ANÁLISIS
Paraguay, desde hace un tiempo, viene experimentando un crecimiento del crimen organizado en su territorio: tráfico de drogas, asaltos, sicariato, secuestros, son algunos de los flagelos que afectan a la población.
De hecho, este fin de semana, en la ciudad de San Bernardino, en el festival de música “Ja’umina Fest” se registró un tiroteo en donde resultaron víctimas fatales la reconocida influencer y empresaria Cristina Aranda y Marcos Rojas, este último supuestamente ligado al narcotráfico.
Además, otras seis personas resultaron heridas, quienes hasta la tarde de este lunes se encontraban internadas en diferentes hospitales del país.
Según los datos preliminares de la Fiscalía, el principal objetivo del ataque perpetrado en el festival habría sido un hombre identificado como José Luis Bogado Quevedo, quien cuenta con orden de captura internacional por narcotráfico y fue internado en estado grave en un sanatorio capitalino.
Cabe señalar que esta es la primera vez que un hecho de esta magnitud ocurre en un evento masivo cerca de la ciudad capital; esto, según expertos, evidencia que el crimen organizado está avanzando en nuestro país.
Además, lo sucedido que enluta al Paraguay ataca también al sector de entretenimiento, uno de los más afectados por la pandemia de COVID-19 y que estaba transitando por una recuperación.
Asimismo, afecta a la imagen país y a la economía en general: recordemos que nuestro desempeño económico viene de experimentar dos años (2019 y 2020) consecutivos de dificultades, provocadas por la sequía y la pandemia del COVID-19, respectivamente.
Si bien el año pasado se registró un rebote y según el Banco Central del Paraguay (BCP) se experimentó un crecimiento estimado en 5%, para este 2022 el panorama es complicado nuevamente a causa del coronavirus y la sequía, motivo por el cual las proyecciones de crecimiento se están reduciendo desde un 3,7% inicialmente pronunciado por el BCP a un nivel en torno al 0,5% que ya se maneja en el sector privado.
A esto se suman ahora los efectos de la irrupción del crimen organizado, cuya más reciente manifestación ya generó suspensión de eventos y cierres de locales. En esta línea, los organizadores del festival “Reciclarte” anunciaron ayer la suspensión del evento que estaba previsto para este sábado 5 y domingo 6 de enero.
“Nos encontramos dolidos con los hechos de violencia en nuestro querido país. Estamos convencidos de que la seguridad de las personas es lo más importante, por eso decidimos suspender el Reciclarte 2022”, señalaron en un comunicado difundido.
Asimismo, el establecimiento “Casa Corona” también anunció el cierre del establecido para la temporada verano 2022. “Nos estaremos comunicando con las personas que contaban con reservas para la devolución de los importes”, aseguraron.
También, diferentes locales nocturnos se pronunciaron y lamentaron lo sucedido en San Bernardino, y solicitaron justicia para las víctimas y mayor seguridad.
La banca matriz espera para este año un crecimiento del 4,3% para el sector terciario -del cual forma parte el rubro de entretenimientos- y la estimación del 2021 fue de 7,1%. Queda por ver qué evolución sigue teniendo esta actividad, que se enfrenta también ahora a la creciente ola de inseguridad.
Los servicios, junto con el comercio, representan la mitad de la estructura del producto interno bruto (PIB) del país y emplean al 63% de la mano de obra ocupada, según registros oficiales.
Las falencias del Estado paraguayo
El economista y exministro de Hacienda, César Barreto, habló respecto a que en nuestro país, desde hace tiempo, viene creciendo aceleradamente el crimen organizado y que cada vez nos sentimos más inseguros, lo que influye en las decisiones de los jóvenes que optan por irse del país.
“La seguridad siempre es un factor importante, parte del entorno que condiciona las decisiones de inversión porque afecta al eslabón más importante: las personas. Personas con alto capital humano buscan vivir en países seguros donde no enfrentan riesgos de perder su vida por la inseguridad reinante”, sostuvo.
Agregó que la problemática del crimen organizado se materializa en delitos como el tráfico de drogas, el sicariato y el secuestro. “Cada vez más nos sentimos más inseguros y eso va pesando en las decisiones de los jóvenes para quedarse en el país o buscar mejores lugares”, indicó.
Al ser consultado sobre qué se podría hacer para solucionar esta problemática, señaló que, como en otros servicios públicos, no hay recetas mágicas, ya que se requieren fuerzas de seguridad con personas altamente calificadas, bien formadas, bien remuneradas, y la incorporación de tecnologías de última generación.
“El amiguismo, clientelismo, nepotismo, etc., como forma de ingresar a las fuerzas de seguridad no es el camino, solo llevan a corrupción e incompetencia. Hay que cambiar esta forma de hacer las cosas en el Estado paraguayo”.
César Barreto, economista y ex ministro de Hacienda.
Ascenso de la criminalidad en Paraguay
Por su parte, Gustavo Giménez, presidente de la Asociación de Empresas Paraguayas Proveedoras para Eventos (Aseppe), señaló que evidentemente la criminalidad está en franco ascenso en Paraguay.
Agregó que lo ocurrido en San Bernardino involucra a cuestiones muy difíciles de prever, pero que debe llamar a una profunda reflexión de todos los sectores e incentivar a que se trabaje de manera conjunta con la fuerza de seguridad, de manera a que se pueda cuidar todos los detalles para salvaguardar a las personas.
“Como ciudadanos apelamos a que las autoridades tomen cartas en el asunto, que colaboren en salvaguardar toda la integridad de las personas que participan en este tipo de actividades tan multitudinarias”, indicó, respecto a lo ocurrido el fin de semana.
Giménez insistió en la necesidad de una mesa de trabajo con las autoridades de manera a asegurar que en todos los eventos se cumplan las recomendaciones para dar seguridad a los asistentes, a fin de evitar que ocurran tragedias que afectan a la recuperación del sector y al país mismo.
También dijo que, con lo ocurrido, los futuros eventos masivos en San Bernardino ya fueron afectados directamente, pero que esperan que los de menor concurrencia y las corporativos puedan seguir realizándose.
“Nuestro trabajo es hacer que la gente tenga una experiencia inolvidable, positiva, pasar en familia, con amigos, es decir, nuestro mayor interés es la seguridad y el bienestar de nuestros invitados y personal”.
Gustavo Giménez, presidente de Aseppe.
“Como sector privado, si bien no tenemos las herramientas de seguridad, para lo cual está el Estado, sí estamos dispuestos a trabajar coordinadamente de forma a que podamos, quizás, evitar este tipo de cuestiones, medidas que contribuyan a paliar un poco más la inseguridad”, concluyó.