De ahí fueron partieron los matices que fue generando el equipo económico de Milei: primero, la dolarización dijeron que se iba a hacer con plata del Fondo Monetario, luego dijeron que se haría con plata que tienen los argentinos en el exterior, luego dijeron que se realizaría con una arquitectura financiera a través de endeudamiento, y finalmente dijeron que en realidad no es una medida que se realizaría en los primeros años de gobierno, ni siquiera en el primer mandato.
Entonces, la pregunta es, y esto vuelve quizás a la primera respuesta que te estaba dando: Si esta es la principal propuesta económica de Milei y no se realizaría en su primer mandato de gobierno, ¿entonces qué es lo que va a hacer en su primer mandato de gobierno? No lo sabe nadie, posiblemente no sabe ni él.
– Milei asegura que necesita USD 40.000 millones para dolarizar ¿Ese número está alejado de la realidad, a tu criterio?
Es posible dolarizar la economía argentina a un tipo de cambio muy elevado, con USD 40.000 millones, a un tipo de cambio muy elevado. Hay que decirle primero a la población lo que significa un tipo de cambio muy elevado. Esto significa salarios muy bajos, entonces, si entendemos que Argentina pasa a ser uno de los países con menor salario en dólares de toda América Latina, con USD 40.000 millones es posible dolarizar. Ahora, yo no conozco absolutamente ninguna institución que esté dispuesta a financiar la Argentina por USD 40.000 millones, porque realmente Argentina ya tiene un sector público muy endeudado, paga una tasa de interés altísima y, entonces, yo creo que no hay posibilidad de obtener un monto de financiamiento tan elevado.
También, hay que tener en cuenta que la dolarización no es la solución para todos los problemas argentinos que Milei dice. Sin ir más lejos, los otros dos países dolarizados en América Latina, que son Ecuador y El Salvador -Panamá también pero desde principios del siglo pasado-; los dos que dolarizaron en los últimos 25 años, y en particular Ecuador, no resolvió sus problemas económicos con la dolarización, resolvió algunos y profundizó otros. Es cierto que Ecuador bajó la inflación, pero también es cierto que siguió teniendo déficit fiscal elevado que fue financiado con deuda externa, porque no lo podía hacer de otra manera. La dolarización probó que la única forma de financiar el déficit es con deuda externa, y bueno, tuvo déficits tan elevados que tuvo que reestructurar la deuda dos veces desde que dolarizó hace poco más de 20 años. Entonces, si el problema principal de la Argentina es el déficit fiscal, la dolarización no resuelve eso.
Por otro lado, si el problema de Argentina es tener un riesgo país mayor a los 2.000 puntos básicos, bueno, el de Ecuador no es tanto más bajo; y de hecho en América Latina, después de Argentina, el que mayor riesgo país tiene es Ecuador, seguido de El Salvador, los dos países dolarizados. Si seguimos, el siguiente es Bolivia, que si bien no ha dolarizado, está con tipo de cambio fijo hace más de diez años. La dolarización no solo no es practicable en la Argentina actual, sino que también es indeseable porque no resuelve los problemas de la economía argentina.
– Hay quien dice que los casos de Ecuador y El Salvador no son comprables por la escala de economía que manejan estos países. Argentina es una economía mucho más grande y con una matriz productiva diferente, lo cual agravaría los problemas, ¿estás de acuerdo con quienes opinan esto?
Estoy de acuerdo en que Argentina es una economía más grande y eso le suma complejidad a la dolarización. También hay que tener en cuenta que economías tan grandes como la de Argentina, e incluso más grandes como la de Brasil, tuvieron en los 90 problemas de inflación y en algún punto similares a los problemas de Argentina, y los resolvieron con moneda propia. Es el caso de Brasil, de Uruguay, de Chile, es el caso de Perú.
Entonces, hay más casos de estabilización con moneda propia que sin moneda propia, y de hecho la performance de los países que lo han hecho con moneda propia es mejor que los que han dolarizado. Por lo tanto, en este sentido, nos preguntamos qué sentido tiene dolarizar, si otros países han demostrado que se puede hacer con moneda propia, y que el resultado es mejor.
– En esa línea, te pregunto, si dolarizar no es el camino, ¿entonces cuál sería?
Es una excelente pregunta, porque muchas veces se interpreta que quienes estamos en contra de la dolarización, estamos de acuerdo con que todo siga como está ahora, y eso no es cierto. Claramente, Argentina tiene que hacer grandes cambios en materia de política pública y macroeconómicos.
