Cancún (México), 3 feb (EFE).- La violencia en el Caribe mexicano continúa imparable con el reciente asesinato de dos canadienses dentro de un hotel, presuntamente involucrados en el tráfico de drogas, y de un argentino gerente de un popular club de playa, casos que obligaron a establecer un esquema de coordinación con cuerpos de seguridad de otros países.
La ola delictiva que enfrentan directamente los destinos turísticos se extiende a todo este estado, pues en los primeros días de febrero ya se reportó un ejecutado en un camino de terracería cercano a la Laguna Manatí, en la periferia de Cancún.
Además, una casa de la región recibió al menos 15 disparos con un arma AK-47 y en el municipio de Isla Mujeres un reportero estuvo a punto de ser asesinado a balazos.
UN ENERO NEGRO
A mediados de enero, un tiroteo ocurrido al interior de un hotel ubicado en Playa del Carmen, de la prestigiosa cadena Xcaret, dejó dos canadienses muertos y un herido, presuntamente involucrados en el trasiego de drogas.
Y una semana después se produjo la muerte a balazos del argentino Federico Mazzoni, quien era gerente de un popular establecimiento de Playa del Carmen, el Mamita’s Beach Club.
Meses antes, en octubre, un tiroteo en un restaurante del balneario de Tulum -uno de los sitios más de moda del Caribe- dejó dos turistas extranjeras muertas y otros tres heridos.
Este mismo jueves, Ricardo Mejía, subsecretario de Seguridad Pública del Gobierno mexicano, dijo en una rueda de prensa que ya había varios detenidos en estos crímenes que dieron la vuelta al continente.
«Queda muy claro que el que la hace la paga. (…) Hay todo un esfuerzo interinstitucional, de federación y de estados para poder generar las detenciones» y evitar «la impunidad», dijo el funcionario federal.
PREOCUPACIÓN EN LA REGIÓN
No obstante, organizaciones civiles y empresariales se muestran preocupados y piden más trabajos de inteligencia, el uso de tecnología avanzada y mayor coordinación entre las corporaciones de seguridad de los tres órdenes de gobierno antes de que la creciente inseguridad repercuta en la llegada de turistas.
Lenin Amaro Betancourt, presidente del Consejo Coordinador Empresarial de la Riviera Maya y propietario de un hotel en Playa del Carmen, dijo este jueves a Efe que hasta ahora los esfuerzos de promoción turística combinados con las bajas temperaturas que prevalecen en Estados Unidos y Canadá mantienen estable la llegada de visitantes en esta temporada invernal.
«Pero sí afecta nuestra imagen. Sin duda alguna, es un golpe para nuestra imagen y nos pone en el filo de la navaja. Hoy por hoy nuestro principal mercado es Estados Unidos y se tienen que tomar medidas a fondo», apuntó el empresario.
Esta postura es compartida por Andrea Lotito, vicepresidente de la Asociación de Hoteles de la Riviera Maya, quien asegura que los últimos acontecimientos no han mermado en el entusiasmo de los turistas de disfrutar las playas del Caribe Mexicano y no hay registros de cancelaciones en lo que va de este año.
«Pero causa preocupación entre empresarios y residentes», reconoció.
La propiedad de Amaro Betancourt se ubica a pocos metros de donde están los restos del bar Blue Parrot, escenario de uno de los ataques más sangrientos registrados en los últimos años.
En enero de 2017 el bar fue una de las sedes del festival de música electrónica BPM hasta que un tiroteo acabó con la vida de 6 turistas y dejó 15 heridos.
Amaro sostiene que es urgente tomar medidas, especialmente en materia de prevención, para frenar los delitos de alto impacto.
“Es importante, entre los puntos neurálgicos la prevención misma y los trabajos de inteligencia», dijo Amaro, quien también pidió instalar más cámaras de videovigilancia.
Por su parte, el titular de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito en el municipio de Solidaridad, el teniente Raúl Tassinari , señaló que han mantenido constantes reuniones con integrantes de la mesa de seguridad ciudadana de la región -presidida por el empresario James Tobin- y con los representantes en Playa del Carmen.
“Estuvimos trabajando y se tomaron decisiones y acciones que se van a realizar en esta semana para poder fomentar mayor seguridad y mayor presencia tanto a nivel federal, estatal y municipal”, dijo Tassinari a Efe.
A raíz del asesinato del gerente del club de playas Mamita´s, donde los atacantes huyeron a bordo de una motocicleta acuática, diversos sectores expresaron además la necesidad de contar con mayor vigilancia en las zonas costeras y dentro del mar.
“En próximas fechas estaremos viendo los resultados de esas coordinaciones que se han realizado para el reforzamiento con la zona limítrofe con que contamos en Solidaridad», aseguró el funcionario.
REFUERZOS INTERNACIONALES
En días recientes, se anunció que elementos de la DEA y el FBI de los Estados Unidos, así como de la Policía Montada de Canadá, viajarían en unas dos semanas al suroriental estado de Quintana Roo para apoyar en labores de análisis y seguridad, según informó el gobernador estatal, Carlos Joaquín González, la semana pasada.
No obstante, posteriormente se aclaró que los agentes no vendrían físicamente y que el intercambio de información se mantendrá en los términos que establecen los tratados entre países en esta materia.
Amaro valoró positivamente la participación de otros cuerpos de seguridad siempre que «sea en el marco de un trabajo de coordinación entre países» y se haga «por los conductos pertinentes», en línea con lo exigido por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, hace unos días.
“Todo lo que coadyuve a combatir los delitos de alto impacto son bienvenidos, siempre y cuando sea en el marco de ese trabajo de colaboración entre países”, concluyó el empresario.
La seguridad en la región no es un asunto baladí en términos económicos.
En 2019, antes de la pandemia, México se consolidó como uno de los 10 países más visitados del mundo con más de 45 millones de turistas internacionales, que dejaron 24.563 millones de dólares.
De esta manera, el sector representaba el 8,7 % del producto interno bruto (PIB) e inundaba de divisas el país.
De estos, una gran mayoría eligió como destino el Caribe mexicano -el aeropuerto de Cancún es el segundo más usado del país- por su diversidad de ofertas para todos los bolsillos.