El periódico brasileño Folha realizó una publicación sobre el análisis del Instituto Acende Brasil que evaluó el flujo de ingresos y gastos de la planta de Itaipú, cuyo tratado será renegociado entre Brasil y Paraguay a finales de año.
Según el mencionado medio, los análisis de los flujos financieros y la distribución de energía de la central hidroeléctrica de Itaipú muestran que los brasileños pagaron íntegramente la deuda por la construcción de la central binacional en el río Paraná, entre Brasil y Paraguay.
El pago de la tarifa de esa energía del lado brasileño está incluido obligatoriamente en la factura eléctrica, precisamente para garantizar que la deuda sea pagada, e Itaipú, mantenida.
Los cálculos sobre el flujo financiero de Itaipú fueron realizados por el Instituto Acende Brasil, un think tank energético, una especie de centro de estudios dedicado al desarrollo de acciones y proyectos que buscan reforzar la transparencia y sostenibilidad del sector eléctrico del país. El estudio ya fue entregado a Itamaraty, como contribución a la revisión del Anexo C.
La publicación señala que el seguimiento de los pagos y cobros netos de cada país muestra que Brasil pagó 85,7 mil millones de dólares (428,9 mil millones de reales) por la hidroeléctrica en el período de 1985 a 2022. Paraguay, a su vez, recibió 5.900 millones de dólares (29.500 millones de reales).
Según el estudio, Paraguay no solo garantizaba su suministro energético con la binacional, sino que también contaba con una importante fuente de ingresos por la planta.
En otra parte se menciona también que Paraguay hasta la fecha no ha podido consumir el 50% de la producción eléctrica a la que tiene derecho. El año pasado, Paraguay representó el 24% del total, por ejemplo. La regla dice que la porción no consumida por un socio se transfiere al otro a cambio de un pago.
El año pasado, Brasil pagó 218,5 millones de dólares (1.100 millones de reales) por esta transferencia, una cantidad considerada generosa.
El cálculo para definir el valor de la cesión fue reajustado en 2009, después de una negociación bilateral que generó muchas interrogantes en Brasil. El cambio incrementó el factor de reajuste a favor del país vecino, beneficiando al gobierno del entonces presidente Fernando Lugo, el único que logró romper la hegemonía del Partido Colorado en 70 años.
A modo de explicación, el estudio del instituto detalla el flujo de ingresos y gastos de Itaipú el año pasado. Brasil fue responsable de ingresos por 2.800 millones de dólares (14.000 millones de reales), mientras que Paraguay, de 495 millones de dólares (2.400 millones de reales).
El análisis contable muestra que, considerando los balances financieros de 2021, se asignaron US$ 2,5 mil millones (R$ 12,5 mil millones) para cubrir los costos de mantenimiento de la planta, como gastos de exploración y deuda de construcción.
Otros 801 millones de dólares (4 mil millones de reales) se destinaron a pagos fuera de la planta, por así decirlo, como regalías a los municipios de ambos lados de la frontera y transferencias como remuneración a las empresas estatales responsables de la planta, en Brasil, ENBPar (Brasil). Empresa de Participaciones en Energía Nuclear y Binacional, y, en Paraguay, Ande (Administración Nacional de Electricidad).
Sumando todas las transferencias a Paraguay, incluido el valor de la cesión, y haciendo un paralelo con los ingresos que destinó, el socio brasileño terminó, el año pasado, con un saldo positivo de casi US$ 15 millones (R$ 75 millones), muestra el relevamiento de la entidad.
En el balance general del año, Brasil fue responsable por el 85% de los ingresos de Itaipú, comprando el 76% de la energía generada. En total, el 64% de las transferencias de las centrales hidroeléctricas tienen como destino Paraguay.
Valdovinos cuestionó el análisis
A través de su red social X, el ministro de Economía y Finanzas, Carlos Fernández Valdovinos señaló que el citado análisis carece o ignora completamente conceptos económicos muy básicos. “Cuando uno compra o consume un bien o servicio, en el precio que se paga por el mismo está el costo de todos los “insumos” (además del lucro correspondiente si hubiere)”, sostuvo.
Añadió que el costo de “insumos” incluye lógicamente el costo de financiamiento. “Entonces si como 10 tortas y mi hijo solo 1, yo pago mucho más del costo de la harina que usa la panadería y también de los intereses y capital por el préstamo tomado del banco. Pero es lo normal y razonable”, escribió.
Valdovinos dijo que Brasil, al haber consumido por lejos la mayor cantidad de energía, pagó mucho más de los intereses y capital debidos por Itaipú, de los salarios y otros costos operativos. Estos forman parte del costo de la tarifa o del precio del bien que ellos estuvieron consumiendo.
“Lo irregular hubiese sido que al haber consumido 10 tortas, Brasil haya pagado igual fracción de los intereses y capital adeudados que Paraguay, que comió 1 torta. Y esto no considera quién finalmente recibía estos intereses, que mucho tiempo estuvieron por encima del precio de mercado”, explicó.
“El emprendimiento Itaipú se realizó en el entendimiento que el retorno del mismo (energía) superaba largamente los costos (préstamos, etc.). Entonces quién más se beneficia del mismo, NO es quien paga menos de los costos, sino quien aprovecha más los retornos (consume más energía)”, concluyó.