En los últimos años, el auge de los medios de pago digitales ha jugado un papel central en su incremento y universalización, así como en los de cobro. Esto se ha visto aun más reforzado durante la crisis sanitaria, ya que las restricciones a la movilización que se impusieron durante la cuarentena han dado un fuerte impulso a la digitalización de la economía.
Conforme con datos del Banco Central del Paraguay (BCP), las cuentas de depósito en el país han venido en aumento. Pasaron de casi 4 millones a aproximadamente 5 millones, destacándose los hombres con la mayor cantidad de cuentas frente a las habilitadas por las mujeres.
Si bien la bancarización en el país ha aumentado en los últimos diez años, de igual manera aún existe un número importante de personas que no forman parte del sistema financiero del país.
Conversamos con María Fernanda Carrón poco antes de que saliera del Directorio del BCP y respecto al trabajo que venía realizando en la institución, destacó la importancia de estar bancarizado. Explicó que esto implica tener acceso a productos de ahorro, a plazos de créditos más largos y seguros, como también poder contar con tasaciones más accesibles para la persona.
– Teniendo en cuenta que nos encontramos en una era digital, ¿cuáles siguen siendo los desafíos que se presentan en el país con relación a la bancarización?
Si bien hay números alentadores, hay desafíos importantes. Con relación a los números alentadores, según la encuesta de Global Findex del 2021, Paraguay se encuentra con 54% de bancarización en lo que se refiere a una cuenta básica, esto también ya incluye lo que son las billeteras electrónicas.
Si miramos este número en el 2011, estamos en un 22%. Entonces, hubo un salto importantísimo en tener al menos una cuenta básica, toda vez que tomamos en consideración a las billeteras electrónicas; pero si tenemos que hablar de bancarización, debemos hablar de muchas cosas más, tenemos que hablar del acceso al crédito, de tener un ahorro y de tener una educación financiera mayor.
Hoy nos encontramos ante el desafío de que realmente más del 50% de la población económicamente activa está excluida financieramente y ese porcentaje más alto son los jóvenes de entre 18 y 35 años de edad. Es decir, que hoy en día estamos excluyendo financieramente a nuestros jóvenes.
Es por ello que para esto el Banco Central ya presentó en el mes de octubre del año pasado una ley de inclusión financiera y transparencia. Esta legislación lo que busca es que todos los pagos de salarios, los pagos de transferencias de ayuda que hace el Gobierno y todos los pagos que hace el Estado se hagan a través de una cuenta electrónica.
Así como es necesario que un paraguayo tenga derecho a una educación o a una cama cuando va al hospital, es también necesario que tenga derecho a una cuenta básica, que es la primera entrada a luego tener acceso a un crédito y a otras posibilidades. Realmente sabemos que una persona no puede alcanzar su casa propia, ni siquiera educación, si no tiene la posibilidad de un crédito razonable a través de un sistema financiero regulado.
Es por eso que es tan importante esta ley que abarca dos ejes fundamentales: todo lo que hace la inclusión financiera, esto permitiría que casi 1 millón de paraguayas puedan acceder al sistema financiero, y casi 400.000 pequeñas y medianas empresas (pymes).
Recordemos lo complicado que fue en la pandemia acceder a los créditos, por sobre todo a las pymes, ya que no estaban dentro del esquema formal y no estaban dentro de un esquema financiero.
También esta ley tiene un componente importante de transparencia, que busca que toda transacción que supere un umbral de USD 5.000 se realice a través de un medio electrónico, esto lo que busca es hacer mucho más trazable cualquier transacción.
Nosotros acabamos de pasar una prueba importantísima, como lo es Gafilat (Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica), y hoy podemos estar orgullosos de esto, pero no podemos relajarnos.
– Durante la pandemia se vio el mayor repunte en cuanto a la bancarización, pero de acuerdo a los informes, en mayor número son los hombres ¿Qué acciones se llevan adelante desde el Banco Central para paliar esta brecha?
Creo que nos hemos puesto un objetivo importante. El BCP desde el 2018 ya tiene datos desagregados por género, fuimos uno de los primeros bancos centrales de la región y eso nos da una estadística importante.
Existe un porcentaje más alto de mujeres fuera del sistema financiero; primero, fuera del sistema laboral y luego, del sistema financiero. Segundo, las mujeres fueron afectadas en mayor medida durante la pandemia en cuanto al desempleo; entonces, hoy en día tenemos desafíos más importantes como más mujeres desempleadas y, por ende, más mujeres fuera del sistema financiero luego de la pandemia.
El Banco Central ha tomado dos iniciativas importantes, primero es tener la parte estadística y luego se encuentra la iniciativa de tener una semana de la economía de la mujer, donde se trata todo lo que hace a la mujer dentro del sistema educativo financiero. Todo lo que hace al enfoque de género ya comenzó a tomar relevancia desde hace cinco años atrás, pero en la actualidad estamos viendo acciones concretas. Estamos viendo productos dentro del sistema financiero enfocados sobre todo a créditos de la mujer y recientemente vimos el lanzamiento de un fondo de garantía para la mujer.
