Según los últimos resultados del Estimador de Cifras de Negocios (ECN), calculado por el Banco Central del Paraguay (BCP), la facturación general en las ventas tuvo una caída del -0,7% en setiembre, en términos interanuales.
Esta contracción se dio en la comparación con el mismo mes del año anterior y, de esta manera, se acumula en el 2020 una variación de -1,7% con respecto al mismo periodo del 2019.
A pesar de un mayor nivel de actividad económica y con la apertura de la cuarentena, todavía persisten las secuelas de la parte dura del confinamiento y las compras de bienes de subsistencia son las que prevalecen por sobre bienes más duraderos.
En el documento de presentación de este resultado, la banca matriz destaca que en la variación del mes hubo incidencia de resultados negativos en sectores directamente afectados por la pandemia, como los servicios y el comercio. Concretamente, dentro del sector terciario se destacan las caídas para los segmentos de hoteles y restaurantes.
En contrapartida, la caída pudo ser mitigada por cierta recuperación en la venta de manufacturas y la continuidad de los resultados positivos del sector de las telecomunicaciones.
Variaciones por rubro
De los datos contenidos en el anexo estadístico de este indicador, se desprende que el sector de grandes tiendas y prendas de vestir fue el que tuvo la mayor caída en términos interanuales en setiembre, con una reducción de las ventas del -20% con respecto al mismo mes del año pasado.
La segunda mayor caída se dio en el sector de ventas de vehículos, con una reducción interanual del -10%. De hecho, la Cámara de Distribuidores de Automotores y Maquinarias (Cadam) reportó una caída interanual del -23,5% en la importación total de vehículos y de maquinarias de octubre, lo que refleja una menor salida de los mismos ante la recesión económica.
Los productos químico-farmacéuticos también reportaron una baja en sus ventas, en niveles de -5% interanual en setiembre del 2020, a pesar de que estamos todavía en emergencia sanitaria.
Segmentos en repunte
Resulta importante destacar que las ventas en supermercados y distribuidores ya se ubicaron en campo positivo en el indicador, con un crecimiento del 1% con respecto al año pasado. Si bien la variación es todavía pequeña, este segmento de la economía sale de varios meses de reducción.
Como producto de la continuidad tanto en las obras públicas como privadas – que han sido uno de los sustentos para la mitigación de la caída del Producto Interno Bruto (PIB) en el año -, las ventas de materiales de construcción crecieron 8%.
Los servicios de telefonía móvil, por su parte, no pararon de crecer ni siquiera en el punto más álgido del confinamiento y se expandieron en 9% en setiembre pasado.
Los productos para el equipamiento del hogar experimentaron un aumento de ventas de 7%, en un contexto de personas que todavía pasan más tiempo en sus casas para la realización del teletrabajo y la prevención del contagio.
