La importancia que tiene la evaluación del Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica (Gafilat) tiene una gran importancia por varias cuestiones. Ingresar a una lista de países “no cooperantes”, conocida como la “lista gris”, tiene implicancias en las más profundas esferas financieras tanto del sector público como del privado, ya que hace a la imagen del país frente a corresponsales bancarios e inversionistas internacionales que eventualmente podrían estar interesados en bonos del gobierno.
Desde hace dos años, el Paraguay se encuentra en preparación y examinación en el marco de la evaluación mutua por los pares de la región y, en agosto de este año, luego de idas y vueltas generadas por la pandemia, se realizará la última etapa de este proceso con la visita in situ de los evaluadores designados, que recorrerán el país para determinar cuáles han sido los resultados obtenidos y si la información proveída por el país se ajusta la realidad.
En esta entrevista, la directora general de Análisis Financiero y Estratégico de la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero o Bienes (Seprelad), Carmen Pereira, nos brinda sus reflexiones sobre cuáles han sido los avances en materia de prevención de lavado de dinero y enfoque basado en riesgos que se han obtenido a lo largo de estos meses de trabajo.
– A finales de agosto comenzará la evaluación in situ de Gafilat ¿Cómo se están preparando desde la institución?
De hecho que ya todo lo que se tenía que trabajar se trabajó, la pandemia nos tiene desgastadas a todas las instituciones y todo lo que se tenía que mejorar desde el 2018 se hizo, y fuimos presentando los proyectos de ley; en ese sentido, la parte del cumplimiento técnico ya está. Luego, los resultados que son cinco años hacia atrás, y muchas de las cosas que se van a evaluar son de un periodo pasado, donde se hicieron los trabajos.
Lo que nosotros estamos haciendo ahora es la precisión de la presentación de esos elementos del equipo evaluador, organizando las agendas, y ya la evaluación va a tener un trabajo de asegurar la garantía de las medidas sanitarias para ellos, y luego que ellos puedan tener toda la información necesaria para la elaboración de su informe. Pero para apurar ahora en el marco del trabajo mucho ya no hay, porque la evaluación se hace sobre un tiempo pasado en un periodo que ellos fijan de cinco años hacia atrás.
– ¿Cuál sería la autoevaluación que ustedes mismos hacen sobre el trabajo realizado?
Hay que valorar los esfuerzos institucionales de Seprelad, la institución creció y eso nos ayudó a posicionar el trabajo, así como también la importancia del trabajo contra el lavado de dinero. Por otro lado, hay que destacar el grado de coordinación que hubo en este tiempo, lo que facilitó la obtención del paquete de leyes, eso implicó un trabajo en conjunto con el Congreso; y otras, lo cual es muy positivo porque hizo que todos estemos muy involucrados en la tarea.
La necesidad hace que se den las oportunidades para las mejoras, y esas oportunidades llegaron en un tiempo oportuno, antes de la evaluación, lo que nos permitió hacer adaptaciones no solo en el ámbito legislativo, sino también en el ámbito regulatorio normativo. También permitió que una vez que esas normas entraron en vigencia, se pudo realizar el trabajo de aplicación lo más rápido posible.
Por supuesto que hay debilidades, pero justamente esas debilidades fueron las que nosotros vimos como la oportunidad de crecer y todo lo que vamos haciendo es tendiente a ir paliando nuestras debilidades, mejorando todo lo que se pueda hasta el último día de la evaluación y después continuar con el trabajo.
– ¿Cómo fue la experiencia con el sector privado? Esta coordinación no siempre es fácil…
Desde mi dirección personalmente tengo que destacar el apoyo que se sintió desde el sector privado, hicimos un cambio tecnológico muy grande con una migración importante de un sistema que tenía diez años a un sistema digitalizado. Si no era por el apoyo que recibimos del sector bancario, casas de cambio, escribanos y otros sujetos obligados, esto no hubiera sido posible. Ellos se adaptaron a los cambios y eso se siente en el resultado, lo que se siente en la calidad del gasto gracias a la voluntad que pusieron los sujetos obligados para poder realizar esta tarea.
– ¿Qué papel juega la implementación de la tecnología en este proceso?
De hecho que marca mucho la diferencia por dos razones: primero, porque en todo el mundo se puede notar que los datos que se reciben de las instituciones necesitan un tratamiento y ese tratamiento manual por medio de personas físicas es muy difícil, y solamente la inteligencia artificial es la que permite que efectivamente eso pueda tener resultados.
Nosotros hicimos ese esfuerzo con las limitaciones que tenemos y el resultado es muy positivo. Tenemos herramientas digitales que nos permiten la mejoría de los gastos y el análisis continuo, y esto marcó una tendencia no solo para nosotros, sino también para los sujetos obligados porque ellos comenzaron a recibir información nuestra, lo que antes no era posible. Era muy difícil el tratamiento macro de la información, eso nos permite hoy darle a los supervisores información y también a los sujetos obligados, para que ellos puedan ver en dónde hay que mejorar.
– ¿Le parece que los usuarios también van entendiendo la importancia de brindar información para el sistema antilavado?
El hecho de la coordinación va de la mano también con la comprensión del riesgo, si bien es cierto que es tedioso cumplir con ciertas normas que nos exigen a nosotros. De repente la gente puede sentir que se le trata como si estuviera haciendo algo malo, y en realidad esto no es así: hay una cultura de cumplimiento y nadie debería tener miedo de presentar avales, porque eso mejora la credibilidad jurídica de todos los sectores.
La necesidad de que haya un entendimiento de todos los eslabones de la cadena nos permite una alta comprensión del riesgo que representa el lavado de dinero, y que contamos con el apoyo de todos los sectores para lograr una eficiente tarea.
