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24 de noviembre de 2024

La miseria del intervencionismo: ¿Por qué existen las depresiones económicas?

¿Cuál es la explicación detrás de los ciclos económicos? En su obra» La miseria del Intervencionismo», el intelectual chileno Axel Káiser se sumerge en esta intrincada cuestión y revela detalladamente los procesos detrás de las duras debacles económicas de la historia moderna.

Apoyándose en el rigor analítico de economistas de la talla de Von Mises, Káiser respalda su argumentación desafiando las concepciones tradicionales de la economía y construyendo lecciones imprescindibles para el futuro económico de nuestro país.

Por Lucas Cano – Estudiante Investigador

A lo largo de la historia, las depresiones económicas se han caracterizado por una marcada disminución en la producción y el consumo, un aumento significativo del desempleo y un incremento en las quiebras empresariales. 

La crisis, que precede a la depresión, se presenta como una forma extrema de recesión. 

Estos anómalos periodos históricos han sido utilizados erróneamente como evidencia para cuestionar el sistema de libre mercado y continúan siendo una especie de “enigma” para el dominio público. 

Diversas corrientes, como el marxismo y el keynesianismo, han argumentado que las crisis son inherentes al sistema capitalista. En lugar de comprender la verdadera naturaleza de estos fenómenos, se ha puesto más énfasis en resolver las crisis. Esto plantea una pregunta fundamental: si no entendemos el origen del problema, ¿cómo podemos encontrar la solución adecuada?

En la ciencia económica, la principal discrepancia no radica en si hay crisis y depresiones, sino en cómo las interpretamos según nuestras teorías previas. Esto es un problema de enfoque y metodología (Hoppe, 2014), y ha llevado a diferentes escuelas de pensamiento a proponer soluciones diversas para lidiar con las depresiones económicas. 

La clave aquí es que no podemos depender únicamente de la historia para validar nuestras teorías. Necesitamos un marco teórico sólido y lógico (Huerta De Soto, 1990) para interpretar los hechos históricos.

En este contexto, Axel Káiser, fiel al rigor de la escuela austriaca de economía, nos ayuda a explorar minuciosamente cómo las depresiones económicas modernas comparten la misma naturaleza subyacente y cómo los errores de análisis técnicos persisten en forma de un defectuoso intervencionismo estatal, veamos.

El origen de todos los mitos

Káiser comienza su análisis desentrañando cuidadosamente los mitos que rodean a la presunta inestabilidad inherente del capitalismo. 

En relación con las depresiones cíclicas, plantea una pregunta fundamental: ¿cómo es posible que miles de empresarios, cuya habilidad y éxito constante reside en anticipar la demanda futura y calcular sus costos de producción, cometan de manera masiva y simultánea errores de cálculo que los lleven a una ruina generalizada?

Esta pregunta resalta un punto esencial que la crítica anticapitalista no puede responder. 

En un mercado sin intervención, la oferta y la demanda se ajustan naturalmente, determinando los precios y la cantidad de producción. La existencia de este «clúster de errores empresariales» solo puede surgir debido a una distorsión significativa de la información que los inversores reciben al desarrollar estrategias de inversión, lo que los induce al equívoco.

Para lograr entender el punto, debemos entender el rol de la tasa de interés.

La tasa de interés es la diferencia de precio establecida por el mercado entre bienes presentes y bienes futuros. Este mecanismo desempeña un papel crucial en la coordinación de la producción e inversión a lo largo del tiempo en la economía, ya que refleja la disponibilidad de ahorros y las preferencias temporales de individuos y empresas. Funciona como un indicador de rentabilidad al evaluar proyectos de inversión en un momento dado, puesto que establece el costo del crédito. 

Pero, si esto es así, ¿cómo podría la tasa de interés, de repente, enviar señales incorrectas y dar lugar a este extenso error empresarial?

La característica esencial de los bancos centrales es su capacidad para ajustar la tasa de interés, lo que dirige su política monetaria. A menudo, los economistas sugieren que políticas monetarias expansivas en tiempos de recesión pueden estimular el crédito y generar crecimiento económico. 