– Se viene haciendo hincapié en la importancia de estar dentro del sistema financiero, ¿cómo está viendo el desempeño del BCP para esta inclusión?
De acuerdo a las estadísticas, estamos viendo que avanzamos, pero tenemos que avanzar también en lo que se hace para el acceso al crédito. Entonces, si bien el BCP ha determinado los datos, que son importantísimos, sigo insistiendo en que la herramienta que ha cambiado la inclusión financiera en países vecinos fue una Ley de Inclusión Financiera.
Es necesario que a través de una legislación podamos garantizar el derecho de que cada paraguayo tenga esa cuenta básica que luego le va a dar esa oportunidad de adquirir otros productos y al menos va a estar catastrado e identificado para que después tenga más oportunidades.
– ¿Cuáles son algunos de los desafíos del sistema financiero y cómo se encuentra la regulación en el plano local?
Tuvimos un crecimiento importante de los depósitos en la pandemia. A septiembre (del 2022) vemos un resultado diferente: vemos que el crecimiento del crédito interanual está casi en el 15%; y un crecimiento mayor en lo que son créditos en moneda extranjera que en lo que es moneda nacional. Los principales créditos que están surgiendo en este momento son para la construcción, el sector ganadero y el consumo.
Vemos que los depósitos están relativamente estables, con un crecimiento del 0,6%. Tuvimos un crecimiento muy importante en la pandemia, con una liquidez importante en los bancos que hoy se está estabilizando.
Es un sistema financiero solvente, es un sistema que tiene niveles de solvencia mucho más altos que los exigidos por el regulador, un sistema líquido y un sistema sobre todo que está transitando en lo que hace una banca sostenible y sustentable. Hoy ya no hablamos de rentabilidad, sino que también hablamos de una rentabilidad social, hacia un compromiso con el medio ambiente y hacia un compromiso hacia el medio social importante. Creo que todo el sistema financiero está transitando por este rubro.
– Actualmente se habla mucho de una sociedad más verde ¿Qué acciones está tomando el BCP con relación a este programa y el compromiso que tiene para este?
Hay una iniciativa del sector privado que es la Mesa de Finanzas Sostenibles. Eso ya tiene diez años, comenzó con cuatro bancos y hoy en día ya tiene más de 18 instituciones a la cual también nos hemos incorporado instituciones públicas, como es el Mades (Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible), Infona (Instituto Forestal Nacional) y el BCP, de manera a trabajar conjuntamente en estas medidas y esta sostenibilidad.
En el 2018, el Banco Central ha quitado la resolución número 8 donde insta a tener un sistema de gestión medioambiental y esto, sobre todo a través de la incorporación de la Mesa, hace que los bancos puedan implementar un sistema de gestión medioambiental en sus instituciones.
Hoy ya no hablamos de una banca solamente rentable financieramente, sino que las entidades deben ser rentables también socialmente y también medioambientalmente. Entonces, dentro siempre del desarrollo necesario de nuestro país, se tiene que desarrollar sosteniblemente sobre las bases de la producción primaria, que es la agricultura y la ganadería.
– ¿Qué medidas está llevando adelante la banca matriz con relación a la inclusión financiera?
Está llevando a cabo medidas en todo lo que hace al ámbito tecnológico. Para que se tenga un sistema financiero solvente y estable, se debe contar con un medio de pago eficaz y también solvente. Es por ello que en el 2013 se ha implementado el Sistema de Pagos de Paraguay (Sipap) y hoy en día somos el tercer país en América en implementar, luego de Colombia y Brasil, un sistema que en cuarenta segundos realiza la transferencia, pero así también da la validación de esa transferencia de manera instantánea.
Hoy en día podemos decir que esto es también fundamental para la inclusión financiera, ya que es mucho más fácil, barato y ágil hacer una transferencia de dinero, lo que permite que muchos paraguayos estén dentro del sistema financiero.
– En la actualidad, muchas personas se siguen preguntando por qué es importante estar bancarizados ¿Nos podría comentar algunos de los beneficios de estar dentro del sistema financiero?
Con la llegada de la pandemia se nos demostró que sí podemos estar todos bancarizados, como lo fue el sistema de transferencia de ayuda, que llegó a casi 70% de la población paraguaya.
Si no estamos bancarizados, estamos accediendo a créditos mucho más onerosos y no regulados que no nos permiten realmente acceder a la casa propia, acceder a educación, como también proyectar a través de un ahorro. Entonces, cuando nosotros lo vamos incluyendo dentro del sistema regulado financiero, podemos asegurar todos estos puntos mencionados. Realmente, el estar dentro del sistema te permite hoy tener una proyección y no hay mejor propósito del beneficio de ese sueldo que es para adquirir algo.