– Con respecto a los reportes de operaciones sospechosas (ROS) ¿Cómo han avanzado en este contexto de mayor actividad económica?
En el semestre tuvimos una tendencia a la baja (en el semestre a nivel general), se mantuvo esa disminución que habíamos tenido en mayo, antes del corte. De hecho que esa tendencia se mantuvo y cerramos 30 de junio con 5.281 ROS.
Coincidentemente, el mes de junio registra el pico más alto, esto puede responder a dos situaciones: una es el aumento de la actividad principalmente por la mejora de la cuestión sanitaria, lo que hizo que se perdiera el miedo. Por otro lado, se puede deber a que los sectores como las casas de cambio fueron incluidos dentro de la reportería del sistema digital y vienen aplicando sus trabajos en materia de prevención de lavado, entonces eso también pudo haber colaborado a que el pico se diera en el mes de junio.
En lo que respecta al comparativo del primer semestre con respecto al mismo periodo del año pasado, hubo una disminución de la reportería del 9%. Actualmente hacer un ROS implica para los sujetos obligados una tarea muy minuciosa, porque el sujeto obligado que reporta no solamente tiene que detectar una señal de alerta, sino que debe descartar o afirmar una señal de alerta. Hay una gestión por parte de las entidades para poder verificar esa situación de manera a que el reporte pueda ser sustancioso y pueda ayudar.
Esto también da al cliente una seguridad de que ellos hacen una gestión para detectar el riesgo real; por otro lado, el hecho de que la normativa les obligue a este tipo de tareas hace que ellos también hagan la tarea de la reportería de manera mucho más responsable, hay reportes de mucha mayor calidad en la información y la mejora es de casi el 100%.
Además, si nos vamos a la participación por sectores, los bancos redujeron en un 29% su participación en la reportería. Anteriormente ellos representaban el 99% de la reportería realizada y ellos disminuyeron su participación dando lugar a nuevos sectores, como por ejemplo las casas de cambio. Eso incidió en la cantidad de los reportes por una concepción nueva de sus riesgos y el trabajo que venían realizando.
– Para explicar a aquellas personas que no están siguiendo muy de cerca esto ¿Cuál sería la importancia del examen de Gafilat y el resultado que eventualmente tengamos?
Somos muy optimistas con el resultado, creemos firmemente que hay esfuerzos que se realizaron y así como tenemos debilidades, tenemos muchos resultados positivos. Tenemos un trabajo sostenido que se viene realizando en materia de prevención de lavado y también en la represión. Hay cuestiones de percepción que son difíciles de manejar, pero efectivamente se viene haciendo una nueva tarea.
El hecho de que nosotros pasemos este examen ayuda a la percepción que se tenga del país a nivel internacional, eso nos ayuda en el marco de las inversiones y a mantener una estabilidad en el marco de la economía. Si tenemos una expectativa de crecimiento, eso se ve en el exterior y permite que vengan las inversiones al país, que las personas quieran invertir y realmente venir a trabajar en Paraguay, lo cual es muy positivo.
Lo que no queremos es tener una calificación de país no cooperante y, en ese sentido, todo lo demás que viene de la mano, como las inversiones, y para que eso no se vea afectado. De hecho que este no es un examen por el que solo pasen los grandes emprendimientos ni las entidades financieras, sino que todos porque a todos nos afecta.
El resultado va a incidir en la capacidad del país para acceder a empréstitos, a ayudas internacionales y en todos los casos se pide un cierto índice de crecimiento y eso sirve justamente para demostrar que Paraguay puede ser un foco de inversiones.
Cada país tiene una evaluación particular, yo creería que en esa situación estamos muy bien con relación a otros que fueron evaluando y continúan sacando de donde pueden para mejorar. Nosotros estamos sólidos para poder seguir trabajando.
– ¿Le parece que, más allá del resultado, se está dejando un mejor sistema de prevención de lavado de activos?
Yo no quisiera afirmar que es mejor o peor, me encantaría tener más tiempo y más recursos, pero con lo que tenemos hoy, podría decir que existe una mediana capacidad para afrontar todos los riesgos que representa la lucha contra el lavado, y de hecho tenemos una mayor cantidad de sentencias, por ejemplo. Esto es positivo porque significa que de alguna manera el sistema está funcionando en estas situaciones, lo cual es un punto a favor.
– Por último ¿Cómo están viendo desde la Seprelad la actividad de las empresas que comienzan a trabajar con criptoactivos?
Los criptoactivos son parte de lo que para nosotros representa la recomendación 15 de Gafilat, de nuevas tecnologías, entonces estamos obligados a mirar las nuevas tecnologías con un enfoque basado en riesgos y verificar cuáles serían las acciones para evitar que esto se constituya en una vulnerabilidad para el sistema anti lavado. Lo que estamos haciendo es trabajar en incluir a estos sectores, de hecho existe una resolución de conocimiento del sector que implica que todas las empresas que trabajen en esta actividad deben estar inscriptas en Seprelad.
Existe un primer acercamiento, hay un estudio del sector y ya hicimos el análisis, y estamos interesados en avanzar en una reglamentación. Ahora bien, esto es una materia que es bien complicada y tenemos que conocer muy bien para reglamentar adecuadamente porque la reglamentación nunca debe ser orientada solamente a cumplir con estándares, sino que se deben poder cumplir. Para nosotros es muy importante sacar una normativa que realmente refleje la actividad de los criptoactivos en el país y reglamentar adecuadamente esta actividad.
-¿Esto incidirá de alguna manera en el examen del Gafilat?
Somos el primer país de la región en ser evaluados con las modificaciones de la reglamentación 15, y sí estamos obligados a tener un horizonte con respeto a los criptoactivos, y esas nuevas tecnologías hoy en día incluyen a los criptoactivos.