No obstante, debido a que el dinero y el capital son bienes económicos sujetos a las leyes de oferta y demanda (coordinados a través de la tasa de interés), reflejando información real sobre el mercado, cualquier intervención de la autoridad monetaria provoca una distorsión artificial en el precio de estos elementos, lo que anula su función crucial de transmitir información. 

Ya sea al alza o a la baja, esta distorsión afecta negativamente la toma de decisiones empresariales, y en el caso de la tasa de interés, puede resultar en una expansión crediticia insostenible sin respaldo de ahorro previo. (Huerta de soto, 1990).

El auge y la inevitable caída

Estamos ahora preparados para comprender el punto central de esta cuestión. 

Los ciclos económicos tienen su raíz en la expansión artificial del crédito (manipulación a la baja sobre la tasa de interés) realizada por los bancos centrales. Esta expansión del crédito desvía los recursos al corroer la información existente, es decir, la rentabilidad relativa de la inversión se ve alterada por los bajos tipos de interés, lo que lleva a inversiones que, en circunstancias normales, no serían viables. 

Esto ocurre debido a la distorsión en los precios relativos causada por el aumento de dinero en circulación y deriva en una sobre valuación de activos o burbuja financiera ocasionada por la inyección de liquidez. 

Este proceso crea una especie de «ilusión monetaria» que inicialmente da la impresión de un auge económico, pero tarde o temprano, cuando la expansión monetaria cese (sea por la inflación o aumento transaccional de demanda de dinero) y los tipos de interés vuelven a subir, se desvela en forma de crisis, evidenciando una descoordinación temporal entre bienes de capital y de consumo, así, finalmente, derivando en un proceso de liquidación y corrección de estos proyectos fallidos para liberar los factores productivos (fundamentalmente trabajo y capital) hacia áreas eficientes y requeridas del mercado, que es lo que entendemos por depresión económica. 

Veámoslo empíricamente

De la Gran Depresión a la Crisis Financiera de 2008: Dos Grandes Crisis Económicas

En esta última parte del texto, Káiser señala la naturaleza en común de las dos grandes crisis de la historia moderna; el crack del 29 y la reciente crisis del 2008. Desde la formación de ambas burbujas y su posterior crash, ambas contrastan su origen y respaldan empíricamente la teoría del ciclo austriaca.

Vemos que, entre 1921 y 1929, el banco central norteamericano (FED) incrementó la masa monetaria de 45,3 mil millones de dólares a 73,26 mil millones de dólares, lo que significó una expansión de un 61,8%, esencialmente en forma de crédito, formando la burbuja y su posterior crack (1). Esta fue considerada una política «Triunfal» por la Fed (3).

Así también, entre 1995 y 2000, la FED expandió la masa monetaria en un 52%, superando el crecimiento económico del 22%. Redujo la tasa de interés al 4,75% en 1998 y al 1% en 2003, lo que provocó las burbujas puntocom y la inmobiliaria de 2008, en lugar de permitir que la recesión siguiera su curso (2).

Comprender la naturaleza de las grandes catástrofes económicas modernas nos otorga la responsabilidad de reflexionar seriamente sobre las lecciones históricas de la teoría económica. Ignorar sus advertencias nos lleva a sufrir las posteriores impiadosas consecuencias, lo cual, en última instancia, desemboca en ‘la miseria del intervencionismo’.

REFERENCIAS Y BIBLIOGRAFÍA

Kaiser, A. (2012). La miseria del intervencionismo. Aguilar.

De Soto, J. H. (1990). La teoría austríaca del ciclo económico (pp. 241-256). Unión Editorial.

(1) ROTHBARD, Murray N., America’s Great Depression, Ludwig von Mises Institute, Auburn,

Alabama, 2000, p. 93.

(2) WOODS, Thomas, Meltdown, Regnery Publishing, Washington, 2009, p. 80.

(3) JOHNSON, Paul, A History of the American People, Harper Perennial, Nueva York, 1999, p. 730.

Hoppe, H. H. (2014). Economía y ética de la propiedad privada. Editorial Innisfree.

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