El deterioro de las cuentas del Estado – generado por las medidas de combate a los efectos económicos de la pandemia de COVID-19 – aparentemente será mayor a lo que se esperaba semanas atrás, luego de que se anunciara un nuevo endeudamiento del Gobierno como parte del plan de reactivación.
La inclusión de USD 350 millones más a la deuda pública contempla recursos a ser destinados a la reapertura de la economía local, con el avance de las fases de la “cuarentena inteligente”. Este monto representa el 1% del producto interno bruto (PIB) y ejerce una presión al alza a la proyección de déficit fiscal (más gastos que ingresos en las arcas del Estado, respecto al PIB) de 6% para el cierre del presente año, según el último reporte Escenario Macro – Paraguay elaborado por el banco Itaú.
La entidad recuerda que el déficit fiscal acumulado en doce meses llegó a 4,8% del PIB en mayo, desde el -4,4% en que se encontraba en abril y el -2,8% registrado a fines del año pasado. Menciona al paquete fiscal anunciado por el Gobierno y al impacto de la caída de la actividad económica en las recaudaciones fiscales entre las causas de estos resultados.
Para el 2021, Itaú espera que el déficit fiscal retroceda a 3,1%, con lo cual este indicador todavía se encontraría por encima por el tope de 1,5% que establece la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF). En el 2019, esta cifra ya fue de 2,8%, como consecuencia de las dificultades económicas derivadas de la sequía, las inundaciones, el deterioro económico de los países vecinos y el cambio de Gobierno, factores que ese año generaron el estancamiento del PIB.
En cuanto a los indicadores que revelan el perjuicio económico de la emergencia sanitaria y las medidas de confinamiento impuestas para frenar la propagación del virus, el banco de origen brasileño recuerda que el Banco Central del Paraguay (BCP) confirmó recientemente la desaceleración de la actividad desde mediados de marzo, “mientras que la inflación mantiene una trayectoria a la baja debido a la contracción de la demanda”.
Itaú espera que el PIB paraguayo experimente una caída de -2,6% en el 2020, en línea con la estimación de -2,5% que maneja el BCP; para el 2021, la firma prevé una recuperación de 5,1%. Respecto a la inflación, considera que cerrará el corriente año en 1,5%, lejos de la meta de 4% del BCP y también por debajo del piso del rango de 2% a 6% en que se permite fluctuar a este indicador; para el 2021, pronostica que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) ascenderá a 3%.
Por otro lado, el banco incrementó su proyección de cotización local del dólar, de G. 6.600 a G. 6.700 desde el informe anterior, a raíz de la menor tasa de política monetaria. En cuanto a este último indicador, espera que se mantenga en el actual nivel de 0,75% hasta fin de año – tras sucesivos recortes desde el 4% en que arrancó el 2020 – y se incremente a 2% en el 2021. Finalmente, considera que la deuda pública representará el 31,4% del PIB paraguayo en 2020 y 2021, en alrededor de ocho puntos porcentuales por encima del 23,2% en que cerró el 2019.