En particular, yo estoy de acuerdo con que el déficit fiscal en Argentina hoy es un gran problema, sobre todo porque no tiene capacidad de financiarlo y, por lo tanto, lo termina haciendo con emisión monetaria. Entonces, Argentina tiene que dejar de emitir para financiar el déficit fiscal, esa es la premisa número uno. Todo plan de estabilización debe partir de la base que no puede tener un déficit fiscal que no pueda financiar en el mercado. Eso por un lado.
Por otro lado, el cepo cambiario hay que ir desmantelándolo, hasta que desaparezca, y tender hacia un horizonte de unificación cambiaria. Hablo de ir desmantelándolo e ir hacia un horizonte, porque sacar todas las restricciones de movilidad de capitales y acceso a los dólares, es decir, sacar el cepo de un día para el otro provocaría una devaluación enorme del tipo de cambio oficial, que acentuaría los problemas inflacionarios y provocaría una caída en los ingresos, que ya de por sí vienen castigados en los últimos años, pero una caída en los ingresos de tal magnitud que sería totalmente indeseable por un lado; y por otro lado, haría que este eventual programa de unificación cambiaria no sea sostenible en materia social.
Sí hay que plantear una estrategia de ir saliendo paulatinamente del cepo cambiario para apuntar a una unificación cambiaria en el marco de una consolidación fiscal que haga que el Banco Central no tenga que asistir más al Tesoro, y también es necesario que el sector público inicie una política de ingresos, es decir, que intente coordinar al sector privado, en particular a las empresas y a los trabajadores, para que esta puja por la riqueza que genera la economía argentina no se dé en el marco de una inflación del 138% como tenemos actualmente, sino en niveles inflacionarios mucho más bajos.
Claramente, esto tiene que ser un plan integral que ataque todos los frentes, con una reforma tributaria, posiblemente con una reforma de gastos para consolidar el tema fiscal, cambiando posiblemente la carta orgánica del Banco Central para que no se pueda financiar más al Tesoro, y en una lógica de comenzar a acumular reservas, que el superávit comercial se termine plasmando en acumulación de reservas y esto solamente se logra con un ordenamiento del régimen cambiario tendiente a una notificación.
– Hablamos de cuidar los fundamentos macroeconómicos…
Claro, sobre todo una consistencia macroeconómica. El tema es que hablar de consistencia macroeconómica siempre es muy ambiguo, entonces, lo que intento demostrar es que la consistencia macroeconómica está en mantener un déficit fiscal financiable -y si es necesario un superávit-, que el Banco Central no emita más para financiar al Tesoro, que el superávit comercial se acumule en reservas del Banco Central en un contexto en el cual se tienen que ir liberando de a poco las restricciones cambiarias.
– Siempre hablar del dólar es un poco de futurología, pero te quiero plantear un escenario. Si Milei llega a pasar a una segunda vuelta, que es muy probable, o incluso que gane en primera, ¿hasta dónde puede llegar el dólar?
Realmente no lo puedo decir, porque es hacer una proyección a futuro muy incierta, que si alguien te da un valor es muy probable que te esté mintiendo; y si acierta, es porque tuvo mucha suerte y no porque realmente tuvo un modelo o una estrategia que lo respaldara.
Sí es cierto, que si a Milei le llega a ir bien en las elecciones del domingo, va a acentuar la inestabilidad cambiaria, sobre todo por lo que hablábamos al principio. Se acercaría la victoria de un candidato que no solo tiene una propuesta económica que es indeseable, sino que es impracticable, y no cuenta qué haría mientras esta medida es impracticable, o sea, cómo prepararía el terreno para que esta medida sea practicable, aun siendo indeseable, pero cómo haría por ejemplo para tener los dólares para dolarizar. Entonces, frente a este grado de incertidumbre, en el contexto de un candidato que no solo tiene propuestas económicas totalmente impracticables e indeseables, sino también tiene propuestas de las que hablábamos antes, de otro tipo totalmente insensatas con un modismo totalmente agresivo y antidemocrático, eso lleva a mucha inquietud.
A qué nivel llevaría el dólar esta inquietud, realmente no te lo puedo decir, pero sí es cierto que acentuará la volatilidad cambiaria.
Una de las cosas que le escuché a Milei decir en televisión es que los dólares van a salir de una liquidación de activos que haría el Banco Central por un lado, liquidando la deuda que posee del gobierno argentino; y por otro lado, de un fondo que él asegura que le van a proveer los USD 30.000 millones que le faltarían. ¿Esto también te parece fuera de lo que es posible?
