La pandemia de COVID-19 impuso nuevos desafíos económicos y sociales en Paraguay, al revelar problemáticas y profundizar los flagelos que desde hace años vienen estancando nuestro crecimiento y desarrollo. El nuevo orden nacional y mundial también genera varios desafíos a los aspirantes a cargos públicos que vayan a presentarse en los próximos comicios municipales (postergados para el 2021) y nacionales (a realizarse en el 2023).
Estos fueron los temas que abordó Santiago Peña – ex precandidato a la Presidencia de la República por el movimiento Honor Colorado (ANR) y quien fuera ministro de Hacienda durante el mandato de Horacio Cartes (2013-2018) -, en entrevista concedida a MarketData. Se refirió también a las necesidades por las que atraviesa el país para lograr la reactivación económica, tras la merma generada por la emergencia sanitaria, así como a sus aspiraciones en el terreno de la política.
– ¿Cuál es el ambiente político que se vive hoy en día, en el contexto de la pandemia, y cómo influirá en el dinamismo del mercado de los próximos año?
Esto ha ido evolucionando y las campañas políticas tienden a ser cada vez más cortas. Años atrás, Paraguay vivía de campaña en campaña, y esto fue de alguna manera rompiéndose poco a poco, se fueron unificando autoridades partidarias con municipales, fueron posponiéndose elecciones y creo esto también la ciudadanía ha valorado. Hoy no hay un ambiente para instalar una campaña electoral, con toda la dificultad económica; en el actual ciclo electoral creo que vamos a tener todavía bastante tiempo para hablar de los problemas económicos, sociales, antes que de temas políticos.
«Hoy no hay un ambiente para instalar una campaña electoral, con toda la dificultad económica»
– ¿Cómo afecta la pandemia de COVID-19 a los planes de las candidaturas, principalmente para el 2023?
Nos tocó llevar adelante una candidatura que tenía un alto contenido programático, estaba construido sobre bases que se empezaron a desarrollar del 2013 al 2018, pero querían darle un salto a ese tipo de políticas, estaba construido sobre pilares de políticas públicas. Yo creo que, con más fuerza, ese va a ser un argumento para la próxima elección, quien quiera salir a pedir el voto a la gente va a tener que explicar cómo va a transformar el sistema de salud, cómo va a transformar el sistema de educación, cómo va a recomponer las cuentas (fiscales), que se han deteriorado en los últimos tiempos, y cómo esto va a poder también ser una señal para inversores extranjeros y locales. La gestión va a ser fundamental, de cara al próximo proceso electoral.
– ¿Habrá una candidatura de Santiago Peña para el 2023?
El tiempo dirá. Si se presenta la oportunidad, ahí voy a estar, pero todavía es muy temprano para anticipar. Me siento muy cómodo trabajando en el sector financiero, me encanta lo que hago y también se puede hacer mucho desde el sector privado. Hay también un gran proceso de aprendizaje (para) quienes hemos estado en el sector público, mirar un poco desde adentro, desde el otro lado de la vereda, y también tratar de levantar el análisis y la rigurosidad que se hace en el ámbito privado, que es un análisis por lo general muy superficial.
– ¿Cuáles son las perspectivas económicas para los próximos meses?
La recuperación va a ser por sectores, va a haber cambio de hábitos de comportamiento. Pero (en cuanto a) los fundamentos macroeconómicos de la economía paraguaya, si se puede reestabilizar la política monetaria, que va a tener que normalizarse gradualmente – esperemos que no sea un ajuste muy fuerte – y la política fiscal, Paraguay podría nuevamente entrar en un proceso de recuperación macroeconómico, podríamos tener un crecimiento, pero eso no quiere decir que todos los sectores van a estar de la misma manera. Ahí el gran desafío, que ya sabíamos antes de la pandemia y de la caída del 2019, es que Paraguay tiene que avanzar en su proceso de diversificación y generar industrias que generen empleo, mano de obra; por el lado de la obra pública, también, como de la obra privada.
«La recuperación va a ser por sectores. El gran desafío es cómo se le moviliza a ese porcentaje enorme de la población dentro del sector privado»
– ¿Qué efectos seguirán ejerciendo los países vecinos, ante el avance del COVID-19 en la región?
El otro elemento que yo creo que es muy determinante es qué va a pasar con la frontera. Hoy, Brasil es el epicentro (de la pandemia de COVID-19) en América Latina, está muy difícil la situación de la frontera justamente por esa situación. En la medida que se vaya resolviendo la situación de frontera, que la situación cambiaria de Brasil se vaya normalizando – que va a ir hacia un tipo de cambio más apreciado -, eso va a hacer también que haya una mayor demanda de los productos de frontera. Sabemos que esto tiene un peso muy importante: el comercio de frontera mueve la aguja, influye mucho en las recaudaciones de Aduanas y todo lo que es el comercio de esas ciudades. Lo mismo pasa con el campo.
– ¿Cómo se encuentra la producción agropecuaria, tras sufrir los embates de la “tormenta perfecta” en el 2019?
Aquello que creíamos que era una gran debilidad de Paraguay, en su alta concentración en productos relacionados al campo, la agricultura y la ganadería, está demostrando en esta crisis que es probablemente una de las grandes fortalezas que tiene el Paraguay. Las exportaciones de carne, desde junio, cerraron con un crecimiento de 8% en el primer semestre; la producción agrícola también fue muy buena, se retrasó un poco la salida (de los productos) por el tema de la navegabilidad del río (Paraguay), pero la producción es buena y esto estira a toda una cadena logística de ese grano que luego se convierte en proteína animal, también genera valor agregado y es donde la demanda menos se ha sentido a nivel local y a nivel mundial.
– ¿Cuál es el principal reto del Gobierno paraguayo, ante la lenta reactivación de la actividad económica que se está viviendo con el avance de la cuarentena inteligente?
El gran desafío es cómo se le moviliza a ese porcentaje enorme de la población dentro del sector privado, que es la que invierte esos 5.000 millones de dólares al año. De repente le tenés a un sector privado que suspende planes de inversión y digamos que no va a ejecutar 20%, estamos hablando de una caída de 1.000 millones de dólares, es un monto tremendo: 1.000 millones de dólares es todo lo que invierte (el ministerio de) Obras Públicas por año. Esa es la tarea más importante, para poder determinar si va a haber una recuperación sostenible y ver cómo los sectores más rápido pueden recuperarse y que estiren a otros sectores.
Perfil
Nombre: Santiago Peña Palacios
Formación profesional: Economista y Máster en Políticas Públicas
Trayectoria profesional: Fue ministro de Hacienda (2015-2017), miembro del directorio del Banco Central del Paraguay (BCP) y funcionario del Fondo Monetario Internacional (FMI). Es directivo del banco Basa e integrante de Basanomics.