Este martes, el directorio ejecutivo del FMI concluyó hoy la Segunda Revisión del Instrumento de Coordinación de Políticas (ICP) y aprobó un Fondo de Resiliencia y Sostenibilidad (RSF) de dos años de duración para Paraguay.
Desde el ente multilateral, resalta el compromiso del gobierno en continuar con políticas macroeconómicas prudentes y a implementar reformas estructurales, incluida una serie de medidas de adaptación y mitigación, y a preservar y ampliar su matriz energética verde.
En cuanto al detalle del fondo, el programa de dos años permite a Paraguay un acceso máximo de DEG (Derechos Especiales de Giro)302,1 millones (150 por ciento de la cuota) y Paraguay es el primer país sudamericano en asegurar el acceso al RSF.
En este contexto, la junta también aceptó una solicitud para la extensión del PCI y la modificación de los objetivos para finales de diciembre de 2023 y finales de junio de 2024.
ACUERDO PCI- FMI
Recordemos que el programa bienal de Paraguay en el marco del PCI se aprobó en noviembre de 2022. El PCI apoya las políticas macroeconómicas y las reformas estructurales de Paraguay, con el objetivo de garantizar la estabilidad macroeconómica y fiscal, fomentar el crecimiento económico y mejorar la protección y la inclusión social.
Desde el FMI comentaron que existen avances a pesar de que se han incumplido algunos objetivos por estrechos márgenes. También se cumplieron la mayoría de los objetivos de reforma. Algunos aspectos de la agenda de reformas tuvieron que reprogramarse para reflejar las prioridades del nuevo gobierno y dar tiempo suficiente para generar consenso sobre desafíos de larga data. Las autoridades solicitaron la prórroga del PCI por 12 meses.
De igual manera, comentan que el gobierno está comprometido a implementar una serie de medidas de adaptación y mitigación y a preservar y ampliar su matriz energética verde. En este sentido, las autoridades solicitaron la aprobación de un programa de dos años en el marco del RSF con un acceso máximo de DEG 302,1 millones (150 por ciento de la cuota).
Crecimiento económico
La economía crecerá fuertemente en 2023, impulsada por la agricultura y la producción de electricidad. Las presiones inflacionarias también han disminuido y las expectativas están bien ancladas en el objetivo del banco central del 4 por ciento. Se proyecta un pequeño superávit para la cuenta corriente externa gracias a las fuertes exportaciones. El guaraní se ha mantenido relativamente estable este año. La situación fiscal se ha deteriorado algo con respecto al año pasado, incluso debido a la necesidad de registrar y liquidar reclamaciones no registradas anteriormente a proveedores gubernamentales.
Además, salvo shocks externos, globales y climáticos, las perspectivas de crecimiento de Paraguay son brillantes. Se prevé que el crecimiento económico se modere solo ligeramente al 3,8 por ciento para 2024, mientras que la inflación se mantendrá cerca de la meta. Se espera que la cuenta corriente externa mantenga un pequeño superávit. Las autoridades planean reducir gradualmente el déficit fiscal hasta alcanzar el techo del 1,5 por ciento del PIB, según la regla fiscal para 2026, lo que impulsará la credibilidad de las políticas.
Sistema bancario
El sistema bancario sigue siendo estable y rentable, una condición necesaria para apoyar la inversión y la inclusión financiera, respaldada por una supervisión sólida y continua. El renovado enfoque en la implementación de reformas estructurales por parte de la nueva administración incluye medidas para fortalecer la gobernanza y el estado de derecho, salvaguardar la viabilidad de los programas de pensiones y otras asistencias sociales, y políticas para abordar el actual cambio climático.
“Las autoridades paraguayas han seguido implementando políticas conducentes a preservar la estabilidad macroeconómica. Un alto crecimiento económico, una inflación inferior a la esperada, un sólido desempeño del sector exportador y un sistema bancario estable son factores que contribuyen a la reciente reafirmación de la calificación soberana del país. Salvo eventos específicos, incluidos shocks climáticos y externos adversos, se espera que las variables económicas clave se mantengan sólidas en 2024 y en adelante. El nuevo gobierno se compromete a seguir implementando reformas respaldadas por el PCI centradas en la estabilidad macroeconómica, el fomento del crecimiento económico y la mejora de la protección social.
También resalta la importancia de que Paraguay reconstruya sus reservas fiscales, incluso mediante la implementación de reformas estructurales de larga data. El restablecimiento de la regla del déficit fiscal para 2026 es, con razón, la prioridad clave del gobierno. Fortalecer la eficiencia del sector público también es una parte crucial de una estrategia fiscal sostenible.
El FMI espera que, de cara al futuro, es imperativa la necesidad de garantizar la sostenibilidad del fondo de pensiones de los servidores públicos, mejorar la supervisión y la gobernanza de las empresas públicas también reduciría los riesgos fiscales.
“La racionalización de los programas de asistencia social mediante una mejor focalización y aumentos de eficiencia también debería ser un objetivo que contribuiría a un crecimiento más inclusivo. La adopción de medidas decisivas para combatir la corrupción y limitar los riesgos reputacionales contribuirá en gran medida a mejorar el entorno de inversión”, resaltó el multilateral