Primero hay que tener en cuenta que estos activos que tiene el Banco Central, que son de hecho letras intransferibles que le cedió el Tesoro cada vez que tomó dólares del Banco Central para pagar primero al FMI, allá por el 2006, y después deudas con acreedores privados, justamente son intransferibles, y que sean intransferibles significa que no tienen valor de mercado. Entonces, usar de colateral las letras intransferibles que tiene el Banco Central no tiene sentido, porque no tiene valor de mercado, y además no tiene sentido en términos financieros porque el Tesoro argentino se estaría endeudando, poniendo de colateral deuda del mismo Tesoro argentino. Cuando uno pone un colateral, tiene que ser un activo o bien que tenga un valor de mercado y que eventualmente pueda vender para recuperar la plata que se presta, o bien utilizar una garantía pero que te provea otra persona. Sin ir más lejos, si yo alquilo un departamento en Buenos Aires, me piden una garantía y yo no me puedo poner a mí mismo de garantía, justamente la garantía tiene que ser de otra persona. Entonces, acá Milei está proponiendo que el Estado argentino tome deuda, utilizando de garantía al Estado argentino, o sea, totalmente un contrasentido.
Por otro lado, esto que dice, que tiene un fondo que está dispuesto a darle USD 30.000 millones a la Argentina, que yo no creo que sea verdad, básicamente porque no es el primer eventual origen de los dólares que conseguiría para dolarizar. O sea, primero habló del FMI, después habló de los dólares que tienen los argentinos en el exterior, después habló de armar una arquitectura financiera con las letras intransferibles, y ahora habla de un supuesto fondo que estaría dispuesto a prestarle USD 30.000 millones. Las tres anteriores fueron falsas, esta, yo creo, tiendo a pensar, que también es falsa y aun si no lo fuera, a Argentina ya le ha ido suficientemente mal con estos fondos de alto riesgo como para que nuestra estrategia de estabilización se base en que un fondo de estas características nos preste el dinero.
Insisto, no solamente no es indeseable la dolarización, sino que también es impracticable en las condiciones actuales de la economía argentina.
– Hay mucha gente que no entiende a Milei, realmente a fondo, en lo que pretende hacer, y lo va a votar. ¿Te parece que es la razón por la que se volvió tan popular su discurso?
No sé si es porque la gente no le entiende, no hay manera de culpar al votante, todo lo contrario, en algún punto el votante siempre tiene la razón. Lo que hay que encontrar es qué motivo tiene el votante para inclinarse a votar a Milei y no a alguno de los otros candidatos. Una parte puede ser que los otros candidatos no estén captando las necesidades de los votantes y no se muestren sólidos al respecto, pero también hay que entender que, al menos en los últimos ocho años, y quizás doce también, la economía argentina ha ido muy mal, y quienes han gobernado son las coaliciones que hoy están representadas por Sergio Massa y Patricia Bullrich. Entonces, si venimos de años en que a la economía argentina le ha ido mal, el votante busca un cambio, y lamentablemente el cambio lo personificó Milei.
Milei personificó un cambio que claramente es necesario, no podemos seguir como estuvimos en los últimos diez años, pero un cambio en la dirección totalmente incorrecta.
– Más allá de la experiencia pasada, ¿Cómo ves la propuesta económica de los demás candidatos? Patricia Bullrich y Sergio Massa
Por un lado, la propuesta económica del equipo de Patricia Bullrich, que estaría encabezado por Carlos Melconian, tiene bastantes puntos en común con lo que yo te comentaba previamente. Una consolidación fiscal, que el Banco Central no financie más al Tesoro. Melconian incluso dio a entender que modificaría el régimen cambiario hacia un desdoblamiento, no a una unificación de un día para el otro, sino un desdoblamiento transitorio para acumular reservas internacionales. En ese sentido, tiene varios en común con lo que yo decía al inicio.
Con respecto a Massa, ahí tenemos un pequeño inconveniente, que es que en su doble carácter de ministro de Economía y candidato presidencial, la verdad es que no dio muchas definiciones de lo que sería su plan de gobierno en caso de ser electo. Entonces, es poco lo que te puedo decir al respecto.
Sí es cierto que la última gran medida que tomó Sergio Massa, que es la eliminación del impuesto a las ganancias cuarta categoría, es decir, el impuesto a los ingresos de los trabajadores formales que más ganan, va totalmente en contra de esta idea de lograr una consolidación del sector fiscal y que el Estado pueda financiar sus gastos sin acudir al financiamiento monetario, pero por otro lado, también entiendo que es posible que haya sido una medida totalmente de índole electoral. Más definiciones es difícil darlas porque realmente no las ha dado el candidato.