Los elementos externos aparentemente volverán a estar presentes en el 2022 para marcar parte importante del desempeño económico de nuestro país. En esta ocasión, tendremos que estar atentos a la evolución de la política monetaria de Estados Unidos para que podamos comprender el comportamiento de indicadores como la cotización del dólar, el costo del financiamiento internacional y los precios de commodities.
Es que estas tres variables se perfilan como el canal por el cual se transmitirán los efectos del incremento de tasas de interés que prevé efectuar la Reserva Federal (FED), con tres ajustes anunciados para el 2022 y la posibilidad de más subas en los siguientes dos años. En esta apreciación coincidieron los economistas Carlos Fernández Valdovinos y Carlos Carvallo Spalding, ex presidente y ex miembro del Directorio del Banco Central del Paraguay (BCP), respectivamente.
La conducción monetaria de la primera potencia económica mundial brindó así claridad sobre la forma en que planea cambiar la dirección de su accionar: desde el estallido de la pandemia de COVID-19 había optado por medidas de estímulo enfocadas en propiciar un mayor dinamismo, para enfrentar los efectos de la emergencia sanitaria; ahora, la prioridad es controlar la intensa inflación, ante las señales de un proceso de recuperación económica que se consolida en este país.
En cuanto al efecto que se espera con la implementación de esta reversión de la política monetaria de EEUU, el ex titular del BCP mencionó en primer lugar a un fortalecimiento del dólar en su cotización frente a las demás monedas del mundo. En este punto, destacó que el BCP cuenta con recursos para contener las volatilidades que puedan presentarse, ya que las reservas internacionales siguen en torno a los USD 9.900 millones.
La mencionada expectativa sobre el tipo de cambio es contraria al comportamiento que últimamente viene exhibiendo la moneda norteamericana en nuestro mercado, ya que el promedio de cotización cerró este jueves en G. 6.795, nivel 2,6% inferior a lo que se tenía un año atrás y también por debajo de los G. 6.824 con que había arrancado el presente mes, según el cálculo publicado por la banca matriz.
Fernández Valdovinos agregó que el encarecimiento de los créditos también se contempla entre las formas en que repercutirá la suba de tasas de la FED, lo cual advirtió que se debe tener en cuenta para operaciones como la emisión de bonos soberanos de Paraguay en los mercados internacionales.
Finalmente, se refirió a que cuando se valoriza el dólar, como el precio de los commodities está expresado en esa moneda, generalmente se tiene una caída en términos de dólares de las materias primas.
El economista consideró que la suba de tasas de la FED se realizará por un total de 75 puntos básicos el año que viene, con un ajuste de 25 puntos básicos en cada oportunidad, a menos que surja nueva información más adelante. “Para los niveles de tasas que suelen tener, es bastante razonable”, aseveró.
Reconoció que si bien los mencionados efectos esperados en el dólar, los costos de financiamiento externo y los precios de commodities serán temporales, se vislumbra una situación más estructural respecto al dinamismo económico de EEUU.
“La mayor economía del mundo está teniendo un desempeño mucho más razonable de lo que era en la pandemia, se está también normalizando el nivel de actividad, y siempre es bueno que la locomotora del mundo normalice su crecimiento económico”.
Carlos Fernández Valdovinos, ex presidente del BCP
Desafíos locales
Respecto a los ajustes que se deberían aplicar a la conducción económica paraguaya, Carlos Carvallo también se refirió a la expectativa de un incremento de los costos de financiamiento externo, lo que a su criterio supone un desafío para la contención del déficit fiscal.
“Habrá que hacer mucho más esfuerzo para de alguna forma cubrir el déficit fiscal, va a salir más caro endeudarnos afuera; tal vez deba ser reevaluado y tratar de ajustar el ritmo de convergencia al déficit fiscal ante esta nueva información”, expresó.
El plan del Ministerio de Hacienda contempla retornar en el 2024 al tope de déficit fiscal de 1,5% que establece la Ley de Responsabilidad Fiscal, luego de que la pandemia de COVID-19 llevara a este indicador a cerrar en alrededor de 6% del producto interno bruto (PIB) en el 2020 y se ubicara este año en una proyección de 3,8%.
“Tal vez habrá que ser un poco más agresivo en la convergencia, o sino de alguna forma vamos a necesitar endeudarnos más y pagar más recursos por la deuda que vayamos adquiriendo para cubrir el déficit de aquí a los próximos años”.
Carlos Carvallo Spalding, ex miembro del Directorio del BCP.
En cuanto al dólar, coincidió con Fernández Valdovinos en el impacto que se espera sobre la apreciación de esta moneda, lo cual reconoció que no es buena noticia atendiendo a que seguimos en un proceso de elevada inflación.
Advirtió que un dólar más alto podría dificultar también la convergencia a la meta de inflación (de 4%), principalmente por el encarecimiento que genera en los bienes importados. Recordemos que el BCP ajustó a 7,1% su pronóstico de inflación para este año, por encima inclusive del techo de 6% del rango en que se deja fluctuar a este indicador.
“La presión por la apreciación no solamente va a venir por el lado de Estados Unidos, sino que también va a venir por el lado de los vecinos. La política económica tiene que hacer una sintonía fina entre cuánto le dejamos depreciarse al tipo de cambio y cuánto otorgamos un rol para contener inflación”, recalcó.
En último lugar, explicó el efecto que se espera sobre los precios de los commodities: sostiene que habrá una presión a que estos empiecen a caer, lo que tampoco recibe como una buena noticia para nuestro país, en momentos en que la economía se está recuperando.