La educación financiera puede influir en las actitudes y comportamiento financiero, como por ejemplo en la decisión de ahorrar hoy y consumir mañana, el hábito de planificar, y el autocontrol. Sobre esto la campaña “Más Vale Saber: Educación de Bolsillo”, creada en el marco de la Estrategia Nacional de Inclusión Financiera (ENIF), propone superar mitos sobre el manejo del dinero para mejorar la economía personal y de las familias.
En este sentido, las ofertas de fin de año son una oportunidad para romper el mito “demasiado poca es la cuota”. Una cuota muy baja, ya sea de algún crédito o de alguna compra, se debe a que las cuotas se extienden por muchos meses, por esa razón es importante calcular el monto total para no terminar pagando al final un precio muy elevado.
Todo préstamo o compra a crédito implica el pago de intereses. ¿Qué es el interés? Es el dinero que pagamos por usar el dinero que nos prestan o cuando compramos algo en cuotas.
Al ver cuotas tan bajas es fácil pensar “no es mucho”, esto puede llevar a las personas a tomar muchos compromisos financieros con cuotas muy bajas, pero la suma de tantas cuotas a pagar por mes puede llegar a ser imposibles de saldar. Como alternativa al crédito, ahorrando, podrías comprar mucho más barato.
Cómo calcular
Por ejemplo, si una persona quiere adquirir un horno eléctrico y el precio al contado es G. 1.000.000. Esta persona, alternativamente podría encontrar una oferta pagando 12 cuotas de G. 131.000. Pero, sumando todas estas cuotas, el horno terminaría costando G. 1.572.000. Una opción más económica, sin embargo, es ponerse una meta y ahorrar. Con una meta de ahorro de G. 200.000, dicha persona podría tener su horno en cinco meses al precio de G. 1.000.000.