ANÁLISIS
El ministro de Hacienda, Oscar Llamosas, presentará este 1 de setiembre al Congreso Nacional el proyecto del Presupuesto General de la Nación (PGN) 2022. El documento será luego remitido a la Comisión Bicameral, que lo estudiará detalladamente y entrevistará a las diferentes autoridades, quienes deberán defender sus gastos del año que viene.
Hasta el momento, desde la cartera fiscal aún no han dado a conocer los ajustes que introducirán en el PGN 2022, pero anteriormente habían adelantado que los recortes seguirán, teniendo en cuenta que existen compromisos que sí o sí deben ser atendidos.
De hecho, desde el departamento de Prensa de Hacienda anunciaron que el presupuesto del 2022 estará enmarcado en sostener el crecimiento en Salud, en vista a que la pandemia aún no ha terminado, tampoco sus consecuencias.
En este sentido, el año que viene se debe seguir manteniendo los gastos en los servicios de salud y continuar con las compras de vacunas contra el COVID-19, además de los otros gastos como en medicamentos que cada año requiere la cartera de Salud.
Así también, el propio titular de Hacienda había adelantado que el déficit fiscal estará el año que viene en 3% del Producto Interno Bruto (PIB) y, de esta manera, se dará cumplimiento al plan de convergencia fiscal llevado adelante desde este 2021.
En este punto, cabe mencionar que de aceptar el Congreso lo planteado por Hacienda, el 2022 será el cuarto año consecutivo en que Paraguay sobrepase el límite de déficit fiscal 1,5% del PIB establecido en la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF).
Este año, el saldo rojo del Estado llegará al 4% del PIB, según la proyección del Fisco; es decir, se reduciría 1 punto porcentual el año que viene.
En lo que respecta al 2020, el déficit estuvo en 6,1% del PIB y estuvo explicado por las emisiones de bonos y empréstitos realizados para hacer frente a la crisis sanitaria y económica provocada por la pandemia; en el 2019, el indicador estuvo en 2,8%.
Además, según el plan de convergencia fiscal del Ministerio de Hacienda, en el 2023 el déficit fiscal estará en 2,3% del PIB y recién en el 2024 se retornaría al 1,5%, así como lo establece la LRF.
Esta reducción de 1 punto del déficit en comparación con el de este año implicaría también disminución en inversiones en obras de infraestructura, al menos en lo que respecta a aquellas que son financiadas con emisiones de bonos.
En esta línea, cabe señalar que desde la cartera fiscal ya venían insistiendo en la necesidad de fomentar otras fuentes de financiamiento como la Alianza Público Privada (APP) o la Ley llave en mano.
Otros desafíos
La cartera económica, encargada de elaborar el proyecto del PGN 2022, cuenta también con otros desafíos como reducir el plan de gasto de las diferentes instituciones o rechazar las solicitudes de aumentos salariales. En este sentido, las solicitudes con Fuente 10 (recursos del Tesoro) alcanzaron USD 1.200 millones, según informó Hacienda.
En esta línea, debe contar con un fuerte compromiso para mejorar la calidad del gasto público y por ende cuidar los ingresos del Estado. Asimismo, debe velar por que las recaudaciones alcancen a cubrir las necesidades de sectores como adultos mayores y demás sectores vulnerables.
Presupuesto de transición
César Barreto, ex ministro de Hacienda, enfatizó en que el presupuesto 2022 es uno de transición, teniendo en cuenta que el 2020 y el 2021 fueron años en que el Estado tuvo que asistir con una inyección fiscal importante para contener la situación económica.
Sin embargo, dijo que es hora de recomponer las finanzas públicas, es decir, ir volviendo a los límites fiscales establecidos por Ley. “Yo estimo que en el 2023 deberíamos de retornar al tope del déficit fiscal que está previsto en la Ley”, calculó.
A criterio de Barreto, el nivel de déficit del próximo año tiene que estar por debajo del 3%, máximo en 2,5% o 2,3%, ya que se prevé que la economía esté normalizada. Por otra parte, también dijo que la regla que se va a tener en el futuro para financiar el saldo rojo del Estado es a través de emisiones de bonos.
“Esta cuestión de que los bonos que se emiten cada vez queda menos para inversiones es la realidad que vamos a tener en los próximos años, porque la deuda ya es importante y hay que pagar los intereses, y seguramente hay que financiar el pago de esos intereses también. Esa es la regla que vamos a tener en el futuro”, advirtió.
No obstante, añadió que aún queda un margen para inversiones bajo ese régimen, pero que se debe optar ya por financiar inversiones con ahorro corriente que debe generar el propio Estado en función a los ingresos y los operacionales que tiene.
Por otra parte, agregó que al ser un presupuesto de transición, hay prioridades que todavía se deben atender, como el de salud, que seguirá requiriendo de recursos adicionales y debe ser priorizado; después, se deben considerar otros factores como los aumentos salariales para los docentes y el personal de blanco, aseveró.
“Hay que prever esas cosas porque, más que temas salariales, nosotros tenemos que asegurarnos de que los servicios de salud se mantengan en cierto nivel el año que viene y los años siguientes también”, señaló.
Reiteró que la demanda de salud todavía será importante y que a partir de ahí se debe ver qué se puede cumplir en función a los ingresos que efectivamente se va a disponer.
Por último, insistió en que el PGN 2022 debe ser austero y se debe continuar con el proceso de ajuste para retornar al límite de la Ley de Responsabilidad Fiscal. “Hay compromisos con los maestros sí, es un segmento importante, pero hay que ver hasta dónde se puede cumplir con eso en este periodo de transición”, afirmó.