ANÁLISIS
Según datos publicados por el Banco Central del Paraguay (BCP), en su boletín estadístico mensual, al cierre de mayo las utilidades de empresas financieras llegaron a un nivel de G. 41.237 millones, poco más de USD 6 millones al cambio actual. Esta cifra representa un crecimiento de 379% con respecto a los G. 8.602 millones obtenidos el año pasado, al mismo periodo.
De esta manera, se puede notar que el sector de las empresas financieras ya tiene una clara tendencia a la recuperación, luego de un duro año 2020 marcado por la pandemia, la cuarentena total y la incertidumbre absoluta.
En ese contexto, al cierre del año pasado el sector había caído en utilidades en un -80% con respecto a los primeros cinco meses del 2019.
Con estas cifras, se puede notar que el proceso de recuperación de este importante sector del sistema financiero está en marcha y si se hace una comparación del periodo enero/mayo 2021 con respecto a la pre-pandemia (2019), se observa una diferencia de ya solo -3%.
Sobre este asunto, brindó sus consideraciones el presidente de la financiera El Comercio y de la Asociación de Bancos y Financieras Paraguayas (Abafi), Carlos Carvallo Spalding.
Al ser consultado sobre este asunto, el economista apuntó que la gran cifra del 397% arriba con respecto al año pasado responde claramente a un mejor dinamismo para la economía y el sector, pero inflado en apariencias por la baja base comparativa que dejó el primer semestre del 2020. Recordó que esta fue la parte más dura de la pandemia a nivel económico, por las estrictas restricciones sanitarias que se aplicaron para frenar al virus.
“Hay una mejor dinámica y el futuro se comienza a ver de una manera más clara, y eso se puede notar en los propios indicadores de actividad económica, si bien sobre una base muy baja. Era esperable un rebote de esta naturaleza, pero había cierta incertidumbre a principio de año sobre la fortaleza de la recuperación y los datos publicados por el Imaep (Índice de Actividad Económica del Paraguay) y el ECN (Estimador de Cifras de Negocios) mostraron saltos importantes”, apuntó.
Política monetaria y financiera
Con esto hizo referencia a que este repunte en la actividad económica a nivel general se ve reflejada claramente en las utilidades del sistema de financieras, aunque la base comparativa baja no es el único motivo. Explicó que, además de eso, también hubo incidencia de un correcto manejo tanto desde la regulación monetaria como desde las medidas financieras adoptadas por el Banco Central.
Por el lado de la política monetaria, Carvallo recordó que la misma fue -en términos de su flexibilización- una de las más rápidas y más agresivas de la región. Esto permitió un abaratamiento importante del crédito, sobre todo desde el lado de la contención del impacto de la percepción de riesgo sobre las tasas de interés en el mercado de los créditos.
Desde la otra punta, con un correcto trabajo de la Superintendencia de Bancos y también de la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD), Carvallo considera que se realizó una buena labor. Explicó que las coberturas desplegadas por medio del Fondo de Garantías del Paraguay (Fogapy) y las flexibilidades otorgadas bajo la denominación de “Medidas Covid-19” permitieron una mitigación del impacto en todo el sistema.
“Fue fundamental en términos de flexibilidad para las previsiones y de otorgar tiempo para que las instituciones puedan acomodar esas previsiones. Las medidas que se tomaron desde la AFD para la garantía estatal al crédito y también para promover liquidez por medio de nuevas ventanillas amortiguaron una eventual caída y también de una parte de la actividad económica”, expresó.
Agregó que, en su conjunto, estas medidas lograron una suavización de la caída de la actividad económica por medio del crédito. Cabe mencionar, en este punto, que la cartera de préstamos en las financieras alcanzó en mayo un valor de G. 5,07 billones, con lo que se ubica un nivel del 24% por encima que el logrado en el mismo mes del año pasado, denotando una expansión igualmente importante.
Sin embargo, reconoció que una parte aún considerable de los créditos que se van solicitando y concediendo siguen siendo para el sostenimiento de empresas, aunque también ya se va notando un crecimiento del apetito de riesgo para nuevas inversiones.
Si bien hay sectores que no terminan de salir de sus problemas, por ejemplo en el sector terciario, otros ya se han recuperado y buscan nuevos préstamos, según apuntó Carvallo Spalding, al momento de recordar que durante los meses más duros de la pandemia casi el 100% de los préstamos eran para el sostenimiento exclusivamente.
“El desafío, en adelante, tanto para las instituciones de regulación como para las empresas financieras, va a ser el cómo recuperar algunos sectores y familias que se salieron del mercado formal de crédito, el gran problema fue la precarización del empleo y se perdieron en buena parte. El impacto más fuerte fue sobre la formalidad y el acceso al mercado formal del crédito”.
Carlos Carvallo Spalding, presidente de la financiera El Comercio y de Abafi.
Medidas transitorias
Por su parte, Ramiro López, gerente general de la financiera CEFISA, coincidió en el análisis al apuntar que las perspectivas económicas son cada vez mejores, a partir de un proceso de vacunación que avanza, y esto se ve reflejado en un sistema financiero que también se va recuperando.
Sin embargo, consideró que para tener una perspectiva mucho más acercada a la realidad, se deberá ver cómo se encuentra la capacidad de pago de las empresas endeudadas una vez terminado el plazo de las medidas transitorias de flexibilización otorgadas por el Banco Central. Afirmó que el panorama todavía es incierto desde ese punto de vista, aunque la actividad económica va mejorando.
“No vamos a poder conocer la verdadera situación de la mora hasta que vayan venciendo los plazos de estas medidas y ahí veremos cómo fueron golpeadas. Ahora bien, el espectro que yo noto a nivel mercado financiero es muy optimista, porque la economía está mejorando, no creemos que vuele aún, pero ya está carreteando y el mercado se estabilizó”, puntualizó López.
En mayo, la morosidad del sistema de financieras se ubicó en un 6,09% sobre la cartera total, a un nivel no muy elevado con respecto al año anterior e incluso por debajo de su pico de este año, que llegó a ser de 6,32%. Por su parte, la cartera de medidas transitorias de financieras llega a un valor de G. 1,17 billones, es decir, un 34% de la cartera de depósitos totales.
Por otra parte, el gerente de CEFISA consideró como elemento positivo el crecimiento de la cartera de ahorros, la cual tuvo un salto interanual del 31% en mayo. Esto, según apuntó, sigue validando la confianza de las empresas y la gente en el sistema, producto de un buen trabajo en conjunto de la regulación y las empresas que componen el sector, tanto bancos como financieras.
“En la proyección, me paro en un campo optimista. Se espera un crecimiento importante”.
Ramiro López, gerente general de la financiera CEFISA