ANÁLISIS
El crudo es uno de los commodities más vigilados por los participantes del mercado, debido a su alta influencia en las economías y su funcionamiento. Los cambios en su precio ocasionan shocks que se trasmiten a otros mercados.
El crudo sufrió un fuerte golpe por parte de la pandemia del COVID-19 y las restricciones que esta trajo consigo, pudimos ver a los contratos a futuro en precios negativos. Las preocupaciones de los inversionistas por la cuarentena que redujo drásticamente la demanda de transporte y viajes, y consecuentemente, la demanda del petróleo y sus derivados, también se hicieron sentir.
Análisis de demanda
En 2020, el desglose en el uso del petróleo fue: 66% transporte, 28% industrial, 3% residencial, 2% comercial y 1% energía eléctrica. El consumo de gasolina de motor fue de 8 millones de barriles por día, el 44% del consumo de petróleo.
La gasolina es claramente el líder en términos de uso de petróleo, pues la US Energy Information Administration (la administración de información de energía de los Estados Unidos) estimó que 98,4 millones de b/d de petróleo y combustibles líquidos se consumieron a nivel mundial en agosto, un aumento de 5,7 millones de b/d desde agosto de 2020, pero todavía 4 millones de b/d menos que en agosto de 2019.
Los combustibles líquidos, por su parte, promediarán 97,4 millones de b/d para todo el 2021, lo que representa un aumento de 5 millones de b/d desde 2020; mientras que para el 2022 se pronostican 3,6 millones de b/d adicionales, para promediar 101 millones de b/d, casi a la par con los niveles del 2019
También debemos considerar la posibilidad de que la variante Delta del COVID-19 ocasione que los países vuelvan a tomar medidas restrictivas que puedan afectar la demanda del crudo.
Análisis de oferta
Principales productores
Países con más reservas
Es importante distinguir entre la producción y las reservas. La producción es la cantidad de barriles que produce un país por día; este puede vender todo, una parte o consumir esta producción. En caso de que sus necesidades sean mayores a su consumo, deberá comprar en el mercado y en caso de que produzca más de lo que consume, venderá en el mercado.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se fundó en la década de 1960. Aunque el estatuto de la organización no establece esto explícitamente, ellos fijan los precios. Al restringir la producción, la OPEP puede forzar la subida de los precios del petróleo y, por lo tanto, disfrutar de mayores ganancias que si hubiesen vendido a los precios establecidos por el mercado.
La OPEP decidió, en una reunión, no aumentar de golpe la producción, manteniendo el acuerdo de un incremento gradual y prolongado de la producción, a pesar de un gran incremento en la demanda como consecuencia de la reapertura de las economías.
Los precios al contado del petróleo crudo Brent promediaron USD 71 por barril (b) en agosto, USD 4/b menos que en julio, pero USD 26/b más que en agosto de 2020. Los precios del Brent han aumentado durante el año pasado como resultado de la extracción constante de los inventarios mundiales de petróleo, que promediaron 1,8 millones de barriles por día (b/d) durante el primer semestre de 2021 (1S21).
Esperamos que los precios del Brent se mantengan cerca de los niveles actuales durante el resto de 2021, con un promedio de USD 71/b durante el cuarto trimestre de 2021 (4T21). En 2022, esperamos que el crecimiento de la producción del crudo supere la desaceleración del crecimiento del consumo mundial de petróleo y contribuya a que los precios del Brent caigan a un promedio anual de USD 66/b, siempre según la U.S. Energy Information Administration.
La administración del presidente estadounidense Joe Biden ha pedido previamente a la OPEP y a sus aliados que impulsen la producción de petróleo para hacer frente al alza de los precios de la gasolina. La medida se produjo en medio de preocupaciones de que el aumento de la inflación podría descarrilar la recuperación económica de la pandemia de coronavirus.
India, otro gran consumidor de petróleo, también ha presionado para que la OPEP considere una mayor oferta para garantizar que los precios se adapten tanto a los productores como a los consumidores.
Impacto en Paraguay
En Paraguay se espera una subida de entre G. 500 y G. 600 en el precio de los combustibles por litro, la que sería la cuarta subida en el año. Como consecuencia, se puede esperar que la canasta básica se encarezca estrepitosamente. La inflación acumulada en lo que va del año es de 6,4%. Los sectores que se ven más afectados son transporte, alimentación y salud.
Además de la suba de los precios del petróleo, también estamos viviendo un momento histórico con respecto a los niveles de baja del río Paraguay, un canal fundamental para el comercio. Estos niveles bajos podrían aumentar los costos de transporte y colaborar así a la presión inflacionaria que ya estamos viviendo.
Factores técnicos
El Crudo se encuentra en sus precios máximos de los últimos siete años: esta semana superó los USD 80 por barril, precio que no alcanzaba desde el 3 de noviembre del 2014. El rendimiento del crudo de este año asciende a 72%. La siguiente zona de relevancia técnica son los USD 120 por barril.
El Índice de fuerza relativa también indica sobrecompra, lo que se interpreta como una señal bajista. No sería una sorpresa que veamos un retroceso en el precio, para luego continuar con la tendencia alcista hasta que la oferta alcance a la demanda con los aumentos graduales de la OPEP o que esta decida incrementar la producción drásticamente.